Lo que nunca se apagó

Capítulo 54

Viviana se siente tranquila cuando Mauricio le dice que ya no tiene nada que hacer en el D.F., por lo que lo mejor es que se regrese a vivir a Cancún, y le asegura que un día se reencontrarán para verla arrastrándose mientras paga todo el daño que ha hecho a lo largo de su vida.

Luciano invita a Anna Mercedes a dar un paseo en yate; los dos disfrutan de su amor verdadero bajo un soleado y maravilloso día.

Alicia le dice a Elena que se siente muy angustiada, pues ha notado a Miranda y Verónica actuando muy raras con Santos y no han querido decirle el porqué. Elena le pide a su concuñada que deje la paranoia a un lado, pues seguro está viendo cosas donde no las hay; en sus adentros, se siente culpable por estar ocultándole una gran verdad.

Pablo le hace saber a Olivia que lamenta mucho que haya decidido irse con Bernardo sabiendo que este es un hombre autoritario y lleno de amargura. La abraza y le dice que no puede dejar sola a Amanda, pues la considera su madre también y está en una avanzada edad; le recuerda que cuenta con él cuando y donde sea.

Viviana se siente feliz al darse cuenta de que Bernardo y Olivia se van a su otra casa y que ahora su hermana no tendrá a Amanda para que la defienda de los malos tratos de su cuñado.

Jonás le cuenta a Teresa que le gusta Anna Mercedes, la hija de Augusto, pero sabe muy bien que Santos jamás permitiría que se le acerque. Teresa le pide a su hijo que se prepare para conquistar a esa chica si es lo que desea, pues llegó la hora de que dejen de esconderse; Jonás se impresiona por las palabras de su madre.

En la noche, Anna Mercedes se emociona cuando Luciano, con fuegos pirotécnicos, le muestra un letrero donde le dice que la amará eternamente.

Amanda le dice a Pablo que ella se encargará de que todos lo respeten como el hombre que es, incluso Bernardo. Luego, ella le notifica a su familia que habrá una junta general en la fundación y quiere a todos los miembros presentes.

Anna Mercedes le agradece a Luciano que la haya hecho tan feliz durante ese fin de semana; él le promete que la hará feliz todos los días de su vida. Ambos regresan de Acapulco para asistir a la junta que convocó Amanda; al rato, Raquel le dice a su hija que, luego de la reunión, ellas dos hablarán muy seriamente.

Todos se reúnen en la sala de juntas de la fundación y quedan impresionados cuando Amanda anuncia que ha decidido nombrar como heredero universal de todos sus bienes a su bisnieto Pablo Mondragón. Ella pide a los presentes que no se hagan los sorprendidos, pues para nadie es un secreto el amor incondicional que le tiene a este. Asegura que él se ha convertido en su hijo, confidente y mano derecha, pues es el único de la familia que jamás la ha criticado con respecto a su estilo de vida y a las decisiones que ha tomado. Dice, también, que en la fundación se necesita a alguien que supervise como debe ser las actividades laborales y nadie mejor que su bisnieto para hacerlo. Bruno le deja claro a su madre que entre él y Santos han sabido administrar bien la fundación y no ve necesario el que Pablo tenga que estar yendo todos los días a supervisarlos, pero ella le exige que ya no cuestione sus decisiones, pues no piensa declinar de las mismas.

Teresa le pide a Noelia que la acompañe al salón de belleza, pues necesita cambiar de imagen y lucir muy radiante; le asegura que ya se hartó de ser «la otra».

Santos se impacienta, pues se le está haciendo tarde para llegar a la junta y no encuentra por ningún lado las llaves de su auto; mientras revisa, se da cuenta de que Verónica dejó su chequera encima de la cama y se impresiona al descubrir los cheques firmados con altas cantidades de dinero para Jonás, por lo que termina deduciendo que este le está sacando dinero a su hija.

Tomás le reclama a Amanda que haya tomado decisiones sin habérselo consultado y le recuerda que Pablo no es el único miembro de la familia que se merece manejar los bienes que ambos obtuvieron con tanto esfuerzo. Amanda le dice a su esposo que jamás ha negado la ayuda y colaboración infinitas que le prestó durante todos los años de casados que tienen y que, aunque suene malagradecido de su parte, debe recordarle que tanto la fundación como la mansión están a su nombre y, por lo tanto, ella es quien decide qué hacer con esas propiedades.

Teresa le pide a Jonás que tome el dinero que necesite de la caja chica del club y que vaya a comprarse ropa, pues necesita que luzca guapo y muy elegante; le exige que no se demore.

Santos está muy molesto y asegura que, después de que salga de la junta, irá a ver a Jonás para reclamarle que haya estado estafando a Verónica.

Mauricio va al aeropuerto a comprar su boleto para irse a Cancún; por un momento, se detiene a recordar lo que hizo Viviana hace más de veinte años y asegura que aún puede agregar algo a su venganza en contra de esta, por lo que decide cambiar la fecha de su boleto para el día siguiente.

Amanda le dice a Pablo que confía plenamente en su nobleza y está segura de que sabrá manejar los negocios de la fundación y velar por las acciones de todos los miembros de la familia. Este decide asumir formalmente la presidencia y le agradece a su bisabuela que haya depositado toda su confianza en él; le promete que, en nombre del inmenso amor que le tiene, no la defraudará. Luego, le promete a su familia que no cambiará nada dentro de la fundación, pues no quiere que se sientan afectados; asegura que solo le interesa trabajar en pro de los donativos y para que la institución mantenga su estabilidad y solidez características.

Más tarde, Amanda da por terminada la junta asegurando que Pablo también se convertirá en la cabeza de la familia y que él decidirá todas las cosas que se hagan o no dentro de la mansión Montalvo. Bruno se enfurece ante las decisiones arbitrarias de su mamá y asegura que estando su sobrino nieto al frente de la fundación podría enterarse del embargo que recae sobre esta.

Pablo les pide a Miranda, Verónica, Anna Mercedes y Sebastián que no lo dejen solo ahora que tendrá que enfrentarse a un nuevo estilo de vida; ellos le prometen que le colaborarán en todo lo que necesite.

Teresa, quien luce espectacular con su nueva imagen, toma un taxi, junto a Jonás, directo hacia la Fundación Renacer.