Él no pudo dormir.
A pesar de sus mil y un intentos de ejercicios de respiración y de las mil y una ovejas que contó, el ruido de su mente era lo más parecido al sonido de una televisión antigua sin señal. Por otro lado, ella se había quedado dormida tiempo después de haberse tomado su pastilla para conciliar el sueño. Colin tomó la misma pastilla, y sus párpados le pesaron, pero siguió sin poder apagar el ruido de su mente.
Con su lámpara de noche encendida, la vio dormir a su lado. Deseaba que no estuviese teniendo pesadillas. Todavía podía escucharla llorar en el suelo, abrazando su vientre vacío. Chorreaba pintura gris en las cuatro paredes de su recámara y en todas las paredes del departamento. No sabía si el espacio se estaba agrandando o si se estaba achicando. Cuando se metió a Instagram porque no sabía qué otra cosa hacer, vio el anuncio de Olimpia y J.J. con una foto en la que él la estaba abrazando por detrás, ambos tenían sus manos sobre el vientre de ella, de su hijo, le anunciaban al mundo que estaban embarazados. Acumulaban más de 30.000 "Me gusta" y cientos de comentarios que Colin decidió no leer. No estaba completamente seguro de que ambos supieran con certeza lo afortunados que eran, no, estaba completamente seguro que ellos no sabían lo bendecidos que eran. Ellos no tenían idea de cómo se siente cuando se está vacío. Nunca iban a mirar al manto nocturno y preguntarle por qué no pudo ser.
Lloró. Así no era cómo debían pasar su primera Navidad como esposos. Estela no era la que debía estar durmiendo en medio de los dos. Y Emma no debía estar abrazando una almohada. Y él no debía estar llorando. Abrió el cajón de su mesa de noche y tomó su diario terapéutico, lo abrió donde había dejado el marcapáginas, y escribió con un bolígrafo negro:
❝26/12/2020
3 A.M.
Tal vez, alguna vez, seamos esa pareja.
Pero hoy me siento más cansado que nunca.
Hoy no quiero a una gata ocupando nuestra cama.
Ni quiero permanecer despierto porque no dejo de pensar.
Quiero estar despierto a esta hora porque me encuentro entibiando leche.
Quiero a una niña durmiendo en nuestra cama en la misma pose que su mamá.
Emma está tan triste y yo no sirvo para mucho más que escucharla llorar. No tengo palabras de consuelo ni una estrategia para rearmar nuestro fuerte. Lloro imaginándola como mamá, como la mamá de mi bebé, se ve tan sonriente en mi imaginación, aunque también puedo escucharla llorar de frustración, puedo imaginarme recordándole que no necesita ser la mejor mamá del mundo, sino la mejor mamá para nuestro hijo y que eso ya lo es.
Tal vez, alguna vez, seamos capaces de mirar atrás sin sentir dolor.
Pero ese día no es hoy.❞
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El Renacer de Emma© #4
RomanceNunca se trató de curar la herida, sino de aprender a vivir con ella, de amigarse con ella. Y Emma estaba lista para intentarlo una y otra vez, hasta alcanzarlo. Libro #1 Al Estilo Emma Libro #2 El Novio de Emma Libro #3 Las Cenizas de Emma Libro...