Anna
Han pasado varias semanas, Edmund y yo nos hemos quedado con Frédéric y los demás. Edmund ha tenido que viajar por su empresa, pero dejo a cargo a Sergio. Zion, él ha estado aquí desde hace una semana planificando con André todo lo de la seguridad. André cumplió su promesa, no le dijo a nadie ni a Fiorella de mi embarazo. Me he sentido fatal, las náuseas han estado tan fuertes que me he desmayado dos veces más. Edmund se ha preocupado mucho por mi, pero le he dicho que estoy bien. André le confirmó que estoy bien, asume que es el estrés por lo que está a punto de acontecer.
- ¿Estás bien? No me gusta la palidez de tu rostro, estas delgada y tienes ojeras. Porfavor Anna, te lo suplico, necesito protegerte. Estamos a tiempo de irnos de aqui- dijo Edmund tomando mi mano. Suspiré, me duele verlo así de mal. Pero no quiero que una noticia tan linda, lo desenfoque aún más. Si se lo digo, capaz me lleva a rastras a Nelfore sin mi consentimiento. Además, es algo arriesgado y si no sobrevivo... ¡Basta! Lo lograremos, lo sé.
- Edmund, estoy bien. Deja de preocuparte tanto, solo quiero que esto termine. Estamos a punto de lograrlo, a punto de tener éxito - dije con una sonrisa, el me miró con conflicto. Él también tenía ojeras, y su expresión era de preocupación. Se pasó la mano por la cabeza, dudando de que decir. Sabía que no me iba a convencer, atrás quedó la Anna sumisa que decía solo "si" y "no".
- Edmund, es hora- entró diciendo Frédéric. Sentí como el se tenso, apretó más mis manos. Le di una leve sonrisa, el no la devolvió.
- Te amo- dijo y beso mis manos.
- También te amo- respondi, sus ojos se abrieron en grande. Era la primera vez que se lo decía en dos semanas. Edmund se fue con Frédéric e inmediatamente me sentí vacía. Mi amor, mi protector, el hombre más guapo y hermoso, el padre de mi hijo, lo amo y no puedo esperar para ser feliz con él.
Segundos después, Zion entró a mi habitación provisional. Me sonrío picaramente, conocía esa sonrisa. Puse en blanco mis ojos.
- ¡¿Qué?! Podemos darnos unos besitos y Edmund no se enterará, piensalo- dijo guiñandome el ojo. Agarre una almohada y se la tire, falle en el intento se estrello antes de alcanzar su rostro.
- ¡Deja la violencia! ¡Apestas en ello!- dijo acercándose a mi, no pude evitarlo sonreir.
- ¿Sabes? Creí que ya habíamos pasado eso de "besar a la mujer de tu hermano"
- Grotesco. No es mi hermano, es mi medio hermano y yo soy más guapo. Además, tenía que intentarlo- dijo sentándose en la cama. No pude evitar sonreír ampliamente. Zion siempre aclararia esa pequeña información entre el y Edmund, pero he llegado a conocerlo, se que esta preocupado por mi y por el. Si no, no estaría aquí.
- ¿Como estas Leoncita? Te veo pálida y más delgada-. Su voz se volvió más suave, suspiré. Tomé su mano, el acepto la mía, me miró serio con esos ojos color miel, con el ceño fruncido era un poco más parecido a Edmund, si Zion tuviera barba, se parecería un poco más. Pensé la situación ¿Puedo confiar en Zion con la verdad? No lo sé...
- ¿Leoncita?- insistió, me había perdido en mis pensamientos. Aclare mi garganta, y lo mire fijamente, entonces supe mi respuesta.
- Estoy embarazada- solté de golpe. Y sentí como si un peso hubiese dejado mi pecho. Zion es familia, Zion es mi amigo, Zion es el hermano que no sabia que necesitaba, lo quiero mucho.
Su rostro de sorpresa, fue diga de enmarcar. Lo vi pálido, se quedó sin palabras y estaba empezando a preocuparme su falta de reacción, se quedó inmóvil.
- Zion ¿Estás bien? Te ves muy pálido...
Parece que mis palabras lo sacaron de su encantamiento. Trago grueso saliva, parpadeo un par de veces y luego sonrío. Pude ver sus ojos brillantes y una emoción que jamás había visto en ellos, lleno mi corazón de alegría.
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ANNA ES MÍA(completa)
RomanceAnna fue preparada durante toda su vida para ser "la esposa perfecta" le enseñaron todo lo que una esposa debería ser, según Madame Dorothea, la dueña de la mansión llamada "Esposas complacientes" un lugar donde los hombres podían llegar a "escoger"...