ANNA ES MÍA.

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Hola <3
Bueno, aquí estoy otra vez. Creyendo en mi para escribir esta historia, creyendo en vos que te va a gustar, espero que podas darle una oportunidad a Anna y Edmund.
Espero poder contarte una historia que ames y que te enganche.
Espero podas votar, comentar, opinar, SOS libre de hacerlo :)
Anna es mía, se desarrolla en una ciudad que no existe, todo es ficticio, pero trataré de hacerlo agradable :)
Habrá muchas cositas Hot *se pone roja* y muuuchaaas cositas cute*se pone nerviosa* jeje.
Ahora si, te dejo el prólogo. Besos, pam.

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Prólogo

Solo tengo diez minutos para escribir en mi diario, miro el gran reloj que esta en frente de mi, colgando de la pared blanca. Suspiro. Las demás chicas están ya alistandose para dormir. Algunas leen, otras solo están idas en sus camas mirando al techo. Estamos organizadas en grupos de cinco, de mi grupo, yo soy la mayor.

Soy Anna, solamente Anna no tengo apellido ni segundo nombre, nadie aquí lo tiene. Llegamos a la mansión "las esposas complacientes" a edades muy pequeñas, nadie sabemos de donde venimos, quienes son nuestros padres o si tenemos alguno. No sabemos cuál era nuestro nombre real, o si nuestros padres alcanzaron a ponernos uno, no sabemos si fuimos robadas, vendidas o intercambiadas. Después de unos años dejamos de pensarlo y preguntarlo, por dos razones:
1- Las sabias nos castigan en el cuarto oscuro por algunos días, sin comer y sin ver la luz.
2- lo vamos olvidando, resignandonos a la vida que nos tocó vivir.

La mansión la dirige Madame Dorothea, es una mujer imponente, muy guapa, siempre se viste con ropas elegantes, joyas, no se su edad, pero no parece muy mayor, tal vez este en sus cuarentas. No lo , después de ella están las sabias, un grupo de mujeres que nos enseñan todo. Están divididas en: sabias de educación intelectual, sabias de educación personal y sabias de educación complaciente. Básicamente nos enseñan a como hablar, movernos, vestirnos, seducir, ser señoritas de sociedad, como comer con cubiertos, agarrar una copa de cierta manera, caminar bien, decir que si a todo, no llorar, nos hablan abiertamente de la sexualidad, las cosas que podemos hacer con nuestros futuros esposos, las cosas que ellos pueden sugerir, como fetiches, y esas cosas, admito que odio ese tema, odio todo lo que tenga que ver con sexualidad, me da mucho miedo. Nunca nadie nos ha tocado, aunque sabemos como darnos placer porque madame Dorothea nos ha enseñado como utilizar nuestros dedos sin perder nuestra virginidad, pero admito que jamás lo he hecho.

Vamos avanzando por niveles. De 0 a cinco años es el cuido de las niñas, no se nos permite jugar, solamente aprender a controlar nuestras emociones, desde pequeñas. De cinco a diez años, comenzamos a descubrir porque estamos aquí, cual es el objetivo de la mansión, comenzamos las clases para ser inteligentes en temas de educación. De diez a quince años, nos comienzan a enseñar de sexualidad, porque ya hemos desarrollado, ahí nos preparan para un tipo de esposo en específico en relación con nuestras personalidad, que a pesar de ser construidas por ellas, a algunas se nos dan mejor ciertos temas que otros, hacemos ensayos, nos ponen pruebas, y eso determina que tipo de esposo merecemos. De quince a dieciocho nos enseñan a maquillarnos, a actuar como mujeres, y cuando llegamos a los dieciocho ya nos pueden elegir los esposos.

Yo, no he sido elegida aún, tengo veinte años. Si llego a los 21 años, y no me eligen, me convierto en una sabía que ayuda a las bebes de 0 a 5 años, y si aún no me han elegido a los 25 años, ellas me asignan a otra ciudad, para ser sabia o ver si me eligen, no tengo claro que pasa si jamás eligen a una chica, nunca nos lo dicen.
La mansión es enorme, tiene tres plantas grandes, todo es blanco con gris, hay cinco habitaciones donde hay cinco camas pequeñas, las paredes son blancas, sin ningún tipo de decoración, ni cuadros, solo el armario donde está nuestra ropa que no es mucha, nuestros objetos personales, las duchas están al fondo del piso, nos levantamos a las 5 am, hacemos ejercicio cuarenta minutos, luego desayunamos, y subimos a ducharnos. Luego comenzamos las clases, almorzamos, seguimos en clases, tenemos una hora libre, y seguimos en clase hasta la cena, nos turnamos para cocinar, hacer limpieza y lavar nuestra ropa.

De repente, las luces se apagan, son las 8pm. Me acomodo en mi cama, suspiro. Estoy nerviosa, mañana vienen los futuros esposos, espero que uno me elija.

A veces pienso que es por mi físico que no me eligen, la sabía Margot dice que el físico es lo más importante para gustarle a un esposo, también dice que no soy muy atractiva, dice que soy muy blanca, tanto o más que la nieve. Tengo el cabello rojo hasta la cintura, aquí no nos permiten llevarlo corto, lo podemos cortar si cuando nos vayamos con el esposo y si el lo desea. Mi cabello es abundante y es ondulado, tengo muchas pecas en todo mi cuerpo en especial mi cara, mis ojos son verdes, mis cejas son inexistentes y soy muy delgada. La sabía Elisha, que nos enseña a como vestirnos, me dice que no tengo senos y que mi trasero es bonito pero no llamativo, no entiendo a lo que se refiere, dice que es redondo, pero que no va con mi cuerpo delgado.

Vuelvo a suspirar, en fin. Me acostumbre tanto a la mansión que jamás cuestione nada, me acople perfecto, jamás fui rebelde, jamás di problemas, como otras chicas. No sé cómo será el mundo allá afuera, no tenemos televisor ni celulares, pero se como se maneja todo afuera porque nos lo enseñan. Solo quiero que un esposo me elija, pero la verdad no se que será de mi, fuera de la mansión.

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