14. Fiesta (parte dos)

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Su novia.

Ex novia.

Alguien pellizqueme y díganme que no es verdad. Miro a Edmund y él... él la mira nervioso ¿Porqué me duele? ¿Porqué se siente como traición?

Grace, la rubia despampanante. Se echa a reír ruidosamente.

— Quita esa cara, ahora solo somos amigos, ¿verdad Eddie? —. Odio que le diga Eddie, no es su nombre. Ella le pasa una mano por el pecho. Edmund no dice nada. NO DICE NADA. lo siento como traición, me siento mareada y no quiero verlos, estoy mal.

— Compermiso, necesito ir al baño — me excuso. Salgo del salón secundario, paso por medio de la gente. Solo quiero aire fresco, quiero nada más poder llorar en silencio. Así que salgo al jardín. El frío me golpea de frente. A pesar de que no llueve, la baja temperatura me cala los huesos. Me abrazo a mi misma, siento un dolor punzante en el pecho, me cuesta respirar. Me siento tan tonta, tan pequeña, tan ....

— ¿Qué haces aquí? — la voz de Zion me hace dar un respingo, me doy vuelta para verlo. El me mira con el entrecejo ceñido.

– ¿Porqué lloras?– pregunta acercándose a mi, puedo sentir su aliento alcoholizado. Y ni siquiera me había dado cuenta que tenía lágrimas rodando por mis mejillas. Las trató de limpiar. Yo no lloro, no soy de lágrimas ¿Qué me pasa?

– ¿Qué te hizo Edmund? – pregunta alzando su mano y quitando rastros de lágrimas de mi rostro. Agacho mi mirada, ¡Dios! Me estoy congelando... no contesto.

– Ven, entremos. Esta muy fría la noche ‐ dice y yo niego. No quiero volver con Edmund.

Mi labio inferior comienza a titiritear, Zion lo nota. Se quita su saco y lo pasa por mis hombros.

– ¿Qué pasa pelirroja? Pareces un corderito asustado – dice, esa frase me hace reír. Edmund me dice ciervo asustado.

Tienes un terrible fetiche con compararlos Anna.

– Pelirroja, no llores. Yo se que todo esto es muy fuerte para ti. Pero no finjas más. Conmigo puedes ser tu misma – dice acomodandome un mechón del cabello.

– Conocí a la ex novia de Edmund, Grace – respondo arrugando la nariz, evitando que se me salgan los moquitos.

La perfecta y hermosa Grace.

Zion se tira una carcajada como las que siempre esboza. Lo miro seria, no me parece gracioso.

– ¿Es eso? Anna... no, Grace no significa nada para Edmund, nuca significó, no te aturdas por eso – dice tan sereno.

– ¿Como estas tan seguro?

– Mira, Edmund y yo podremos llevarnos mal, nos retamos y somos como dos fuegos explosivos, pero yo lo conozco. Ed jamás ha tenido ojos para nadie desde...

Zion se queda a medias. Como si hubiese dicho algo malo, se tensa. Su expresión cambia, ya no se ríe.

– No te detengas ¿Qué ibas a decir? – pregunto. Hay secretos rondando a Edmund y esta casa, parece que fue algo terrible porque nadie dice nada.

– Olvídalo. Solo tienes que saber que Grace no significa nada – dice como si le doliera aceptarlo.

– Si eso es así.  ¿Porqué estaba nervioso? ¿Porqué la mirada raro? –. Es que no entendía su actitud.

Zion entrecerro los ojos. Me inspecciona el rostro y me pone un poco nerviosa.

– Estás celosa...

Si, lo estamos.

ANNA ES MÍA(completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora