Lo que nunca se apagó

Capítulo 25

Ester ayuda a María con los quehaceres de la casa y le dice que desde que se unió a la familia la ha considerado su mejor amiga, pues siempre ha estado con ella en las buenas y en las malas, y que espera que esa amistad perdure toda la vida; María la abraza y le da su palabra de que así será.

Darío le confiesa a Laura que le gusta mucho desde que la veía que salía con Viviana de la preparatoria, pero sabe que será imposible que anden juntos, pues Rita no lo permitiría. Ella le dice que su madre no tiene por qué enterarse de que andarán y lo besa; él se siente muy feliz.

Rita le pregunta a Clara si piensa casarse en algún momento y formar una familia, pues ya está en edad de haberlo hecho; esta le asegura que tomará esa decisión cuando lo considere conveniente. Clara le dice a su hermana que aún no logra comprender por qué cuando salió del monasterio llegó a la casa con afán de casarse y no le importó no amar a Felipe para estar a su lado.

Elena le cuenta a Humberto que le pidió a Augusto que los ayude con el tratamiento de fertilidad; a él no le gusta mucho la idea.

Cristina llega a Alcohólicos Anónimos, dispuesta a hablar con Carmen.

Amanda les dice a Ester y Cecilia que deben acompañarla al centro espiritual; Bruno también quiere ir, pero ella le informa que es un asunto que solo les compete a su esposa y a su hija.

Diana le comenta a Alicia que el comisario Fausto le pareció un hombre muy simpático, aunque no quiere pensar siquiera en la posibilidad de tener otra pareja en su vida. Alicia le aconseja a su cuñada que no se cierre al amor, pues es una mujer joven y hermosa, la cual tiene derecho a rehacer su vida con un hombre que la valore de verdad.

María decide comprarse un billete de lotería con la fe de ganarse el premio mayor.

Rita le aconseja a Viviana que no haga cosas tan evidentes que la delaten frente a Amanda, por lo que deberá aprender a ser más cuidadosa, ya que sus planes nunca resultarán. Le dice que esta jamás soportaría que Olivia tuviera un romance con un chico a la edad que tiene y le propone que le inventen uno.

Augusto queda sorprendido con la belleza de Patricia Fonseca, la mujer de su amigo Federico.

Diana le pide a Asdrúbal que vaya a la casa, pues tiene que darle un anuncio muy importante.

Amanda le hace saber a Ester que hace un par de años el Gran Calatrava le ordenó dejar su legado a alguno de sus hijos, pues la tradición del espiritismo no puede romperse; el elegido en aquel entonces fue Santos por ser hijo de Tomás, quien es uno de los más creyentes, pero no se pudo llevar a cabo lo planeado, pues Alicia se negó rotundamente. Le informa, entonces, que al ser Cecilia su primera nieta se encargará de continuar con la tradición espiritista, pues ella ya está muy cansada, por lo que necesita que dé inmediatamente su aprobación.

Cristina se reencuentra con Carmen luego de dieciocho años.

María grita de la emoción al darse cuenta de que ha ganado el premio mayor de la lotería.

Fausto asegura que le interesa mucho Diana Pocaterra e irá a verla en ese momento.

Augusto le dice a Federico que él se encargará de hacerle creer a Elena que le practicará el tratamiento de fertilidad, cuando en realidad lo que harán es robarle el dinero. Ambos brindan, pues ella será la solución a los problemas económicos que los agobian. Al terminar la reunión, Augusto le dice a su amigo que llevará a Humberto y Elena a su consultorio para que inicien con el «tratamiento».

Cristina abraza a Carmen y le pide perdón por el daño que le causó al haberse metido con Fernando; le asegura que siempre se ha sentido culpable de su estadía en Alcohólicos Anónimos. Le cuenta, además, que fue muy infeliz con Augusto durante sus años de casados y que pagó en carne viva el haberla traicionado sin importarle que era su madre.

Ester le dice a Amanda que Cecilia no va a ser quien continúe su legado de espiritismo, pues para nadie es un secreto de que ese tipo de prácticas son atemorizantes y muy extrañas. Amanda le recuerda a su nuera que ella sacó adelante a sus hijos con las consultas de invocación y que, aunque crea que el espiritismo es un pecado, en los casi cuarenta años que lo ha practicado jamás le ha hecho daño a nadie.

María les cuenta a Clara y Diana que se ha convertido en millonaria; ellas, emocionadas, no pueden creerlo.