━━━━━ ☾☽ ━━━━━
Joel podía ser un testarudo, gruñón y antipático. Realmente detestaba cuando le llamaban por su apellido, o por su nombre. En general detestaba cuando tenía que interactuar con personas. Tal vez era su actitud tan reservada y tosca que lo volvía atractivo.
Pero no podía negar que, cuando se trataba de ella, movía cielo, mar y tierra con tal de verla feliz y ni siquiera podía ocultarlo, quería hacerla feliz.
— ¿Podríamos conseguir un par de fresas? — preguntó esta con una sonrisa.
— ¿De dónde sacaremos fresas? — preguntó interesado. Su rostro pasó de ser divertido a irritado — ¡Oh, no, ni lo pienses! — comentó al ver la expresión divertida en el rostro de la chica — No lo digas, por favor... — suplicó — ¡Bill me odia! Ese hombre busca cualquier motivo para incrustarme una bala en la cabeza. ¡Lo siento pero es un rotundo no!.
Joel golpeaba su cara frente al volante, estaba realmente jodido. Ni siquiera podía entender cómo una chica, menor que él, podía hacerle cambiar de opinión tan rápido.
La pandemia solamente llevaba cuatro años Cuando se conocieron Joel tenía tan solo treinta y nueve, cuando se encontró con la chica. Desde entonces, ambos se habían anclado el uno al otro, tomando en consideración que este puso toda su resistencia y al final, terminó cediendo.
— ¡Estoy lista! — comentó la chica mientras se subía a la camioneta con entusiasmo. Joel rodó los ojos pero no pudo negar sentirse fascinado al ver aquel brillo en sus ojos. Suspiró levemente, tratando de ocultar aquel repentino momento como si fuera algo aburrido pero ante la chica, nunca podría delatar sus propios sentimientos, considerando que, ya era demasiado viejo para eso.
La camioneta se puso en marcha, el silencio era de lo más acogedor, no hacían falta las palabras para saber que se encontraban a gusto estando juntos. Sin embargo, Joel, miraba a la chica por el rabillo del ojo, al escucharla, levemente, tararear una canción. Una ligera sonrisa apareció en su rostro mientras se dejaba guiar por la música que producían sus labios.
Joel volvió a mirarla, manteniendo la vista tanto en el camino como en ella, pudo observar como su cabello y piel brillaban ante los ligeros rayos de sol, como sus manos simulaban el ritmo de la música pero donde sin duda se perdió, fue al mirar sus labios, estos se movían tan despacio que los hacia mirarse regordetes, incluso más de lo que estaban.
Este sacudió su cabeza para luego mirar el camino, preguntándose cuánto tiempo llevaba ya mirándola y agradeciendo no haberse estrellado en el camino.
— Espera — comentó Joel deteniendo el auto en el proceso. La chica lo miró sin comprender — ¿Eso era Britney Spears? —
Aquello la hizo estallar en risas, Joel no pudo evitar ruborizarse, aún no comprendía cómo su mente podía cambiar tan rápido de tema pero no pudo evitar sonreír al verla reír. Tal vez era su compañía o su risa contagiosa, que en cuestión de segundos, Joel se había unido ante su comentario poco común.Las risas se detuvieron al ver la preocupación en el rostro de Joel.
— ¿Qué sucede? — preguntó esta mientras se acomodaba en su lugar. Joel la miró por un momento antes de intentar de nuevo — ¿Joel?.
— El auto no enciende... — aquello los había tomado por sorpresa, considerando que se encontraban a la mitad del camino, tanto de su hogar como de Bill — Mierda... — murmuró lamentándose por tomar aquella decisión.
— Podríamos ir caminando a casa de Bill — propuso la chica.
— ¡No! — aquello la hizo sobresaltar — Está oscureciendo, no te arriesgaré a caminar en la oscuridad. Podemos buscar un lugar para pasar la noche y en la mañana iniciamos nuestro recorrido — antes de que la chica pudiera protestar. Joel se había bajado de la camioneta y tomado su arma comenzando a caminar fuera de la carretera.
— Lo siento, Joel — comentó esta mientras caminaban — Si no te hubiera convencido de ir con Bill por fresas, aún estuviéramos en casa.
— ¡Oh, por supuesto que no! Te las hubieras arreglado para salir y conseguir tus fresas — aquello le hizo reír — Lo importante es que estamos juntos.
De no ser porque la noche comenzaba a caer, Joel hubiera sido delatado por sus propias mejillas coloradas. No sabía lo que le sucedía, simplemente era torpe cerca de ella, al hablar, sus palabras se perdían, este creía que era la vejez llegando a su vida, Tess por el contrario, creía que estaba enamorado.
Podía sentir el calor de la chica, justo a su lado, podía mirar la diferencia de altura, esta a duras penas lograba rebazar sus hombros, pero no le incomodaba, le gustaba.
La chica agradeció cuando logró tirarse en uno de los muebles de una casa abandonada, claro, luego de que Joel diera el visto bueno y que se encontraban a salvo.
Joel la miraba desde el marco de la puerta, podía sentir sus manos sudorosas y su respiración levemente agitada, creía que simplemente se trataba del calor de la noche.
— ¿Todo bien? — preguntó la joven, viéndolo estático en el lugar. Este pareció salir de aquel trance y caminó hacia ella. Esta le hizo un espacio en el mueble para que Joel pudiera sentarse.
— Simplemente estoy cansado y tengo jaqueca — aquello no era del todo mentira, ya no era aquel hombre cuando inició la pandemia pero tal vez, simplemente exageraba.
Su cuerpo se tensó al sentir las manos de la chica, acariciando su rostro, podía sentir su respiración tan cerca de su cuello que le ocasionaba cosquillas y erizaba su piel.
— Lo siento, ¿te incomodé? — preguntó esta al sentir un leve movimiento. Joel la miró a los ojos, pudiendo notar aquel brillo en ellos. Negó con una sonrisa leve, dejando que esta volviera a poner sus manos en él y masajeara suavemente mientras cerraba los ojos.
Joel en ese momento parecía una roca, le gustaba sus manos en su rostro pero también le gustaba la comodidad, algo que para la chica era un tanto cansado ante la posición que se encontraba.
— ¿Mejor? — preguntó de nuevo, este abrió los ojos para darse cuenta de la cercanía en sus rostros. No pudo evitar tragar en seco, sobretodo al tener sus labios a centímetros de él. Tal vez era la confianza o simplemente la comodidad pero ninguno podía apartar la mirada del otro o tal vez, no querían.
— Mucho mejor — respondió con sinceridad, viendo como una sonrisa se formaba en el rostro de la chica. Esta, sutilmente acariciaba su rostro con la yema de sus dedos, Joel sonrió de vuelta, justo antes de besar sus labios con delicadeza, podía apostar incluso, que sus labios sabían mejor que las fresas.
Tal vez Tess tenía razón, simplemente se comportaba como un tonto por estar enamorado.
━━━━━ ☾☽ ━━━━━
Nota:
No podía dejarles sin contenido.
ESTÁS LEYENDO
𝕾𝖍𝖆𝖒𝖊𝖑𝖊𝖘𝖘 | 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴. 𝘱𝘦𝘥𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘴𝘤𝘢𝘭
FanfictionDonde escribo historias de Pedrito porque no me pude contener. o Donde Wattpad no me da suficiente contenido. No me juzguen. PROHIBIDA LA COPIA/ADAPTACIÓN/TRADUCCIÓN DEL CONTENIDO EN ESTE LIBRO. Si lo haces, me enteraré