27: Algo más que suerte

3.3K 549 178
                                    

Colin atravesó la puerta del edificio comiendo una galleta de chispas de chocolate como snack a las 9 p

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Colin atravesó la puerta del edificio comiendo una galleta de chispas de chocolate como snack a las 9 p.m. Tenía tanta hambre que no pudo aguantarse hasta llegar a su departamento para cenar, por lo que tuvo que sacar su provisión de galletas hechas por Emma.

—¡Oye, Oschner! —gritó Brice acercándose por detrás.

Colin volteó con su bolsa zipper de galletas.

—¿Hm? —No podía hablar. Estaba masticando.

—¿Vienes? ¿O tu esposa te espera puntual en casa? —llegó hasta Colin, detrás se acercaba Kurt.

Era sábado y, por otro intento más, lo estaban invitado a beber con ellos. Estaban a menos de un mes de acabar con su labor de asistentes, aunque, más temprano, Kurt les había dado la noticia de que pretendía quedarse con Cohen para hacer otro posgrado en la misma universidad mientras continuaba con la investigación. Colin estaba seguro de que ese posgrado tenía nombre y apellido. Lo sabía porque él había hecho lo mismo hace un año para mantenerse cerca de Emma. Por otro lado, Brice también estaba considerando quedarse, en cambio, Mónica estaba entusiasmada con la idea de hacer un posgrado en otra universidad de élite. A Colin se le carcomía el cerebro cada vez que imaginaba todo un escenario dramático en el que Harvard lo ponía en lista de espera. Cada quién con su vida.

—Eh... —mordió la galleta por pura ansiedad. Su esposa... su esposa se encontraba tejiendo amor en su cama... literalmente. Emma había empezado a tejer una gorra—. La verdad...

Joder. Probablemente esa era su última oportunidad de ser sociable.

—No hicimos planes.

—¿No Malibú? —Kurt recostó su brazo sobre el hombro de Brice para unirse a la conversación.

—No.

—¡Aleluya! —Brice levantó un brazo al cielo—. Nos encontramos en La Taberna Alemana. ¿La conoces?

—Sí.

¿Cómo no? Era una cervecería alemana conquistada por universitarios. Caminaron juntos al aparcamiento mientras Colin trataba de seguirles la conversación mentalmente, pronto se dio cuenta de que estaban hablando sobre videojuegos y eso le recordó a Eugene. Lo echaba de menos. Mucho. En serio.

Cuando subió a su camioneta, escribió un mensaje:

Colin: Perdí la cabeza y acepté ir a una pocilga de universitarios a beber con k y b. Quédate atenta a tu celular por si me da un ataque y me tienes que rescatar.

Esposita: OH POR DIOS. ESTARÁS BIEN.

Esposita: DESCONTROOOOL.

Colin: 😭

Esposita: Te amo. No bebas mucho. Debes conducir.

Esposita: Y mañana te enseño a tejer 😊 Quiero todas tus luces encendidas.

El Renacer de Emma© #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora