Capítulo 23

29 1 0
                                    

La madre Venturina recibe al obispo en el monasterio y lo pone al tanto de las faltas que cometió Cristóbal.

Berenice se arrodilla delante de la Cruz y le pide perdón a Dios por ser cómplice de todas las locuras de su amiga Rita; asegura que nunca se perdonará a sí misma el dolor que causará a otras personas por haber sido una pobre cobarde.

Santos llega a un parque y comienza a llorar recordando las palabras de Amanda; a lo lejos, logra divisar a una chica llorando y siente la inquietud de acercársele. La chica se presenta como Alicia Manzilla y él le pregunta por qué una mujer tan linda anda sola y triste. Ella le dice que él también se ve muy triste, por lo que ambos deciden sentarse juntos y hablar de las penas que los agobian. Santos queda sorprendido cuando Alicia le cuenta que se acaba de enterar de que es adoptada.

El obispo ordena la expulsión inmediata de Cristóbal del sacerdocio y, también, que sea entregado a la justicia por haber deshonrado a una jovencita.

Amanda y Tomás van en busca de Humberto; este toma la mano de Elena y le dice que desea volver a verla muy pronto, ella le responde con una sonrisa. En el camino a casa, Amanda le hace saber a su esposo que Santos ya sabe toda la verdad sobre Clara; él queda impactado.

Cristóbal es entregado a las autoridades; Rita le dice que espera que todo el peso de la ley recaiga sobre él. Este le dice que la desprecia, pues lo decepcionó con sus actos, y que espera que Dios tenga piedad de ella, pues algún día pagará caro tanta maldad y él estará ahí presente para ver eso. Rita escupe a Cristóbal delante de todos y le dice que se quedará esperando toda la vida para verla derrotada.

Asdrúbal llega a la cena en casa de Amanda; todo está muy tenso, pues Santos no le dirige la palabra a Tomás. Camila se presenta en casa de Amanda y le dice a esta que es la mujer de su futuro yerno y que los tres niños que van con ella son sus hijos.

Rita llora amargamente en su habitación y asegura que, aunque jamás se perdonará lo que le hizo a Cristóbal, su reputación e integridad no iban a estar en tela de juicio de ningún modo. Jura que sus padres ni nadie jamás sabrán su secreto, así tenga que sacar del paso a quienes intenten averiguar más allá.

Distrito Federal, México, 1992
La tercera generación. Los síntomas.

Veinte años después, todos festejan los dieciocho años de edad de Olivia, la segunda hija de Asdrúbal y Diana.

Viviana, la hija menor de Asdrúbal y Diana, le dice a su tía Rita que odia a Olivia por ser la nieta predilecta de Amanda; Rita le pide que tenga paciencia, pues ella la ayudará a que esa situación cambie para siempre.

En el instante de picar el pastel, Amanda agradece a todos los invitados el haber acompañado a su nieta Olivia en una fecha tan importante para esta.

Elena le comenta a Alicia que se siente muy triste de ver que todos los de la familia están felices con sus hijos y que ella y Humberto aún no hayan podido concebir. Alicia le pide que no pierda la fe en Dios y que recuerde todos los años que ella y Santos lucharon para poder tener a Miranda, su primera hija.

Rita encuentra a su hija Laura hablando con un chico del barrio, llamado Darío Mendoza, le pregunta quién es y por qué está tan cerca de él. Ella le cuenta a su mamá que Darío es amigo suyo y de su prima Viviana, y que no están haciendo nada malo para que le hable de esa forma tan grosera. Rita le dice a su hija que no es correcto que una jovencita de su edad esté hablando a solas con un chico que apenas conoce y que aprenda a ser igual como ha sido ella toda su vida, una mujer íntegra e intachable.

Diana le comenta a Amanda que su relación con Asdrúbal va de mal en peor, puesto que él ya ni la respeta y se la pasa más en la calle que en su propia casa. Amanda le recuerda a su hija que, cuando descubrió la existencia de Camila, le preguntó si quería casarse con un hombre que tenía mujer e hijos y ella le contestó que no se casaría con estos, sino con Asdrúbal.

Ester le comenta a su esposo Bruno que Amanda le dijo que tiene un anuncio muy importante para ella y para su hija Cecilia.

Augusto llega a la fiesta con su hijo Julián; Amanda los recibe muy contenta. Él le hace saber a su madre que ya se separó de Cristina y que iniciarán con los trámites de divorcio la semana que entra.

María escucha cuando Bruno le dice a Ester que no soporta vivir en medio de carencias y que su madre sea incapaz de darle trabajo en la Fundación Renacer.

Elena le pregunta a Augusto, ya que es un hombre muy reconocido en la ciudad, si conoce a algún ginecólogo que pueda practicarle un tratamiento de fertilidad eficaz. Él le asegura a su cuñada que tiene la solución para su problema y que le dé un par de días para darle una respuesta definitiva.

Diana se molesta cuando Asdrúbal se aparece borracho en la fiesta de Olivia diciendo que se siente profundamente dolido de no haber sido invitado a la fiesta de su propia hija. Tomás y Amanda corren a su yerno de la casa diciéndole que no es bienvenido y recordándole la mala vida que le ha dado a su hija durante todos los años que llevan casados.

Alicia le dice a Santos que no soporta ver tantos problemas y discusiones en su casa, y que la vida tan complicada de sus hermanos no es buen ejemplo en la crianza de sus pequeñas hijas Miranda y Verónica. Él le recuerda a su esposa que si ella tomó distancia de su familia fue por cosas desagradables, pues el día que se conocieron ambos querían salir corriendo de sus hogares, por lo que le pide que se mantenga al margen de la situación.

Diana se siente muy mal por el inconveniente con Asdrúbal y, de pronto, se desmaya, por lo que deciden llevarla de emergencia a la clínica.

«El secreto ya se ha convertido en un código emocional a desencriptar o descodificar, pues no se ha resuelto a nivel mental y emocional, y por ello pasa al cuerpo y a la materia a través de enfermedades físicas que se manifiestan en la generación de los padres.»

Lo que nunca se apagóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora