Donde escribo historias de Pedrito porque no me pude contener.
o
Donde Wattpad no me da suficiente contenido.
No me juzguen.
PROHIBIDA LA COPIA/ADAPTACIÓN/TRADUCCIÓN DEL CONTENIDO EN ESTE LIBRO.
Si lo haces, me enteraré
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━━━━━ ☾☽ ━━━━━
Pedro, ante situaciones un tanto delicadas, podía ser todo menos serio. Aún no podías entender cómo habías aceptado ayudarle a ensayar sus líneas.
- Pedro... - murmuraste entre risas. Aunque amabas su sentido del humor, estar sentada durante tres horas, te volvía un tanto desquiciada.
- Dime, cariño - preguntó interesado, volviste a soltar una risa al ver su postura, el libreto cubriendo su rostro y dejando libre sus ojos cafés. Amabas cuando te miraba así, tan él, podías ver el brillo que emanaban y te sentías feliz de saber que era por ti.
- ¿Podemos tomar un descanso? Estoy harta de este asiento - mencionaste mientras hacías una mueca.
- ¿Tal vez podamos hacerlo en la cama? - respondió con interés y un toque de picardía, mientras se levantaba de su asiento.
- ¿Qué vamos a hacer en tu cama? - preguntaste riendo.
- La lectura, ¿no es obvio? - mencionó con sarcasmo mientras se golpeaba ligeramente el rostro con el libreto.
- Sí, la lectura... - rodaste los ojos mientras sentías el alivio en tus piernas al levantarte.
- A menos que... - en cuestión de segundos te tenía atrapada entre su cuerpo y la mesa - quieras hacer algo. Estoy abierto a opciones... - mencionó antes de acunar tu rostro entre sus manos y besar tus labios de manera delicada.
- Creo que... - murmuraste mientras tocabas ligeramente sus brazos - se me ocurre algo - sonreíste para luego morderte el labio.
' Lo que tú ordenes, mi vida ' - murmuró Pedro antes de besarte de nuevo.
- ¡Oh, vamos! - jadeabas - puedes hacerlo más rápido - tu voz se entrecortaba ante el esfuerzo.
- Bueno, ya no soy tan joven como lo era antes, es algo comprensible - mencionó un Pedro sudoroso y cansado.
- ¡Vamos, Pedro! Por favor - suplicaste a gritos. Pedro rodó los ojos.
- ¡Claro, como yo estoy haciendo todo! - se quejó.
- ¡Oye! - le regañaste al sentir un golpe en tu cabeza.
- Lo siento, cariño. No medí la fuerza - comentó mientras continuaba con su labor.
- ¿Ya casi? - preguntaste al sentir tus piernas adoloridas nuevamente.
Pedro soltó un gruñido, lo cual te hizo reír.
- Ya estoy a nada... - jadeó mientras se movía con brusquedad - ¡Lo tengo! - gritó con entusiasmo.
Aplaudiste mientras veías a Pedro bajar de las escaleras.
- Gracias, cariño - mencionaste para luego besar su mejilla.
- ¿Cuál gracias? - preguntó dolido - casi muero tres veces, todo porque mi ayudante no sostenía bien las escaleras.
- Lo siento, cariño - murmuraste, logrando que riera al ver tu rostro.
- Me debes una... - mencionó entrecerrando los ojos, a lo cual asentiste frenéticamente.
- Amo que me hayas ayudado a limpiar el ático - comentaste, haciendo que rodara los ojos y ante ellos le abrazaras, sabiendo que, él había limpiado todo - ¡Ahora solo falta reacomodar las cosas!.
La cara de Pedro era indescriptible, de no ser porque sabías las consecuencias, hubieras tomado una foto de su rostro.
- ¿Qué? - mencionó luego de salir de su estado de Shock - ¡No, dejémoslo así! - reíste ante lo dicho.
- ¿Primera vez? - preguntaste antes de que él estallara de risa.
