Lo que nunca se apagó

Capítulo 106

Viviana va a la cárcel y le dice a Noelia que Carlos y Mauricio están a punto de descubrir su secreto mejor guardado y no le queda de otra que desaparecer. Noelia le dice que le alegra mucho verla derrotada y que prefiere estar encerrada en una celda que andar huyendo como, a partir de ahora, lo hará ella.

Elena le pregunta a Sebastián quién lo golpeó; este le cuenta que descubrió que Imanol y Guillermo son pareja y los enfrentó. Ella le dice a su hijo que, aunque sabe que quiere defender a Verónica de esos dos patanes, lo mejor es que se mantenga al margen de la situación, pues estos pueden ser peligrosos y cumplir su amenaza de separarlo de Estefanía. Le pide que mejor rueguen a Dios para que su sobrina, tarde o temprano, sepa toda la verdad.

Jonás le pide a Miranda que le avise a Estefanía que se está muriendo y que quiere verla por última vez para despedirse de ella.

En la comisaría, Alicia le da una cachetada a Teresa y le dice que, si Jonás muere, no podrá vivir tranquila jamás, pues el remordimiento de haber acabado con la vida de su propio hijo la atormentará. Le dice que espera que la justicia divina recaiga sobre ella y pague en vida las consecuencias de sus errores.

Santana le avisa a Pablo que irá a ver a Esteban, pues este la llamó para que hablen, y luego irá a cenar con él como lo acordaron. Al llegar a casa de Esteban, ella le pide que sea totalmente sincero y le diga qué le está pasando con Anna Mercedes Pocaterra. Él le cuenta que desde que vio a esta no ha dejado de pensarla y no quiere relacionarse más de la cuenta con esa mujer. Santana le recomienda que se limite a ayudar a Anna Mercedes a salir de la cárcel, luego de contarle que esta ama perdidamente a Luciano Santacruz y que eso solo Dios podría cambiarlo. Él asegura que, desde la muerte de Natalia, su esposa, y de Braulio, su pequeño hijo, jamás volvió a fijarse en alguien y, desde entonces, cerró para siempre las puertas del amor.

Más tarde, Pablo invita a Cristóbal a cenar con él y Santana; los tres hablan de las cosas que han pasado últimamente a los miembros de la familia. Pablo se siente mal cuando su profesor comenta que es evidente que los Pocaterra, Montalvo y Balvanera están pagando con creces las consecuencias de una maldición que, gracias a los deseos de superación de Amanda, recayó sobre la generación de esta. Pablo trata de cambiar el tema y le pregunta a Cristóbal por qué Rita se desmayó el día que lo vio en su casa; él le contesta que le contará en ese momento el secreto que lo une a su tía abuela.

Viviana recoge todas sus cosas y se va de su casa sin ser vista por nadie; un raro sentimiento, indistinguible entre culpabilidad y nostalgia, la embarga, pues siente, en sus adentros, que será la última vez que pise la casa de su familia.

Estefanía llega a la clínica y le pide a Jonás que luche por su vida, pues aún tiene muchas cosas por las cuales vivir y sueños que cumplir. Él le dice que ya no tiene fuerzas para seguir adelante y que, sin su amor, su vida no tiene sentido. Estefanía le suplica que resista y le da un beso en los labios, pero Jonás muere en ese momento.

Imanol, sarcástico, le llama a Sebastián para avisarle que su «amada» Estefanía está acompañando a Jonás en su agonía.

Minutos después, Estefanía llora ante la muerte de Jonás y le ruega al doctor que haga un último intento por reanimarlo, pues este no se puede morir. Él está inconsciente y sueña que está en un lugar lleno de mucha luz en donde siente paz y tranquilidad, de repente, una voz desconocida le dice que ese lugar que ahora ve estará preparado para él si decide regresar y ordenar las cosas que dejó desordenadas, pero él asegura que ya terminó su misión en la Tierra y lo único que ahora desea es descansar para siempre. La misma voz le pide que revise su conciencia y ahí encontrará cosas inconclusas de las que aún tiene la solución a las mismas. Estefanía, Miranda, Verónica y Santos se sorprenden cuando Jonás despierta.

Cristóbal le confiesa a Pablo que Rita fue su primer amor y que estuvo a punto de dejar el sacerdocio para convertirse en su esposo. Pablo cae en cuenta, entonces, de que el hombre al que se refería Felipe es su profesor.

Anna Mercedes llora al verse encerrada en la celda, acaricia su vientre y dice a su bebé que pronto estarán lejos de ese espantoso lugar, pues su papá Luciano hará todo para sacarlos de ahí. Le pide a Dios que ablande el corazón de Bruno para que este declare a su favor y pueda salir libre.

Al día siguiente, Carlos descubre que Viviana se fue sin dejar rastro alguno.

Esteban va llegando a la cárcel con una flor para Anna Mercedes y se topa con Raquel y Luciano. Este último, por curiosidad, le pregunta para quién es la flor que lleva en la mano, por lo que el abogado le hace creer que le llamó mucho la atención y la tomó para colocarla en su oficina.

Al terminar la visita de Luciano y Raquel, Esteban habla con Anna Mercedes y le dice que las investigaciones van marchando muy bien, aunque lo ideal para ella sería que Bruno asumiera voluntariamente la responsabilidad del embargo; le cuenta, además, que mandó a investigar a Vicente Robledo para saber de qué manera se llevó a cabo la constitución de Finanzas Pocaterra. Luego, amablemente, le regala la flor y le pide que tenga mucha fe en Dios, pues él cree que muy pronto saldrá libre. Ella se incomoda por el obsequio y le pide a su abogado que no confunda las cosas, pues siente que la está tratando de una manera que no es precisamente profesional. Esteban se va, no sin antes tomarle la mano y decirle que hace muchos años ninguna mujer alteraba su paz como ahora ella lo está haciendo.

Sebastián le dice a Verónica que no le molesta que Jonás se haya salvado, pues este es su primo y jamás le desearía mal, lo que le enoja, en realidad, es que Estefanía fue a ver a este y no le avisó nada.

El Amo le ordena a Consuelo que le haga llegar a Gastón Fonseca una copia de la grabación de Augusto. Luego, ve una fotografía de este y le clava un cuchillo, asegurando que lo odia con toda su alma.

Mauricio ve las fotos de Carlos cuando era bebé, de niño y de adolescente, y le pide con mucho fervor a Dios que las sospechas que tiene con respecto a la prueba de ADN de su hijo sean falsas.

Teresa se emociona al saber que Jonás está fuera de peligro; Anna Mercedes le dice que, por lo menos, tendrá un peso menos en su conciencia. Teresa asegura que no le va a permitir que le hable de esa forma y le recuerda que, en ese momento, ella está en sus manos y en las de Noelia, por lo que lo mejor es que se cuide. Ambas comienzan a pelearse a golpes y el oficial se seguridad decide castigar a Teresa, ya que fue quien inició el conflicto. Noelia le advierte a Anna Mercedes que está acercándose al fuego y puede quemarse en cualquier instante, pero esta le deja claro que no le tiene miedo a ella ni a nadie.

Mauricio va por los resultados de la prueba y está muy nervioso al abrirlos; se impacta al descubrir que no es el padre biológico de Carlos.