—Mm... Definitivamente tomaré las tostadas francesas —le indicó Emma al camarero que les estaba tomando la orden en su tradicional brunch con Gen.
Emma tenía una cola de caballo super alta y estirada flameando cada vez que se movía hablando con Gen sobre poesía. Cuando había comenzado a ser amiga de Gen, en una conversación originada en un café después de terapia grupal, Gen le había contado confianzudamente a sus nuevas amigas que algún día esperaba publicar un poemario. Sin embargo, Gen no hablaba mucho sobre aquel sueño y guardaba cada una de sus obras con mucho recelo.
—Oh —se quejó Gen de repente, bajó su cabeza y se peinó el flequillo con una mano—. Una chica de mi instituto —antiguo instituto— acaba de entrar con un chico. —Su corazón se aceleró demasiado.
—¿Te vio? —Emma siempre se sentaba de espalda al resto del restaurante, no tenía un motivo especial, simplemente era el lugar que había adoptado en todo brunch con Gen.
Sabía lo que se sentía encontrarse con personas del instituto. En la escala de malo a tragedia, ver la cara de un fantasma del pasado era, sin dudas, una enorme tragedia dispuesta a arruinarte el resto del día, incluso el resto del fin de semana.
—No. Ese debe ser su novio. —Poco a poco, Gen se enderezó, pero tapándose con Emma—. A veces tengo la sensación de que todos mis compañeros del instituto tienen sus vidas hechas y eso me hace sentir como una mierda.
—Gennie, nadie tiene su vida hecha a los 22, además, cada quien se realiza a su manera y a su tiempo. Que esa chica tenga novio no significa que tenga una vida más próspera —colocó una mano sobre la de Gen—. Y... ¿era amable contigo?
—Sí... Por lo general, las personas eran amables conmigo. Ni siquiera notaban mi existencia, así que... —suspiró, dejando caer sus hombros tensos—. No sé, Emmy, vivo cómoda en mi mundo de poca interacción social, pero a veces me invade la desesperación al imaginar que nunca llego a experimentar lo que se siente estar en una relación.
Emma asintió con la cabeza, haciéndole saber que estaba escuchando.
—Pero tampoco quisiera cargar con todo eso que debe cargar uno cuando está en una relación. Ni siquiera —se ruborizó— ni siquiera puedo imaginarme teniendo sexo. A veces también siento que mis padres se preguntan si su única hija se quedará sola, si está destinada a no casarse ni a tener hijos.
—Pero es tu vida, Gennie. Si quieres casarte o no es tu decisión.
—¡Buen momento para compartir un brunch con mis mejores amigas! —Carla apareció de la nada y se sentó al lado de Gen, dándole un abrazo de costado. Emma y Gen se quedaron perplejas. Escarlata. Era. Rubia—. Se aceptan cumplidos para mi crisis existencial reflejada en mi nuevo color de cabello.
Las dos reaccionaron.
—Te ves... rubia —dijo Gen.
—Y espectacular —añadió Emma.
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El Renacer de Emma© #4
RomanceNunca se trató de curar la herida, sino de aprender a vivir con ella, de amigarse con ella. Y Emma estaba lista para intentarlo una y otra vez, hasta alcanzarlo. Libro #1 Al Estilo Emma Libro #2 El Novio de Emma Libro #3 Las Cenizas de Emma Libro...