Capítulo 26

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Federico le pide a Patricia que le dé una última oportunidad a su relación y le promete que le dará los lujos que se merece cuando finiquite sus negocios con Augusto.

Carmen se emociona al conocer a su nieto Julián y le pide que construya su vida distinta a la de sus padres; él no comprende a qué se refiere su abuela, por lo que Cristina le pide que solo la obedezca, ya que es cierto lo que dice.

Santos le dice a Tomás que ahora entiende más que nunca por qué se iba de la casa cuando discutía con Amanda; su padre, por su parte, le agradece que le haya perdonado lo de Clara y que estén trabajando juntos en pro de la fundación.

Diana recibe a Asdrúbal en su casa y le informa que ha decidido divorciarse de él.

Amanda le dice a Ester que, si está en desacuerdo con las consultas de invocación, pues que recoja sus cosas y se largue de su casa en ese mismo instante.

Fausto llega a visitar a Diana, en el momento que ella está discutiendo con Asdrúbal de su divorcio, por lo que este le dice a su esposa que ya entiende el porqué de su separación.

Augusto les hace saber a Humberto y Elena que Federico se encargará de llevar a cabo el tratamiento de fertilidad, pero, como era de esperarse, deberán pagar una cuantiosa cantidad de dinero.

Fausto defiende a Diana de Asdrúbal y le dice a este que, si es tan hombre, pues que se meta con él y no con una mujer. Asdrúbal le jura a su esposa que jamás le dará el divorcio y menos ahora que sabe que quiere quedarse sola para revolcarse con Fausto Escobar.

Cristina se despide de Carmen, no sin antes agradecerle que la haya perdonado y pidiéndole como favor que nunca le cuente a Julián por qué se casó con Augusto; Carmen le promete a su hija que así será y que esa es una historia que no es digna de contar.

Ester, llorando, le cuenta a Bruno que Amanda la ha corrido de su casa.

Elena le promete a Augusto que, así ella y Humberto tengan que trabajar a marchas forzadas, van a pagarle hasta el último centavo a Federico.

Cecilia le pide a Ester que deje de llorar y que ella, en ese mismo momento, le irá a reclamar a Amanda lo que le ha hecho; asegura que la intransigencia de su abuela no conoce límites.

Laura se molesta cuando Rita le sugiere que debería ingresar a un monasterio, así como ella lo hizo cuando era chica. La chica le aclara a su mamá que ella está en libertad de tomar sus propias decisiones y, entre las mismas, no está ser como ella fue.

Cecilia le dice a Amanda que jamás imaginó que fuera capaz de echarla de su casa solo por no compartir sus mismas creencias religiosas; le asegura que ha sido muy injusta y que espera no volverla a ver jamás en su vida.

Darío le comenta a Viviana que hay un chico de la preparatoria, llamado Samuel, el cual está interesado en Olivia, pero tiene miedo de acercársele, pues sabe lo estricta que es Amanda con sus nietas. Más tarde, ella conoce a Samuel y asegura, en sus adentros, que este le servirá de mucho para dañar la reputación de su hermana.

Rita recuerda, con dolor, escenas de su vida algo turbias, donde se puede observar una habitación de hospital y llantos amargos de una mujer; jura que su hermana Diana sufrirá igual o más de lo que ella ha sufrido.

María se siente muy mal al enterarse de que Ester tiene que irse de la casa y le hace saber que no está sola, pues ella no permitirá que quede en la calle.

Augusto no deja de pensar en Patricia y dice que, cueste lo que cueste, será su mujer.

Alicia acompaña a Diana a realizarse sus estudios de rutina y le pide que tenga mucha fe en Dios, pues todo va a salir muy bien.

Viviana le cuenta a Rita que Samuel está pendiente de Olivia, por lo que ambas se ponen de acuerdo en algo y se abrazan para sellar su pacto.


Lo que nunca se apagóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora