Capítulo 97

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Luciano y Anna Mercedes se besan apasionadamente mientras se expresan lo mucho que se aman y cuánto se extrañaron. Él le dice al amor de su vida que volverla a ver ha sido la más hermosa de las sorpresas y que no quiere que se alejen nunca más. Esta le dice que regresó por y para él, pues el amor que le tiene puede más que cualquier otra cosa.

Carlos felicita a Jonás por haber actuado con sensatez y le dice que lo admira.

Luciano y Anna Mercedes se van juntos.

Verónica le cuenta a Alicia que Imanol reaccionó mal cuando la vio abrazada con Guillermo y eso le provocó un poco de miedo. Alicia le dice a su hija que ella nota algo raro en su novio, pero que aún no termina de entender qué es; Verónica dice que de seguro este reaccionó así producto de los celos, aunque hablará con él para pedirle que la próxima vez no sea tan agresivo.

Teresa se emociona al ver a Jonás y le dice que le da mucho gusto tenerlo de regreso; él le cuenta del acuerdo al que llegó con Anna Mercedes. Teresa se enfurece y le dice que perdió la oportunidad de disfrutar del dinero de su esposa y que no entiende de dónde le salió tanta «sensibilidad» si ella lo educó para que fuera más frío y calculador. Santos interrumpe la discusión y le dice a Teresa que su hijo no necesita estar casado para disfrutar de una buena calidad de vida; le hace saber a Jonás que le dará su apellido para que goce de su dinero como Miranda y Verónica. Jonás se emociona ante el anuncio de su papá y le deja claro que el dinero es lo que menos le importa, pues siempre quiso ser un auténtico Montalvo y tener su amor paternal.

Bernardo le llama a Viviana para reclamarle que por su culpa Olivia se haya ido de la casa; ella le dice, con ironía, que lamenta mucho lo que pasó y que no podrá culparla de nada, pues quedaría muy mal parado delante de su esposa si lo hace. Bernardo le dice a su cuñada que jamás ningún hombre la tomará en serio y que su destino será estar sola y amargada. Viviana le dice que él estando acompañado de Olivia ya está solo y amargado, pues a esta aún puede notársele que sigue muriéndose de amor por Martín Altamirano.

Carlos le cuenta a Santana que Luciano y Anna Mercedes se reconciliaron y decidieron irse juntos; ella se siente muy mal al escuchar eso. Gastón y Carlos le piden a ella que acepte de una buena vez por todas que ya perdió a Luciano para siempre.

Fabrizio llega a casa de los Montalvo Manzilla y le pide a Alicia que le avise a Miranda que fue a buscarla; esta quiere hacerle creer que no está y se siente muy triste cuando escucha que su novio le dice a su mamá que no la molestará más, pues él le habló con sinceridad el día del malentendido con Santana y no pagará por algo que no hizo con mala intención. Fabrizio le deja dicho a su novia que si su relación sigue así lo mejor es que consideren terminarla.

Luciano y Anna Mercedes vuelven a hacer el amor y aseguran que es realmente maravilloso que puedan estar juntos demostrándose cuánto se aman. Ella le cuenta que Jonás, Cecilia, Sagrario y Leticia Calderón la ayudaron a tomar esa sabia decisión, pues estos sabían que su felicidad estaba a su lado. Él le dice que le alegra mucho de que Jonás haya rectificado y desea de todo corazón que pueda conquistar a Estefanía. Anna Mercedes le pregunta a Luciano el motivo por el cual atentó en contra de Sagrario, pero él le dice que se lo hará saber en su debido momento y que, por ahora, solo confíe en él, pues necesita llevar a cabo algunos planes para demostrarle de que si estuvo en un centro de salud mental fue a causa de un daño irreversible. Ella lo besa y le dice, mientras lo ve a los ojos, que cree y confía en él.

Semanas después, todos en la mansión están muy contentos por la reconciliación de Luciano y Anna Mercedes.

Miranda luce bellísima, pues es el día de su graduación, y se conmueve cuando Tomás y Amanda le dicen que, al igual que sus padres, se sienten muy orgullosos de su gran logro. Ella dice a sus abuelos que los ama y que la hace muy feliz que estén a su lado en ese día tan especial. Luego, se emociona cuando Santos se aparece en su graduación y le dice que, aunque las cosas hayan cambiado entre ellos, es la luz de sus ojos y eso nadie lo podrá cambiar. Miranda ve el puesto vacío de Fabrizio y asegura que no ver a su novio ahí le rompe el corazón en mil pedazos.

