47: Primera mañana de vacaciones

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MIREN ESTA BELLEZA LLAMADA EMMA OSCHNER

bueeeeeno, resulta que el atuendo del capítulo anterior forma parte de mi larga lista de atuendos favoritos de Emmy, y no quise perder la oportunidad de tenerlo en forma de ilustración

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bueeeeeno, resulta que el atuendo del capítulo anterior forma parte de mi larga lista de atuendos favoritos de Emmy, y no quise perder la oportunidad de tenerlo en forma de ilustración. Una de las cosas que me encanta de este atuendo es que hizo resaltar a Emmy entre la multitud (aunque ella no necesita un atuendo especial para resaltar❤️)

CUÉNTENME QUÉ LES PARECE :)🍁❤️

Ahora sí, disfruten del capítulo

Colin despertó de un sueño profundo al escuchar los primeros segundos de la canción New York City de Lenny Kravitz como alarma en el celular de Emma

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Colin despertó de un sueño profundo al escuchar los primeros segundos de la canción New York City de Lenny Kravitz como alarma en el celular de Emma. Estaba casado con una mente maestra. Necesitaba recordarlo por esa mañana en la que odió despertar temprano. Era su primera mañana de vacaciones, pero se encontraba a años luz de quedarse más tiempo en su cama. En dos horas debía tomar un vuelo a la ciudad de Nueva York (por si no había quedado claro su destino).

—¿La mejor ciudad que jamás encontrarás? —habló con la voz ronca, citando la letra de la canción, arropado hasta el cuello.

—¡No sabes cuán difícil fue decidirme entre canciones! —trepó, como una cabrita entusiasta, sobre el costado de él, quien le estaba dando la espalda.

—Nueva York tiene tantas buenas canciones...

—Muéstrame un poquito de entusiasmo, ¿sí?

Colin giró, haciendo que Emma rebotara de espalda al colchón, subió sobre ella y se besaron apasionadamente. Unió las palmas de sus manos a las de ella, llevándolas sobre la cabeza de Emma, mientras, poco a poco, se acomodaba en el hueco del placer, también conocido como la entrepierna de Emma.

—Cole —gimió en medio de una sonrisa—, debemos apurarnos.

Colin le chupó el cuello, sordo a las palabras de ella.

—Colin —bajó sus manos—. En serio. No puse el despertador temprano.

—¿Ni cinco minutos? —la miró, sus narices casi rozaban.

El Renacer de Emma© #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora