El Catrín Asesino reaparece, y le ordena a uno de los empleados de la fábrica donde trabaja Darío que haga lo que le pidió sin equivocación. El Catrín obtiene la llave de la puerta de la fábrica y espera a que el hombre le dé la seña para actuar.
Sagrario le agradece a Gastón su nobleza y le pide que no deje solo a su hijo, pues él necesita muchas fuerzas para desenmascarar a Augusto Pocaterra.
Darío se dispone a retirarse de la fábrica, pero logra divisar a lo lejos que una persona, a quien no distingue si es mujer u hombre, cierra repentinamente la puerta y lo deja encerrado. Una fuga de gas provoca que él se sienta asfixiado y comience a marearse.
Cristóbal le dice a Pablo que lo nota muy triste y que a leguas se ve que no ingresó al seminario por voluntad propia; el chico le insiste en que sí y que desde siempre fue su más anhelado sueño.
Luciano le regala una hermosa flor a Santana y le pide disculpas por lo de la noche anterior; ella le pide que no se preocupe, pues si decidió estar con él fue sabiendo que otra mujer manda en su corazón. Santana le dice a su novio que irá a cenar con Estefanía para hablar sobre el proyecto de la galería.
El vigilante de la fábrica se da cuenta de que Darío se quedó encerrado y busca ayuda para sacarlo inmediatamente del lugar. Al llegar la ambulancia, los paramédicos aseguran que este aún tiene signos vitales, pero debe ser atendido de emergencia.
Por la noche, Rita le reclama a Dios que haya dejado vivo a su yerno.
Laura logra hablar con Darío y le asegura que sintió que se moría cuando lo vio desmayado en la camilla de la clínica; le dice que lo ama perdidamente y que ella y Brenda lo necesitan mucho.
Estefanía le dice a Santana que es hermosa la cadena que lleva puesta; esta le cuenta que Pablo se la obsequió, pues está enamorado de ella. Estefanía le pregunta a su amiga si se siente feliz estando al lado de un hombre que no la ama y le pide que sea muy sincera al contestar esa pregunta.
Carlos le dice a Noelia que quiere darle su apellido al bebé que espera y que, si ella está de acuerdo, también llevarla al altar y formar un hogar sólido, por lo que, a partir de ese día, ya no ocultará más su amor delante de su familia.
Darío le llama a Irene y le pide que vaya a la clínica cuanto antes, pues necesita que hablen. Al llegar, ella le dice que está totalmente segura de que Rita fue quien planeó matarlo, pues la intimidó al mostrarle la foto, pero como ya pudo darse cuenta, no hay pruebas para demostrar de que atentó contra su vida, y se atreve a revelarle que su suegra es la madre de la niña de la foto. Le hace saber que esta quiso mandar a matarla con su ahijado, el detective Montilla, pero que, junto a él, le hizo creer que había muerto calcinada para que dejara de molestarla. Irene cuenta que Rita fue llevada del Monasterio de la Visitación de Santa María a dar a luz al Hospital General de México, donde ella era enfermera anteriormente, y tanto esta como Venturina, la madre superiora de aquel entonces, le exigieron que no comentara nada de lo que estaba pasando. Luego, le dice que, si él no se hubiera interesado en buscarla, jamás habría revelado ese gran secreto, pero, ahora que se da cuenta de lo que puede ser capaz su suegra, lo mejor es que la verdad salga a la luz; le pide, con firmeza, que busque a la hija perdida de Rita Pocaterra.
Santana le dice a Estefanía que tiene las esperanzas de que Luciano llegue a amarla, tanto como ella lo ama a él, pues lo único que desea en la vida es ser feliz. Estefanía le dice a su amiga que ella sabe muy bien que el matrimonio de Jonás con Anna Mercedes no durará mucho tiempo y esta podría regresar en cualquier momento a buscar lo que perdió.
Teresa se da cuenta de que Santos está llorando mientras ve la foto de Alicia, por lo que le pide que seque sus lágrimas y que acepte de una vez que su esposa ya no lo quiere, ya que le demostró con su estrecha relación con Julián que su objetivo es rehacer su vida y no darle una segunda oportunidad. Le dice que, a pesar de que él siempre la ha visto como a su amante, ella en verdad lo ama y nada en la vida la haría más feliz que al firmar su divorcio la convierta en su esposa. Santos le hace saber que se siente profundamente agradecido con ella por el hijo que le dio y por haberle dado alojamiento desde el día que fue echado de su casa, pero le deja claro que, al hacerse efectivo su divorcio, no se casará nunca más.
Noelia piensa que no puede casarse con Carlos ahora que Joaquín la tiene como su mujer; asegura que su vida es un infierno, pues no puede estar con el hombre que ama como desea. Más tarde, tiene una pesadilla en donde Salvador le dice que pensó que quitándole la vida iba a ser feliz con su sobrino y que el infierno que está viviendo no significa nada comparado a lo que le tocará pagar.
Al día siguiente, Verónica llega al estudio de grabación y le dice a Guillermo que quiere escuchar los arreglos que le hicieron a su canción, pero este le pide que le dé un poco de tiempo, pues no están listos. Ella, entonces, decide irse, no sin antes preguntarle si Imanol estuvo en la disquera, pues la camisa que lleva puesta huele al perfume que utiliza su novio; él le hace creer que hace varios días que no ve a su amigo.
Rita se aparece en la clínica, le dice a Darío que le llevó unas quesadillas riquísimas y le asegura, además, que es un milagro de que el accidente que tuvo en la fábrica no pasó a mayores. Él le agradece lo atenta que es y le dice que no caben dudas de que tiene a la mejor suegra. En su mente, Rita dice que haber visto a su yerno en un cofre mortuorio era lo mejor que podía pasar; por su parte, Darío asegura que muy pronto su suegra tendrá que rendirle cuentas a la justicia.
Gastón llega a la capital y dice que debe hacer algo antes de ir a hablar con Luciano.
Tres hombres esperan a Augusto a las afueras de su bufete y lo golpean hasta más no poder; Gastón observa todo desde su auto y dice que lo necesita vivo para luego hacerlo pedazos con sus propias manos.
Miranda le entrega a Fabrizio la invitación para su graduación y le dice que su presencia en este evento la hará la mujer más feliz. Él le dice que está muy contento, pues todo en su relación va marchando a la perfección y está seguro de que así continuará. Miranda le dice que se siente realmente bendecida de tener a un novio tan guapo, interesante y amoroso como él.
Augusto llega muy golpeado a la mansión y Amanda se alarma al verlo; esta le pregunta quién le hizo eso. Raquel le dice en voz baja a su exmarido que de seguro los familiares de la persona o las personas a las que les ha hecho daño están comenzando a hacer justicia con sus propias manos.
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Lo que nunca se apagó
RomanceServando, el brujo de Villahermosa 🇲🇽, ha decretado: «Te ato a ti y a toda tu familia a vivir bajo esta maldición que tú misma provocaste, producto de tu debilidad y más predominantes deseos; tan solo la pureza y valentía de aquellas almas nobles...