—Ya conoces a Eugene —dijo Emma al dar un salto desde la camioneta de Gen a la acera—, es un encanto de hombre. No te preocupes por nada más que elegir qué tomarás del menú —rio, entrelazando su mano a la de Gen para caminar juntas al interior del restaurante.
—Está bien. Eugene me cae bien —admitió Gen, pero su corazón comenzó a latir rápido cuando lo vio esperándolas en una mesa—, espero caerle bien también.
—Por supuesto que sí. Eugene es una persona increíble, y ahí está, esperándonos sin haber ordenado nada porque es un caballero hecho y derecho —caminaron juntas a la mesa.
Emma soltó la mano de Gen y se inclinó hacia él.
—Señorito Eugene.
—Señora Emma. —Eugene esbozó una sonrisa tan brillante como su tratamiento delantal pudo darle, se levantó de su silla y le dio un abrazo superfuerte y cariñoso—. Oh, la princesa Estela nos acompaña este día. Es un brunch de la realeza —colocó sus manos sobre la mochila, en medio del abrazo que no duró mucho más.
—Estela ¡ama! los brunch —sonrió, y giró hacia Gen—. Te diría que Gennie nos acompaña, pero, en realidad, eres tú quien nos acompaña a nuestro tradicional brunch de miércoles —hizo un sonido con la boca que se suponía que debía sonar como una corneta.
—Gennie —Eugene se le acercó y le ofreció una mano. Gen se la apretó, dándole la mejor de sus sonrisas—, lamento ser el hombre metiche que te arruina el brunch con tu mejor amiga.
—Ah —Gen se sonrojó—, está bien.
—Señoritas —Eugene estiró dos sillas hacia atrás—, perdón, señorita y señora.
Emma rio, tomando asiento al mismo tiempo que Gen.
—Grazie —respondió, colocando su mochila con Estela sobre su regazo—. Muy bien, mi niña, puedes salir, puedes salir y saludar a tío Eugene —sacó a Estela de la mochila y Eugene estiró sus brazos para ser el primero en cargarla, se sentó con Estela en una silla ubicada en paralelo.
—Dios, qué pelo más suave. —Eugene miró a Emma con la boca abierta mientras que con su mano derecha acariciaba todo el pelaje de Estela, desde la cabecita hasta la cola.
—Gracias —dijo Emma con orgullo—. La peinamos a diario.
Eugene rio y se tomó del puente nasal entre carcajadas.
—Es muy fuerte para mí que Cole actúe como actúan las personas que tienen gatos, hasta podría decirse que está en un nivel más arriba que las personas normales con gatos, con ese nuevo tatuaje.
Emma había compartido en Instagram sus tatuajes de gatos y escribió:
«Nuestro matrimonio resumido con dos tatuajes».
—Puedo asegurarte que Cole es más persona de gatos que nosotros tres juntos. —Emma sonrió.
—Se nota.
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El Renacer de Emma© #4
RomanceNunca se trató de curar la herida, sino de aprender a vivir con ella, de amigarse con ella. Y Emma estaba lista para intentarlo una y otra vez, hasta alcanzarlo. Libro #1 Al Estilo Emma Libro #2 El Novio de Emma Libro #3 Las Cenizas de Emma Libro...