Capítulo 51

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Viviana acepta que Mauricio tome sus acciones y le pide que vayan a la fundación para comunicárselo a Bruno.

Bruno se impresiona al ver que Amanda llega a la fundación, quien le dice que ha decidido supervisar más de seguido que todo esté marchando bien. Él aprovecha y le cuenta a su madre que Ester piensa regresar a México para que se divorcien, pues ya hay un hombre, llamado Héctor, con el que ella quiere rehacer su vida.

Miranda le pregunta a Verónica en qué se basa para decir que Santos le es infiel a Alicia, por lo que su hermana le muestra el anónimo que dejaron en la puerta de la casa; Miranda no se atreve a creerlo.

Luciano le dice a Amanda que es muy grato verla en la fundación, le cuenta que se adaptó bien al trabajo y que está encantado con todos los empleados que ahí laboran.

Amanda se sorprende cuando ve llegar juntos a Mauricio y Viviana a la fundación, por lo que le pide a su nieta que hablen a solas.

Augusto llega a la comisaría y le dice a Gastón que llevó comida para que almuercen juntos; le pregunta por qué tiene una herida en la cabeza. Este le dice a su amigo que un hombre entró a su apartamento y se robó los papeles del caso de Patricia, por lo que ya no podrá seguir trabajando en el mismo; asegura que hay alguien que tiene interés particular en que no descubra quién desapareció a su prima, además, que tiene muy claro que su secuestro y ahora el asalto a su apartamento son hechos que van muy ligados.

Amanda le pregunta a Viviana si retomó su antigua relación con Mauricio. Ella le contesta que no y que al final de cuentas no tiene por qué darle explicaciones de su vida a nadie; le dice que la vida de Olivia es la única que debe importarle, pues para nadie es un secreto que siempre ha sido su nieta preferida.

Durante el almuerzo, Miranda, sarcástica, le dice a Santos que le encanta comer en familia y darse cuenta de que tiene a los mejores padres del mundo. Le hace saber, también, que se siente muy orgullosa de él y que está segura de que jamás sería como su tío Augusto, quien es un mujeriego; Santos se siente incómodo. Alicia interviene y le pide a su hija que haga comentarios más oportunos, pues esos temas no deben tratarse a la hora de la comida.

Bruno se sorprende cuando Viviana le dice que está en la fundación para cederle todas sus acciones a Mauricio Aguirre.

Carlos no deja de pensar en la noche que pasó con Noelia; Darío le pide que no se distraiga y que se concentre más en el trabajo. Carlos le confiesa que se está enamorando de una mujer prohibida y teme que ese amor sea su perdición total. Darío le aconseja que, si está seguro de que ese amor que siente está prohibido y le causará mucho daño, lo mejor es que corte las cosas por lo sano y se fije en una mujer que esté libre para él.

Augusto se sorprende cuando Gastón le dice a uno de sus compañeros de trabajo que irá a hablar con los dueños del edificio donde Federico Robles tenía el consultorio ginecológico. No comprende cómo su amigo se enteró de que este y Patricia tenían un romance.

Verónica presenta a Miranda con Jonás y le dice que él la está ayudando a dar con la amante de Santos. Jonás les pide a ambas que vayan esa noche a Tentación, pues va a mostrarles a la amante de su padre. Por la noche, Sebastián acepta llevarlas al club y no se da cuenta de que Elena está al pendiente de todo lo que hace. Al salir todos, esta le pide a Humberto que siga a su hijo y a sus sobrinas para saber a dónde van.

Salvador está besándose con Noelia en su habitación y descubre un reloj masculino; le pregunta, lleno de ira, con quién estuvo la noche anterior, si supuestamente estaba cansada y, además, él le prohibió que estuviera con otro hombre.

Verónica y Miranda llegan al club y aseguran que esa noche descubrirán toda la verdad.

Sebastián se impacta cuando Humberto se le acerca al auto y le dice que le explicará en ese preciso momento qué está haciendo en ese lugar.

Jonás tiene un contratiempo con la mujer que se iba a hacer pasar como la amante de Santos, por lo que les llama a Verónica y Miranda para avisarles que no podrá ir al club esa noche.

Sebastián se siente muy mal, pues Humberto le obliga a que se vayan cuanto antes a la casa y tiene que dejar solas a sus primas. Luego, Verónica y Miranda no entienden por qué su primo se fue sin avisar nada, por lo que tienen que tomar un taxi para irse a su casa.

Noelia le hace creer a Salvador que le prestó su habitación a una de las chicas del club y de seguro ese reloj es de uno de los clientes con el que la misma estuvo la noche anterior. Él le pide a su mujer que nunca le mienta, pues, a pesar de que han tenido diferencias desde que le dijo que quiere salir embarazada, la ama perdidamente; luego, terminan haciendo el amor.

Anna Mercedes le pregunta a Pablo si Luciano le ha hablado de ella; él le dice a su tía segunda que su amigo está encantado de tenerla cerca y que lo siente más feliz desde que se reencontraron. Ella le hace saber que su amor por Luciano crece cada día más y que, aunque Augusto y Raquel se opongan a sus sentimientos, no está dispuesta a renunciar a su felicidad. Anna Mercedes recibe una llamada de su enamorado, quien le dice que está afuera de su casa, y se emociona cuando este le regala un oso de peluche gigantesco con una nota que dice: «Te abrazaré para cuidar de ti más allá de tus sueños»; los dos se besan con profunda ternura.

Humberto le exige una explicación a Sebastián de que haya ido al club con sus primas; a este no le queda de otra que contarle que ellas sospechan que Santos tiene otra mujer. Humberto piensa, dentro de sí, lo vergonzoso que sería para él y para Elena tener que aceptar delante de Alicia que su hijo ayudó a Verónica y Miranda a descubrir a la amante de Santos. Ante esa situación, le ordena, en nombre de los principios y valores con los que lo educó junto a su madre, que se aleje de sus primas o, de lo contrario, no le permitirá más que asista a la academia de música.

Raquel se enfurece al descubrir a Luciano y Anna Mercedes besándose, por lo que le dice a esta que es una indecente por estar ofreciendo esa clase de «espectáculos» en la calle y a tan altas horas de la noche, así que corre a Luciano de la casa, y Augusto la apoya. Anna Mercedes les grita a sus padres que no entiende cómo pueden juzgar al hombre que ama sin conocerlo; Raquel le aclara que por ese mismo motivo lo quiere lejos de su vida y le advierte que, si sigue pasando por encima de su autoridad, la enviará a Argentina con sus parientes y se olvidará para siempre de la existencia de Luciano Santacruz.

Lo que nunca se apagóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora