Lo que nunca se apagó

Capítulo 85

Luciano le dice a Santana que la quiere mucho, a pesar de que su corazón le pertenece a Anna Mercedes; le promete que pondrá de su parte para llegar a verla como la mujer de su vida. Ella le dice que decidió estar con él sin importar lo que suceda al final y le da su palabra de que asumirá la responsabilidad de todo lo que ocasione sus decisiones.

Al día siguiente, Verónica se da cuenta de que Alicia recibió una caja de chocolates con una dedicatoria de un pretendiente anónimo. Ella le dice a su mamá que sabe perfectamente que ese pretendiente es Julián y le pregunta si está en medio de este y de Milagros; Alicia le aclara a su hija que no está en medio de nadie y que le causa mucho dolor que piense así de ella.

Augusto le agradece a Julián que lo haya ayudado con la herida del rostro; este le dice que, justo en ese momento, recuerda cuando una vez dijo que no necesitaría de él jamás, pero ahora puede darse cuenta de que la vida es impredecible y hay que cuidar las palabras que se dicen. Julián le pide a su papá que, aunque desconoce los motivos por los que lo hirieron, se cuide mucho.

Rita decide pagarle a Montilla la cantidad que este le pidió, pero esta vez el triple, no para que le dé información de Irene, sino para que se deshaga de esta. Él le promete que en un par de días la enfermera estará borrada del planeta.

Amanda le comenta a Olivia que ya el cumpleaños de Pablo se acerca, por lo que tiene la idea de prepararle una fiesta sorpresa a este; Olivia está de acuerdo.

Viviana intercede por Noelia para que Carlos crea en esta diciéndole que ninguna mujer le aguantaría tanta desconfianza a un hombre como Noelia lo ha hecho con él y, además, le hace saber lo mucho que ha sufrido sabiendo que dará a luz a un niño que ya es huérfano de padre sin ni siquiera haber nacido. Carlos se conmueve cuando su madre le pide que, así sea por el bebé que está esperando su novia, intente creer en la única mujer que lo ama de verdad, pues no le gustaría que su nuera padeciera lo mismo que ella cuando Mauricio la abandonó embarazada.

Luciano se encuentra a Augusto y comienza a burlarse de la herida que tiene en el rostro y le dice que se siente muy contento de que Gastón haya sabido defender la dignidad de Santana como mujer. Le dice, también, que los cerdos como él no cambian y que espera verlo algún día tirado en un contenedor de basura como a Franco. Augusto se asusta cuando Luciano le dice que, ahora que Gastón se ha puesto de su lado, su salida para huir de la justicia se ha cerrado.

Milagros se aparece en el hotel para decirle a Julián que lo extraña mucho y que, desde que llegaron a México, todo lo que habían logrado avanzar en Madrid se derrumbó. Él le dice a su esposa que su relación está colgando en un hilo, pero que no pueden tirar la toalla sin haber hecho un último esfuerzo.

Alicia va a agradecerle a Julián por la caja de chocolates que le regaló y se siente incómoda cuando lo ve besándose con Milagros; luego, piensa que lo mejor es que llegue el día en que se acabe la estadía de él en la ciudad.

Julián y Milagros hacen el amor como muestra de reconciliación; ella empieza a pensar repentinamente en una de las veces que se acostó con Luciano en Madrid y en el beso que le dio a este recientemente. Julián se llena de ira cuando su esposa lo llama «Luciano» en la cama.

Augusto se sorprende cuando, al llegar a su casa, toda su familia está esperándolo para cuestionarlo, pues Gastón les ha contado a todos que intentó abusar de Santana. Mientras Gastón le entrega una orden de alejamiento para que no se le acerque nunca más a su hija, Amanda le pide a su hijo que le dé una buena explicación de lo que intentó hacer con Santana Fonseca.

Por la noche, Teresa llega a casa de Milagros y le pide que se aleje totalmente de Santos; Milagros le deja claro que este le ha pedido ayuda para evitar que Alicia se relacione con Julián, lo que da a demostrar claramente que el hombre por el cual le está reclamando no siente absolutamente nada por ella. Teresa le da una cachetada a Milagros cuando esta le dice que las mujerzuelas como ella creen que por parirle un hijo a un hombre lo van a atar para toda la vida, sabiendo que lo que les toca hacer es humillarse para poder recibir un poco de afecto.

Carlos se aparece con un ramo de globos en la habitación de Noelia, el cual dice: «Perdóname», ella se emociona al verlo y decide regresar con él; los dos se besan con ternura.

