Nunca se trató de curar la herida,
sino de aprender a vivir con ella,
de amigarse con ella.
Y Emma estaba lista para intentarlo
una y otra vez, hasta alcanzarlo.
Libro #1 Al Estilo Emma
Libro #2 El Novio de Emma
Libro #3 Las Cenizas de Emma
Libro...
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—Entonces ¿qué debería regalarle a Colin? —Gillou se encontraba pasando sus dedos curiosos por la estantería de los puzzles, se detuvo a mirar a la pareja de gatos de porcelana—. ¡Emma!
—¡Lo siento! Ya te escucho. Eugene me está hablando por la misma razón —señaló su celular con su índice y siguió contestando los textos.
—¿Y es más importante él que yo? —exageró las cosas como siempre.
—Eres muy celoso —le acusó debidamente—. Debes trabajar en eso.
—No soy celoso. —Celoso y, además, negacionista— Me quejo porque Eugene está a kilómetros de ti y elijes responderle a él antes que a mí que estoy junto a ti sufriendo claustrofobia en tu diminut0 departamento.
—Ya —dejó su celular a un lado—. Regálale lo que quieras. En serio.
—Le regalaré unos tenis. Siempre usa los mismos.
—Bien. Es un buen regalo. Y tiene más de un par, solo que ama ese par.
—Espero que no apeste.
—No apesta —rio—. Yo espero que nunca se eche a perder.
—¿Saldrán hoy?
—Eh, no sé, eso quisiera. El sábado pasado no salimos.
—¿Por?
—Porque Cole aceptó la invitación de sus compañeros y salió con ellos.
—Esposa permisiva —se acostó de panza sobre el pequeño asiento cuadrado, mirando a ella. Emma rio, negando con la cabeza—. ¿Sus compañeros tienen novias o esposas?
—Eh, creo que uno de ellos es lgbtq+.
—¿Y el otro?
—No lo sé —subió sus piernas sobre el sofá, abrazó su derecha, colocando su barbilla sobre su rodilla—. No son amigos de Cole, pero él está intentando entablar una especie de amistad, por los tantos años compartiendo juntos. Fue idea mía.
—Esposa buena onda.
Emma rio.
—¿Qué?
—Mujer, seré honesto, probablemente sí soy un poco celoso —enarcó una ceja y Emma rio fuerte—. No creo ser la clase de esposo que le dice «Ve a un bar con tus amigos después del trabajo y regresa a la hora que quieras, cariño».
—¿No confías en Gael?
—Confío en Gael, no confío en los imaginarios amigos de Gael.
—No confías en los amigos que Gael ni siquiera tiene.
—Gael tiene un amigo. Se llama Jakey Miller. Y no confío en él.
Emma se echó a reír, acostándose de lado en el sofá.