Augusto le reclama a Jonás que haya decidido divorciarse de Anna Mercedes sin comunicárselo y le recuerda el trato que hicieron de mantener a esta alejada de Luciano. Jonás le dice a su tío que se cansó de actuar con deshonestidad y que, luego del tiempo de hostilidad que vivió con su esposa en Houston, entendió que esa no era vida para ninguno de los dos; le confiesa que ama perdidamente a Estefanía. Le advierte, también, que, si lo presiona con continuar con sus planes retorcidos, les contará a Luciano y Anna Mercedes que ambos se aliaron para causar que estos se separaran para siempre.

Sebastián le dice a Jonás que no está dispuesto a que se le acerque a Estefanía; por su parte, Jonás le dice a su primo que cambió de actitud y que, le guste o no, conquistará a esta, así salga perdiendo.

Miranda se sorprende cuando Fabrizio se aparece en plena graduación y toma el micrófono para pedirle delante de todos los presentes que sea su esposa. Ella no puede creer lo que él le ha pedido y corre a su lado para besarlo y decirle que acepta; todos los aplauden.

Luciano le dice a Anna Mercedes que, poco a poco, todos irán encontrando la felicidad verdadera, pero aún hay muchas cosas pendientes por resolver. Ella le dice a su novio que, a veces, le da miedo escucharlo hablar así, pero está segura de que le está hablando con firmeza y sinceridad.

Noelia tiene relaciones con Joaquín y le dice que ya está harta de tener que ir a verlo y entregarse a él sin sentir ningún deseo, por lo que le pide que tenga consideración, pues también tiene que cumplirle a Carlos que es su novio. Joaquín le dice que antes de conocer a Salvador Ferreira era una prostituta cualquiera, la cual, por ambición, se acostaba con varios hombres el mismo día y no le importaba. Le dice que no le conmueve que le diga que debe cuidarse por su embarazo, ya que siempre ha sido una mujer frívola y sin sentimientos.

Miranda le dice a Fabrizio que pensó que se había olvidado de ella y que no volvería a buscarla nunca más. Él le cuenta que Alicia ya sabía que le propondría matrimonio, pues esta lo ayudó con su plan; Miranda se ríe y dice que su mamá es la mejor del mundo. Esta se acerca y le dice a su hija que no podía permitir que perdiera al amor de su vida y, por eso, le dio la idea a Fabrizio de que se presentara de sorpresa en su graduación.

Jonás no soporta ver a Estefanía con Sebastián y le dice a Verónica que le dan muchos celos verlos juntos. Esta le dice a su hermano que en el corazón no se manda y no puede obligar a Estefanía a que se fije en él, además, de que esta se ve muy enamorada de Sebastián. Le aconseja que se aleje de ella como lo hizo Pablo de Santana y esta de Luciano.

Santos habla con Fabrizio y le pide que ame y respete a Miranda, pues esta, junto a Verónica y Jonás, es lo más importante en su vida. Fabrizio se conmueve cuando su futuro suegro le pide que no cometa nunca el error que él cometió cuando le hizo daño a Alicia con Teresa, pues no sabe lo doloroso que es perder al amor de su vida.

Gastón y Santana felicitan a Miranda por su graduación, quien aprovecha para pedirle disculpas a esta por el malentendido del restaurante. Santana le dice que la entiende perfectamente, pues cuando se ama de verdad siempre se busca defender ese amor a toda costa, y queda pensativa cuando Miranda le pide que no pierda la oportunidad de ser feliz, misma que tiene en sus manos si decide ir en busca de alguien que la está esperando en la distancia.

Pablo le dice a Cristóbal que pensó que Santana iría a buscarlo ahora que Anna Mercedes y Luciano retomaron su relación, pero, si no lo ha hecho, es porque, evidentemente, no es importante para ella. Cristóbal le pide que no pierda las esperanzas, pues debe recordar, también, que Carlos le contó que Santana lleva puesta a todos lados la cadena que le regaló. Le dice que está seguro que su futuro no está lleno de amargura y soledad como le hicieron creer en el centro espiritual de su bisabuela y que, si decide romper con ese mal augurio que decretaron en su vida para creer en lo que verdaderamente Dios quiere para él, su destino tomará un rumbo distinto.

Lo que nunca se apagóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora