Donde escribo historias de Pedrito porque no me pude contener.
o
Donde Wattpad no me da suficiente contenido.
No me juzguen.
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Si lo haces, me enteraré
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Podías mirar a cada persona disfrutar del festival, sin embargo, tu alegría y atención estaban concentrados en aquellas bebidas Realmente no llevabas la cuenta de cuántos llevabas, simplemente habías dejado de contar en el después del número cinco.
No había quejas o excusas, te gustaba.
Veías a las personas caminar y caerse de lo ebrias que se encontraban, no pudiste evitar reír ante el camino que en unas cuantas horas llevarías. Tu atención se concentró en aquel hombre con aspecto vaquero. Trataste de alejar todo el alcohol que nublaba tu juicio al escuchar la serie de oraciones que salían de sus labios.
— Podrías montarme toda la noche si lo deseas, tengo experiencia... — aquello no solo te había tomado por sorpresa, si no también la bofetada que este recibió, dejándolo sin palabras.
No pudiste evitar reír al ver como la chica se alejaba de aquel hombre mientras este mantenía una postura de impotencia mezclado con vergüenza. Te regaló una fría mirada.
— Lo siento... — murmuraste a duras penas, tratando de contenerte — es la cosa más estúpida que he escuchado. Este rodó los ojos antes de alejarse del lugar con irritación.
Lo miraste alejarse con cierta seguridad, como si nada de eso hubiera sucedido. Encogiste levemente los hombros mientras tomabas de tu bebida. Sin contar lo sucedido, el hombre era bastante atractivo, espalda ancha, brazos fuertes y piernas, a juzgar por sus pantalones levemente ajustados, tonificadas. Un acento de ensueño y una sonrisa carismática; pero bastante imbécil, también.
La noche comenzaba a caer, luego de aquella escena, habías considerado que aquella bebida sería la última. Podías mirar con desagrado a las parejas intentar atragantarse entre ellas, realmente nunca entendías cómo podía haber tantas personas demostrando su afecto sin problema alguno.
— ¡Hey, nena! — comentaron cerca de tu oído, no pudiste evitar tensarte al sentir aquella presencia extraña muy cerca de tu cuerpo. Al mirarlo, pudiste notar a un chico rubio y bronceado, este, evidentemente se veía intoxicado — Vamos a bailar... — susurró lo suficientemente cerca para hacerte retroceder. Negaste con la cabeza pero este hizo caso omiso y posó sus manos en tu cintura.
Los intentos por quitarlo de encima eran nulos y las personas cerca del lugar estaban tan absortas en su ambiente, que no parecían percatarse de lo que sucedía.
— ¡Ya, suéltame! — gritaste al sentir sus labios en tu cuello mientras lo empujabas.
— Tranquila, nena — se alejó levemente — toma un poco, la pasaremos bien... — comentó antes de extender un poco de droga. Lo miraste unos segundos pero este de nuevo se abalanzó con el objetivo de llegar a tus labios, a pesar de tus constantes negaciones.
Sentiste la liberación de tu cuerpo antes de escuchar un quejido y algo caer. Cuando abriste los ojos, pudiste ver al chico, tendido en el suelo, mientras se tocaba el rostro y gritaba con enojo. Pudiste divisar al vaquero, que parecía frenético y causante de aquel momento. Este te miró por unos momentos, como si sus ojos intentaran descifrar si te encontrabas bien, con una leve sonrisa asentiste, en respuesta suspiró antes de detener, de nuevo, al chico, quien se abalanzó dispuesto a pelear.
— Modales, caballero — murmuró antes de tumbarlo de nuevo en el suelo. No pudiste entrecerrar los ojos al escucharlo y ver cómo un grupo, que parecían ser amigos del chico, se acercaron de inmediato a auxiliarlo — Yo que ustedes lo pensaría mejor — comentó con aires de grandeza, estos miraron a su amigo, levemente golpeado. Este murmuró un ❝ vámonos ❞ y aquel espectáculo acabó, regresando todo a la normalidad — ¿Estás bien? — preguntó con cierto tono de dulzura.
Asentiste.
— Gracias — comentaste con una sonrisa y este te la devolvió gustoso — Toma, se te ha caído durante la pelea — extendió su brazo, revelando tu pulsera. Frunciste el ceño antes de tomarla.
— ¿Puedo? — preguntó al ver que batallabas para poder cerrar el broche. Rendida y con media sonrisa aceptaste. Aunque no lo supieras y este nunca lo dijera, sintió una especie de deja vú y su corazón latió con más fuerza al ver una sonrisa sincera en tu rostro.
— Gracias — volviste a comentar mientras este reía. Desde aquel momento no pudo despegar su mirada de ti, algo que tú no pasaste desapercibido — ¿Así que, modales? — preguntaste frunciendo el ceño. Este pareció no captar, hasta que recordó lo que había sucedido momentos atrás.
— Claro, un caballero siempre debe tenerlos — no pudiste evitar reír escandalosamente al escuchar aquello, algo que le pareció relativamente tierno — ¿Qué sucede? — preguntó extrañado.
— Tus modales desaparecieron cuando estabas con aquella chica — comentaste con obviedad. Este pareció reflexionar.
— Tal vez me sobrepasé un poco. Pero no volví a insistir — aquello te hizo mirarlo y no pudiste evitar pensar en lo lindo que sonreía, algo que evidentemente te desconcentró — Jack, Jack Daniels — comentó de la nada mientras extendía su mano. Reíste ante su acción mientras tomabas su mano.
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Nota:
Me desaparecí unos días, una disculpa.
Pero les tengo buenas y malas noticias:
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