Julián se aparece en el apartamento de Luciano y le exige que le dé una explicación de la relación que tuvo con Milagros. Luciano le pide que se retire de inmediato de su casa, pues no tienen nada que hablar y menos de la forma tan grosera como lo está tratando; le dice que si quiere averiguar qué tipo de relación tuvo con su esposa, pues que se lo pregunte a ella misma.

Milagros piensa que si Julián descubre que fue amante de Luciano le pediría el divorcio de inmediato y le ruega a Dios que eso no vaya a suceder.

Ante la insistencia de Julián, Luciano le confiesa que fue amante de su esposa cuando estuvieron internados en el centro de salud mental, pues iniciaron una relación en Madrid, gracias a que él la dejó sola cuando más lo necesitó, pero le aclara que, cuando decidió tener algo con Milagros, desconocía totalmente de que esta era una mujer casada. Luciano le aclara que si le está contando la verdad es porque no quiere dejar cosas incompletas de su pasado; le confiesa que, cuando se enteró de que era precisamente su esposa, quiso vengarse de Augusto a través de eso, pero luego entendió que Julián no tenía la culpa de la atrocidad que había cometido su padre. Julián le pregunta a Luciano por qué odia tanto a este.

Amanda decide comprender y perdonar a Augusto cuando este le dice que sus fracasos amorosos lo han llevado al borde de la desesperación y que ha puesto de su parte para controlar sus acciones impulsivas. Amanda le pide a su hijo que confíe en ella, pues es su madre y está dispuesta a ayudarlo en lo que necesite como siempre lo ha hecho; él piensa que su mamá jamás debe enterarse de sus delitos. Por otra parte, Anna Mercedes va a ver Santana y le pide disculpas por la actitud de Augusto; le hace saber que, aunque no se la llevan bien por motivos que ambas conocen, se sintió muy mal al enterarse del terrible episodio de abuso que vivió, pues para una mujer o para cualquier ser humano esto se traduce en algo traumático e intolerable. Santana le da la mano y le agradece, sinceramente, su solidaridad.

Carlos y Noelia hacen el amor; a la mente de esta llegan las imágenes del día que asesinó, junto a Joaquín, a Salvador, y le ruega a Dios que ese crimen nunca se descubra, pues moriría de tristeza si su novio se aparta de su lado.

Al día siguiente, Julián aún está sin palabras luego de que la noche anterior Luciano le haya confesado el gran secreto que lo une a Augusto; dice que su papá no merece haber nacido y asegura que lo que hizo no tiene perdón de Dios. Luego, le llama a Milagros y le pide que se vean en un restaurante, pues tiene un anuncio muy importante que hacerle.

Anna Mercedes desayuna con Jonás y este le dice que la ha notado muy pensativa últimamente; ella le hace creer que las discusiones con Raquel la tienen muy mal, cuando en verdad se encuentra así porque no deja de pensar en Luciano. Jonás le dice a su novia que espera que le esté hablando con la verdad y que no sea su exnovio el motivo por el cual está perdiendo la paz.

Montilla recibe el cheque de manos de Rita y le promete que esa misma noche llevará a cabo su plan. Luego, él le llama a Irene y le dice que ya todo está listo para que finja su muerte.

Felipe va a buscar a Laura a la fábrica y le dice que, aunque no lo crea, admira lo buena esposa que es, y que Darío debe estar muy contento de tener a una mujer como ella a su lado. Ella se sorprende cuando él le pide perdón por no ser el padre amoroso que tanto deseó y le deja claro que su amargura se debe a que no es feliz en su matrimonio con Rita. Laura le dice a su papá que no tiene nada que perdonarle y que lo único que necesita es que se acerque más a ella; se le salen las lágrimas cuando él la abraza con mucha ternura.

Olivia no puede creer lo que escucha cuando Alicia le confiesa que ha estado pensando mucho en Julián y siente miedo de lo que eso pueda representar. Olivia le dice que de seguro debe estar confundiendo las cosas y que, si ese temor está surgiendo porque está vulnerable a sentir algo más por su primo, lo mejor es que ya deje de tratarlo. Alicia asegura que se siente como una adolescente cuando está al lado de Julián, pero sabe que sus hijas la odiarían si decide darse una oportunidad precisamente con él.

Milagros se impacta cuando Julián le dice que ya sabe que fue amante de Luciano Santacruz y que su infidelidad, junto a su actitud de celosa incontrolable, es más que suficiente para que le pida el divorcio. Ella enfurece ante la petición de su esposo y le grita que nunca lo dejará libre, pues él es solo suyo y no va a permitir que sea de ninguna otra mujer; toma un cuchillo de la mesa e intenta lastimarlo con el mismo, por lo que el personal de seguridad del restaurante deciden apresarla. La policía llega al lugar y se llevan a Milagros detenida, mientras ella grita que nadie podrá separarla de su esposo.