—Corazón. —Colin la movió.
Emma se encontraba físicamente en su cama, mentalmente en el mundo del sueño profundo, sin embargo, sintió la segunda ola de sacudidas que Colin le dio. Abrió los ojos para verlo.
—¿Capturaste a Santa? —bromeó, ahora con los ojos entrecerrados del cansancio. Estiró sus brazos hacia arriba, desperezándose.
Colin sonrió, mirando hacia arriba sin levantar su cabeza. Emma siguió la mirada de él hasta el muérdago que estaba sosteniendo encima de sus cabezas.
—Feliz Navidad, nena linda.
Emma rio, y se abalanzó con los brazos abiertos para darle el beso que le correspondía.
—Feliz Navidad, esposo mío. —Se dieron un abrazo, y, cuando se apartaron, Emma agarró a Estela, diciendo—: Feliz Navidad, mi niña —y le dio un beso en la cabeza.
Colin le dio otro beso a Estela. Puro amor mañanero.
Y, tan sencillamente, una nueva Navidad había llegado. Una nueva y buena. Una en la que los mejores regalos no se encontraban bajo el árbol.
Se bañaron juntos para comenzar el gran día, después, se pusieron sus pijamas a juego, que consistían en pantalones y chaquetas rojas con dibujos de renos animados, con calcetines. Colin le trenzó el cabello a Emma con una trenza floja. Se respiraba el amor en cada rincón.
—¡Hora de los regalos! —Emma, con Estela en sus brazos, se sentó frente al pequeño árbol. Colin se sentó a su lado, mirando fijamente la bolsa de cartón blanco donde se encontraba lo que había elegido para ella—. ¿Quién romperá el hielo? —preguntó Emma con emoción—. Olvídalo. ¡Empieza tú!
—Eh... —continuó mirando la bolsa—, está bien —le regaló una sonrisa.
—Muy bien. —Emma cruzó sus piernas a lo indio, dejando a Estela un lado. En su pecho afloraba el entusiasmo de su niña interior. Cuando Colin le entregó la bolsa, Emma inmediatamente fue por la tarjeta navideña pegada en ella, y la abrió.
❝Mi amor por ti es un 8 volcado.
Feliz Navidad, corazón.
-Colin.
25/12/20❞.
—Oh, mi Dios. —Emma se inclinó hacia él y se dieron un fuerte abrazo. Colin cerró sus ojos y la sujetó de la parte de atrás de la cabeza, mientras Emma no paraba de decir, en medio del abrazo—: Es la mejor Navidad de toda mi vida. Tengo la mejor familia de todo el infinito Universo. Estoy tan feliz.
Colin sonrió y le dio un beso en la mejilla antes de apartarse.
—Ábrelo —la animó.
—Muy bien, ya que insistes. —Rieron juntos.
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El Renacer de Emma© #4
RomanceNunca se trató de curar la herida, sino de aprender a vivir con ella, de amigarse con ella. Y Emma estaba lista para intentarlo una y otra vez, hasta alcanzarlo. Libro #1 Al Estilo Emma Libro #2 El Novio de Emma Libro #3 Las Cenizas de Emma Libro...