Capítulo 31: Eso no era para él

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Jason me abrió la puerta del coche al salir, me cogió la nuca y tiró de mi para besarme con pasión. Si, me había echado de menos. Coloqué mis manos en su cintura tirando de la goma de la cinturilla del chándal hacía mi. Le besé ofreciéndole mi lengua y ya estábamos tan unidos que no podría pasar el aire entre nosotros.

-¿Me has echado de menos pequeña? - me dijo apartándose de mi

-Mucho - le confesé cogiéndole la mano

Él me agarró con fuerza y caminábamos muy cerca el uno del otro.

-No has traído mucho aquí ¿no? - dijo levantando arriba y abajo la mochila calibrando el poco peso que tenía

-El pijama y algo para mañana ¿porque? - le miré a los ojos

-Porque tenía planeado secuéstrate el resto de la semana - me dijo besándome en la frente

Llegamos a la cocina y había un desayuno espectacular preparado. Tostadas, aguacate, una fuente con multitud de frutas troceadas, café recién hecho, cereales...

Lo miré con extrañeza, y cogí un trozo de fresa que me llevé a la boca

-¿No creerías que te tendría cautiva sin alimentarte no? - bromeó

Nos sentamos en la mesa a desayunar aquel copioso desayuno. El café era excelente y las tostadas me alimentaron hasta el alma.

Mientras me terminaba las frutas alguien se cruzó por detrás de Jason, y mi cara me delató porque Jason me informó

-Tranquila, es Madison, la que se encarga de que me alimente y que la casa no sea una pocilga - se giró para seguirla con la mirada

-Buenos días Madison - le dije 

Ella me sonrió dulcemente, tenía aspecto de ser una persona mayor de unos 60 años. Tenía un pequeño moño recogido de color blanco. Parecía entrañable aunque muy diligente, ahora entendía ese exquisito desayuno.

-¿Que quieres hacer pequeña? - me dijo

-Hace un día precioso - le informé

-¿Quieres dar un paseo? - me ofreció

Yo me levanté y me puse a recoger aquel tiradero de platos y tazas, él me interrumpió y devolvió todo a la mesa

-De eso se encarga Madison, y de hacer la cama también -me informó - pídele lo que quieras de comer o para estar más cómoda y ella lo hará  

-Vale, gracias - le sonreí

Condujo durante un rato hasta llegar a Point State Park y no dije nada pero me pareció el plan perfecto. Estábamos dando un paseo cuando se nos cruzó un niño pequeño y paramos para no golpearle ni chocar con él. Me bajé sobre mis piernas para tenerlo de frente.

-Ey, cuidado pequeño - le dije devolviéndole la pelota por la que había salido corriendo sin mirar

Continuamos pero vi como Jason me miraba con esa cara de querer saber algo, y entonces se lanzó:

-Se te dan bien lo niños, eh - me dijo acercándome a él

-Supongo que he aprendido después de tanto años - le dije - Wyat es todo para mi y solo quiero darle la mejor vida posible

Él me besó el pelo y me acercó a él aun más si cabía.

- Desde que mi madre nos abandonó y se fue de casa mi padre y yo hacíamos un buen equipo para cuidar a Wyat - le conté como si estuviera hablando con una amiga - hasta que mataron a mi padre que tuve que hacerlo sola

-¿mataron a tu padre? - me preguntó quedándose parado en medio del paseo - Espera, ¿Thomas era tu padre? - hiló en un segundo

-Si, falleció hace unas semanas y ahora me toca a mi seguir adelante por mi hermano... - le dije con tristeza en mi mirada - ¿Por qué me lo preguntas?

-Conocía la noticia de la muerte de este periodista pero no sabía que era tu padre Emma, lo siento... - me dijo acariciándome la mano

-La policía esta investigando quien pudo hacerle esto a mi padre y a nosotros... - le amplié

-¿La policía? Leí que no tenían nada de donde tirar... - me dijo

-Y no lo había hasta que recordé ver un coche negro en casa ese día cuando volví a por un trabajo de la Universidad... - tuve que parar a recobrar un poco el aire - espero que cojan a ese hijo de puta que nos hizo esto

-Estate tranquila, seguro que ese hijo de puta tendrá su merecido... - y me abrazó con uno de esos abrazos que llegan a lo más profundo

Al rato de seguir paseando quise saber.

-Oye y ¿tu? ¿Quieres formar una familia algún día? - esa podríahaber entrado en las diez preguntas del juego de la noche anterior

-¿Hijos? ¿Casarme?... Eso no es para mi Emma - me soltó

-¿Ah no? ¿Y que es para ti? - le pregunté

-Dedico mucho tiempo a mi trabajo, así que no tengo tiempo para dedicárselo a una mujer - sonó triste

-¿Y que estas haciendo ahora mismo? Dedicarle tiempo a una mujer ¿no? - lancé mi primer órdago

-Esto es diferente, no te quedarías a mi lado si esto se extendiera en el tiempo Emma - concluyó

No se porqué pensaba que me iría de su lado, bueno quizás podía intuirlo, era un hombre con negocios que cerraba a altas horas de la madrugada, con chicas semidesnudas y sabía que eso no tenía nada que ver con vender pisos, y supuse que iba por ahí.

Al rato olimos a pizza en un puesto callejero, y nos miramos.

-Déjame llevarte a un buen italiano - me dijo

-No, esto esta bien - le dije tirando de su mano hacía el puesto de comida

Se dejó convencer y pedí un par de trozos de pizza y pude pagar en un movimiento rápido antes de que lo hiciera él.

Volvimos al coche y ya habíamos terminado de comer, así que pusimos rumbo a casa. Cuando entramos comenzó a sonarle uno de los dos teléfonos que siempre llevaba encima, miró la pantalla y me miró a mi.

-Tranquilo, cógelo - le dije mientras me encaminé al sofá

Él se fue contestando la llamada y volvió a meterse en la oficina donde lo vi con Drew, supe que estaría un rato trabajando porque Jason no paraba de trabajar ni siquiera un fin de semana, así que me puse las gafas y decidí terminar de gestionar el papeleo de mi padre.

Unas dos horas más tardes estaba concentrada en guardar una copia de documento de defunción de mi padre que tendría que enviarle a la oficina de gestión de propiedades para que la casa y los suministros de agua y luz quedasen a mi nombre y así poder pagarlos de forma regular, cuando estaba releyendo el documento de mi padre entro Jason con dos copas en la mano.

-Perdona mi tardanza - me tendió la copa mientras me sonreía

Aparté un segundo la tablet para coger la copa y beber un sorbo pequeño.

-Gracias Jason - le dije con sincera gratitud

-¿Que hacías? Parecías muy concentrada leyendo - dijo activando su modo cotilla

-Papeleos que odio - le informé

-¿Papeleo? ¿Sobre que? - siguió indagando

Le tendí la tablet para que el mismo leyese. El cogió la tablet mientras me miraba con el ceño fruncido. Se puso a leer y veía como sus ojos iban leyendo línea tras línea del documento.

-¿Puedo ayudarte en algo? - me dijo tendiéndome de nuevo la tablet

-No tranquilo, ya he acabado - dije dejándola en la mesa - Esta noche trabajo - le informé

Entonces sonrió y negó con la cabeza.

-Jason... tengo que ir - le dije más seria esta vez

-El fin de semana eres para mi - y entonces me estrechó contra su cuerpo y yo me dejé llevar.

La mafia y élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora