Anna
Es un día hermoso. El cielo despejado con un azul mágico que me hace vibrar el alma. El sol que se refleja en mi piel me hace sonreír. El olor a las flores mezclándose con la brisa del verano me dan paz.
Mi jugo de naranja en la mano y la fruta que Leani me sirvió en un bowl con sirup de chocolate me tienen encantada. La música de fondo resonando por todo el jardín es mágica.
Yo, tumbada en la silla de madera reclinable, adornada de unos cojines cómodos y lindos. Respirar y sentirme libre. Este momento es mío, solo mío.
– ¡Cuidado! ¡Voy al agua!–. Gritó Zion tirándose a la piscina, acto seguido me baño con el agua que salpicó para todas partes y me asusto del trance en el que estaba.
Demasiado bueno, tenía que arruinarlo.
Salte del susto, me bañe con el jugo de naranja y mi bowl de frutas salió disparado al suelo.
– ¡Zion! ¡TE ODIO!–. grite enojada. Escuche su risa maléfica desde la piscina. Menos mal tenía una toalla a la mano, comencé a limpiarme.
– No me odias, me amas en secreto–. Respondió mientas me cerraba el ojo. Lo fulmine con la mirada.
– Quisieras pedazo de estúpido, Anna es mía –. La voz de Edmund hace que vuelva mi mirada hacia el.
Oh. Mi. Dios. Que hombre más sexy.
Mi boca se abre grandemente, los lentes que llevaba para protegerme del sol, me los quito de inmediato. Con mi mirada recorro todo el bendito cuerpo de Edmund.
Edmund solo lleva un short negro pegado a sus piernas, corto. Sin camisa, sin nada más. Se ve imponente, majestuoso y jodidamente comible.
Alguien está caliente hoy...
Su torso perfectamente diseñado por los dioses, sus piernas gruesas y esa sonrisa que me derrite. Trago grueso saliva. Mi boca se siente reseca. Sólo quiero tirarme encima de él. No sé cuánto tiempo he podido resistir sin tocarlo, pero hoy quiero tocarle cada parte de su bendito cuerpo.
Wow. Relajate perver.
Se acerca a mí, a unos centímetros de mi, recoge una fresa del cesped bañada de chocolate y se la mete a la boca.
Si esto no es una película triple X, no se que es.
No puedo cerrar la boca, el me sonrie aún más. Estoy loca por el, es tan lindo. Me ha respetado, no me ha tocado pero aun así me ha demostrado cada día lo mucho que me quiere. No deja de dedicarme canciones, de decirme cuanto me quiere, ha estado tan pendiente de mis sesiones con Cali. Y verlo así me hace desearlo más.
– Hola –. Dice después de mi trance mental.
– Hola–. Respondo. Oh por Dios dime que ese "Hola" no salio así de necesitado y corrupto.
Sip, así salió Anna banana.
– Deja de verlo así Corderito, limpiate la baba – grita Zion y al fin, puedo cerrar la boca. Edmund rueda los ojos. Mis mejillas se sonrojan, Edmund me mira de pies a cabeza y se lame los labios, ese gesto envía cosquillas a mi parte baja del cuerpo. Yo llevo un traje de baño de dos piezas color azul. La manera en que Edmund me mira me intimida pero me gusta, siempre quiero que me mire así, con deseo y ganas de mi.
– No le hagas caso, tiene envidia porque a él nadie lo quiera– dice Edmund y yo me río.
– Es porque es tonto ¿No crees?– Edmund lanza su cabeza hacia atrás y se ríe, ese sonido de su sonrisa me llena el alma. ¡Dios! Es tan guapo, mis ovarios duelen.
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ANNA ES MÍA(completa)
RomanceAnna fue preparada durante toda su vida para ser "la esposa perfecta" le enseñaron todo lo que una esposa debería ser, según Madame Dorothea, la dueña de la mansión llamada "Esposas complacientes" un lugar donde los hombres podían llegar a "escoger"...