42. Fin de año.

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Hello! Hoy quise traerles otro cap, estoy de buenas jejeje. Y esta larguito, así que disfrútenlo :') estamos llegando a la recta final y pues no estamos listos para despedir a Anna y Edmund  o ¿si? Ojalá y sean felices ¿o no? Jejeje

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Anna

No era tonta. Algo pasó o pasaba entre Zion y Roke. Se que al principio fui yo quien lo ánimo, porque sabía que a Roke le gustaba él, pero ahora no estoy tan segura de querer que él este con ella.

– ¿Qué pasa corderito? – pregunto Zion en forma de burla, lo mire seria. Llegamos a la sala, cruce mis brazos.

– No quiero que lastimes a Roke. Es una niña buena, no quiero que la tomes como un juego, no se lo merece– dije con voz autoritaria. Zion lanzó una sonrisita de esas que me daba siempre que me retaba.

– Roke no es una niña, tiene tu edad, no te ofendas Anna, pero es mi vida personal y lo que haga con ella no te interesa–. Me enfado aún más. Me acerqué a él con mi dedo amenazante.

– ¡No seas idiota! Crece de una vez, no puedes ir por la vida creyendo que todo es un puto juego. Si te acuestas con Roke, ella se va a enamorar de ti, probablemente ya lo esté. Así que no lo jodas, si quieres algo con ella espero sea formal. Además, es la empleada de Edmund y no creo que a él le haga mucha gracia que tu te acuestes con ella– mi tono de voz implacable. Zion me miró con ojos muy abiertos y luego sonrío.

– Creo que hoy te hagas ganado otro apodo, hoy te llamaré leoncita, felicidades ya no eres un corderito – dijo en tono burlon. Puse los ojos en blanco.

– Eres imposible – dije resignada.

– Anna, tranquila. No pienso lastimar a nadie, Roke me gusta pero no creo poder tener una relación seria con ella, si ella quiere una noche o dos o tres o más de sexo, se lo daré pero nada más. No soy de compromiso y esas son mis reglas– dijo el sentándose en el sofá. Comenzaba a salir el sol, suspiré.

– No la lastimes, si no puedes tener algo serio con ella, no tengas sexo con ella, porfavor– diciendo esto último, subí a mi habitación.

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Estaba tan feliz, hoy al fin era fin de año. Era el primer año para mi celebrando en familia y plenamente feliz. Era el primer año en cinco años para Edmund en celebrarlo también.

Leani se volvió loca con la preparación de la comida junto con Roke. Les dije que les permitía preparar todo, pero si se nos unían a la cena como parte de la familia, aceptaron.
La mesa estaba magestuosa con los platos y cubiertos de plata, las copas finas y los arreglos florales con lirios y pascuas perfectamente combinadas. Yo estaba dándome los últimos toques. No quería llevar un vestido, hacía mucho frío y tampoco quería usar tacones todavía. Así que opte por un pantalón negro de tela suave y hogalda cintura alta, combinado con un top aperlado con destellos brillantes en forma de corazón en el área de los senos, dejando mis hombros desnudos. Mi cabello atado en una coleta alta, labios rojos y unas botas bajas que combinaban muy bien.

– ¡Wow! ¡Te vez hermosa!– dijo Edmund cuando me vio. Recorrió con sus ojos todo mi cuerpo, como si quisiera comerme y me sonrojé. El se miraba fenomenal. Llevaba una camisa blanca sencilla de botones, pegada al cuerpo, pantalones negros pegados a sus perfectos músculos. Zapatos de charol negros.

– Tú estas muy guapo – respondi. El me atrajo hacia el, beso mi mejilla, mi cuello, el lóbulo de mi oreja, pero no mi boca.

– Por más que quiera comerme tu preciosa boca, ese labial rojo se ve espectacular – dijo con esa voz profunda que siempre me erizada.

ANNA ES MÍA(completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora