—¿Crees que este outfit está bien? —Emma abrió sus brazos, con las palmas de sus manos extendidas. Estaba usando el mismo vestido que usó en la exposición de Cohen.
—Sí. —Colin estaba acostado en la cama con un hoodie y un jean negros—. Toda la ropa que te probaste hasta ahora está bien, corazón. No me quejo del desfile que me estás dando.
Emma rio, sacudiendo su cabeza.
—Creo que prefiero la ropa que me compré para Noche vieja y que no pude usar. ¿Un último desfile? —entrelazó sus dedos como súplica.
—Amor, Eugene es mi mejor amigo, pero confieso que verte desfilar es más importante en este momento, no te preocupes que él lo sabe, sabe que mi esposa siempre está primero.
—Puedo estar segunda hoy solo porque es su cumpleaños —rio, sacándose el vestido por arriba—. Pero, de igual forma, somos los peores amigos porque llegaremos muy tarde. Puedes echarme la culpa. Bien —deslizó hacia arriba su falda negra, por encima de las pantimedias negras, después se miró el trasero en el espejo—. Explícame cómo terminé usando ropa de casa en Año Nuevo cuando me había comprado esto.
—Te lo resumo: nos escapamos a una cabaña en medio de la nada y debimos sobrevivir con lo que teníamos, ah, y lo más importante, no sabíamos de antemano que celebraríamos Año nuevo ahí.
—Ahora todo encaja —se acomodó las tetas en su sostén granate y se puso el suéter beige de cuello alto que se había comprado para combinar—. ¿Te gusta? —preguntó finalmente.
—Me encantas —juntó sus manos y las colocó sobre su pecho.
—Bien. Creo que a mí también me gusta —metió sus pies dentro de sus ballerinas negras y corrió al baño para pintarse los labios en cherry (sí, con el mismo pintalabios con el que firmaba el cuerpo de su esposo por las noches).
—Corazón, es Escarlata —avisó.
Emma corrió hasta su celular, tomó la llamada y se lanzó de panza sobre la cama.
—¡Carl...
—¿Dónde demonios estás? —Era la primera vez que le hablaba con ese tono. No sabía dónde estaba Emma, pero ella estaba escondida en el baño de la terraza del Hamilton—. ¿Por qué me dices que la fiesta empieza a cierta hora, pero tú no estás presente a esa hora? Es más, ¿dónde estás, Emma?
—Probándose su outfit número ocho —dijo Colin.
Emma abrió su boca y miró a Colin el traidor. Colin se encogió de hombros, regalándole una sonrisita traviesa.
—Carla —regresó a la pantalla—, lo siento. ¿Gen todavía no llegó?
—Estoy aquí —dijo Gen al otro lado—. Pero no soy suficiente compañía.
ESTÁS LEYENDO
El Renacer de Emma© #4
Roman d'amourNunca se trató de curar la herida, sino de aprender a vivir con ella, de amigarse con ella. Y Emma estaba lista para intentarlo una y otra vez, hasta alcanzarlo. Libro #1 Al Estilo Emma Libro #2 El Novio de Emma Libro #3 Las Cenizas de Emma Libro...