𝕾𝖍𝖆𝖒𝖊𝖑𝖊𝖘𝖘 | 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴. 𝘱𝘦𝘥𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘴𝘤𝘢𝘭

𝙖𝙨𝙞𝙨𝙩𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙙𝙚 𝙞𝙢𝙖𝙜𝙚𝙣 | 𝘱𝘦𝘥𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘴𝘤𝘢𝘭

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⚠️Tomar precaución, contenido sexual ⚠️

❝  Ser discretos es nuestro asunto. Pero quiero que grites mi nombre hasta que todos sepan nuestro pequeño secreto. ❞

Cada mirada, cada suspiro, tenían nombre y apellido.
Realmente nunca pensó que aquella fantasía absurda, podría convertirse en realidad en menos de dos meses.

Lo había mirado, bastante atractivo y fuerte para su edad. Ni siquiera podía dejar de mirarlo, múltiples veces sus miradas coincidían pero ninguno hacia nada por apartarlas y dudaban mucho en querer hacerlo.

Cualquier acto que aquel hombre realizara, se llevaba suspiros internos de todas las presentes. No estaba de más mencionar que era uno de los hombres más aclamados del año y por supuesto, de los más atractivos.

— ¡Asistente de imagen! — mencionó el director, ocasionando que la chica saliera de aquella burbuja, indicándole con las manos que se acercara.

Tragó en seco antes de caminar con falsa seguridad. Sus pasos se volvieron indicisos al sentir la preferencia de aquel hombre.

— Por favor, arreglale la vestimenta  — comentó este antes de alejarse. La joven le dio una mirada buscando aprobación para tocarlo, este asintió con una sonrisa encantadora, que haría derretir a cualquiera.

Con sumo cuidado arregló su camisa, agregándole polvo extra, haciéndola lucir más percudida de lo que se encontraba para las siguientes escenas. La diferencia de altura era abismal, este al notar que la chica batallaba, se acercó a ella, Pedro sabía lo que hacía, la propia chica lo sabía.

Ambos podían sentir sus respiraciones tan cerca, como si fueran uno solo. Si alguna otra persona, fuera del círculo los viera, pensarían que se trataba de alguna escena indecorosa.

— Vainilla... — mencionó por primera vez, logrando una mirada confundida en la chica
— Me gusta... — continuó, haciendo referencia a la loción de esta. La joven solo pudo regalarle una sonrisa nerviosa y el color carmesí en sus mejillas. Este sonrió maravillado, sintiendo algo apoderarse en su interior.

— ¡A rodar! — interrumpió el director. Pedro agradeció ante la atención y antes de retirarse, volvió a mirarla, regalándole de nuevo una sonrisa.

Aquello había sido extraño para ambos, más de lo que pudieran creer. Tanto Pedro como la chica, continuaron con sus respectivas rutinas, cuando era tiempo de arreglar su imagen, antes de que se lo indicaran, Pedro se encontraba a su lado.

Con el paso del tiempo, la convivencia fue mejorando, ahora tenían conversaciones más profundas y Pedro, aunque quisiera negarlo, siempre deseaba que la chica se encargara de su imagen.