𝕾𝖍𝖆𝖒𝖊𝖑𝖊𝖘𝖘 | 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴. 𝘱𝘦𝘥𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘴𝘤𝘢𝘭

𝙧𝙚𝙨𝙘𝙖𝙩𝙚 | 𝘑𝘢𝘷𝘪𝘦𝘳 𝘱𝘦ñ𝘢

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Eran alrededor de las tres de la mañana cuando el teléfono de Javier Peña comenzó a sonar con mucha insistencia.
Maldijo a la persona que lo había despertado de su profundo sueño.

— Peña — murmuró con voz somnolienta mientras pasaba su mano libre por su rostro.

— Tomaron a otros rehenes — la voz de Murphy se escuchaba cansada.

— Bien... — suspiró — lo veremos al rato — mencionó con fastidio y dispuesto a colgar.

— Peña... — su compañero lo llamó de nuevo — secuestraron a la hija de Gaviria.

Aquello hizo que Javier se tensara y se levantara de su asiento.

— ¿Qué dices? — comentó con evidente enojo — ¡Mierda! — cortó la llamada, para luego buscar su vestimenta y salir de su hogar.

La velocidad del auto rebasaba los límites permitidos, sin embargo, lo único que le preocupaba era el bienestar de la chica.
En menos de diez minutos, su auto se encontraba mal estacionado pero había llegado tan pronto a la base.

— ¿Dónde mierda está? — gritó a las pocas personas que se encontraban en el lugar, entre ellas se encontraba su compañero Steve, este con la mirada lo guió hacia uno de sus compañeros, quien se encontraba algo herido.

Antes de que pudieran evitarlo, Javier había propinado un golpe en cada mejilla de su compañero.

— ¡Tenías un puto trabajo! — comentó Peña mientras lo tomaba de su uniforme.

— Agradezco la pasión por su trabajo, agente Peña — de entra las sombras apareció el Presidente Gaviria — pero me resulta extraño su ferviente comportamiento ante la delicada situación de mi hija.

Aquello había tomado por sorpresa a Javier, no pudo evitar sentirse nervioso.

Javier y (t/n) habían coincidido en las múltiples reuniones entre su padre y los agentes de la DEA.
Desde el primer momento que la vio, no pudo evitar sentir una onda de sentimientos apoderarse de él, aquello comenzó con ligeras miradas ocasionales, luego evolucionó a pequeñas charlas después de las reuniones con el presidente pero luego, la situación evolucionó aún más.

¿Cómo podía decirle al presidente que se encontraba cabreado porque secuestraron a la chica con la que compartía sentimientos?

¿Cómo podiar decirle que cada noche, su hija se escabullía de su hogar para tener encuentros íntimos con un agente de la DEA?

— Presidente... — alcanzó a murmurar, intentado aclararse la garganta. Steve, en su interior, moría por carjajearse ahí mismo pero ante la situación, prefirió evitar un problema más.