Lo que nunca se apagó

Capítulo 73

Jonás interrumpe durante la cena y les pide a sus familiares que presten atención, pues tiene un anuncio muy importante que hacerles.

Luciano logra despistar a los guardaespaldas y se cuela por la puerta trasera de la mansión. Queda sorprendido cuando Jonás dice a su familia que quedan todos formalmente invitados a su cena de compromiso la próxima semana, pues él y Anna Mercedes han decidido casarse. Esta ve a Luciano parado en la cocina y las miradas de ambos se cruzan a través de una profunda tristeza. Él le hace un gesto que demuestra que entre ellos todo ha terminado y se va sin que nadie más lo vea. Anna Mercedes rompe en llanto y se va de la reunión ante el asombro de todos, por lo que Miranda y Verónica deciden ir a averiguar qué le sucede a su prima.

Jonás le dice a Augusto que Anna Mercedes lo ha dejado en ridículo y ya se está cansando de ese jueguito.

Pablo le dice a Carlos que ya perdió su oportunidad con Santana, pues ahora esta tiene el camino libre con Luciano. Carlos le aconseja a su primo que, por primera vez en la vida, se arriesgue, así salga perdiendo al final de la jugada.

Ester le llama a su hija Cecilia para avisarle que en unos días estará de regreso a Houston, pues Bruno le pidió a Vicente que agilizara los trámites de divorcio. Cecilia le dice a su mamá que Héctor la extraña demasiado y le adelanta que este le tiene una gran sorpresa para cuando regrese.

Anna Mercedes les dice a Miranda y Verónica que no puede ocultar el inmenso amor que siente por Luciano y el que haya aceptado la propuesta de Jonás, no significa que se sienta totalmente segura de casarse.

Viviana está sorprendida al haber escuchado todo lo que le contó Noelia y enterarse, así, de que esta pertenece al narcotráfico. Noelia le dice a su suegra que en parte resulta beneficioso el que se esté acostando con Joaquín, pues, así, este no tomaría represalias en contra de ninguno de la mansión. Viviana le dice que ellas debieron haberse hecho amigas mucho antes, pero, ahora que lo son, podrán planear cosas muy provechosas para ambas.

Miranda le dice a Anna Mercedes que, si se casa con Jonás sin amarlo, se convertirá en la mujer más infeliz del mundo y su matrimonio será en un infierno. Por su parte, Verónica le pide que le dé a Luciano la oportunidad de explicar su versión de los hechos y, tal vez, luego de esa conversación, las cosas tomen un rumbo distinto.

Más tarde, Anna Mercedes piensa en los consejos que le han dado sus primas y dice que se siente más confundida que nunca. Luego, dispone a dormirse cuando recibe la llamada de un hombre que le dice que es su admirador secreto y que muy pronto lo tendrá frente a sus ojos.

Santana se emociona cuando Luciano se aparece en su apartamento y le pide que lo ayude a olvidar; la besa con mucha pasión.

Al día siguiente, Miranda se siente mal cuando Santana, muy feliz, le dice que ya se hizo novia de Luciano. Santana le asegura que, aunque sabe que este ama a Anna Mercedes, el que le haya pedido que iniciaran una relación significa que las cosas pueden cambiar.

Tomás se aparece temprano en la cárcel y se burla de Gerardo al verlo golpeado; le advierte que, si se sigue metiendo con él, no dudará dos veces en mandar a desaparecerlo. Este le dice que no puede creer que sea tan ignorante al asegurar que le está haciendo «brujerías» y le jura que, aunque, tal vez, no lo verá fuera de la cárcel, quedará libre en algún momento, pues es inocente de la muerte de Clara.

Alicia llega a la fundación para hablar con Jonás; este se sorprende ante tan inesperada visita. Ella le hace saber que en su corazón es imposible que abunden el odio y el rencor, pues, en medio de sus defectos, es una mujer que ha querido vivir bajo los principios cristianos, por lo que le toma la mano y le dice que, aunque es el hijo de una mujer que se metió con un hombre casado, no tiene la culpa del error que cometieron sus padres, por lo tanto, no es justo que lo desplace de su vida. Jonás también le toma la mano a Alicia y le agradece cuando esta le asegura que las puertas de su casa están abiertas para él y puede visitar a sus hermanas cuando lo desee.

Franco llega a la capital y le avisa a Augusto que pasará en la noche a verlo para concretar el plan en contra de Luciano.

Felipe le pregunta a Rita qué opinaría si le dijera que antes de casarse con ella tuvo un gran amor en su vida, el cual está presente aún en sus pensamientos. Esta le responde a su esposo que ella «confía» plenamente en el amor que le tiene y que no se olvide que cuando lo conoció era un pobre diablo al que ni las moscas veían, pues si ahora está viviendo cómodamente es gracias a su dinero. Felipe enfurece y le dice que toda su vida se ha aguantado sus humillaciones y comentarios discriminatorios, además, que desde que tuvieron Laura no quiso que siguieran teniendo intimidad. Le deja claro que no nació para ser santo y es hora de que siga cumpliendo con sus deberes de esposa, por lo que la obliga a que tengan relaciones sexuales.

Alicia se despide de Jonás dándole un abrazo; Santos entra en ese instante a la oficina y, celoso, pregunta qué está pasando.

Anna Mercedes asegura que Miranda y Verónica tienen razón y debería darle a Luciano la oportunidad de que le explique cómo pasaron las cosas, por lo que decide ir a su oficina. En ese momento, llega Miranda, quien le dice que no se moleste en buscar a Luciano, pues este se fue con Santana a celebrar su noviazgo. Anna Mercedes no puede creer que estos dos sean novios, por lo que su prima le pide que, por más duro que sea y aunque la noche anterior le recomendaba que luchara por el amor de su vida, lo deje ir para que cada uno encuentre su verdadero destino.

Alicia le dice a Santos que no cabe duda que cuando un hombre es mujeriego su mente solo le da para pensar en cosas pervertidas y que dándose cuenta de su reacción no sería mala idea que dejara de ser tan tonta y tome la decisión de buscar a alguien para rehacer su vida. Jonás le dice a su padre que no sabe lo mucho que perdió al haber traicionado a Alicia, a pesar de que de esa traición nació él.

Rita se ducha y asegura que se siente muy sucia al haber tenido relaciones con un hombre por el que no siente deseo y con el que tuvo que acostarse hace muchos años para vivir de apariencias; recuerda el día que perdió su virginidad con Cristóbal Duque y asegura que, así como amó a este, así lo deseó.

Santana le dice a Luciano que le encanta que se haya tomado libre la mañana para celebrar que ahora son novios y le pregunta si cree conveniente que vayan a contárselo a Gastón, por lo que él le responde que, aunque no es un secreto que le cae pesado a su papá, lo mejor es que lo den por enterado de su relación.