DEDICADO A: mi hermosa madre que siempre ha sido mi mejor lectora y fue su cumpleaños, TE ADORO
también a Jammie Sanchez por su cumpleaños
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- ¿qué te pasa?- le preguntó pero no recibió respuesta, sólo una además de que se fuera, Ravenna sabía lo que pasaría al volver a consumir la vitalidad y belleza de jóvenes inocentes, en cada una de ellas una parte de su alma se iba, la magia oscura ganaba partido haciéndola otra persona, la Reina malvada que quería matar a su hija, aquel beso fue lo último bueno de ella, iba a morir toda la luz de su ser, iba a ser otro ser corrompido más dotado de belleza una que sólo era un disfraz para su podrida alma - Adiós hija- susurró cuando vio lo último de su hija salir de la habitación, era un viaje a la oscuridad sin retorno, pero era el precio de tener el poder.
Volvió a su pequeño trono y así esperar a la chicas que le devolverían la juventud y poder que perdía cada vez mas rápido, era uno de esos días en los que los recuerdos la invadían como los gusanos lo hacían con un cuerpo muerto, se tomó el puente de la nariz para poder cerrar los ojos y descansarlos, las miles de cosas que habían hecho durante estos años muchas veces aparecían en sus sueños arrastrándola a un cuarto oscuro donde las voces de aquellos que asesinó hacían eco en su cerebro.
- Mi señora, aquí están las esclavas- abrió los ojos para darse cuenta de que había tres niñas frente a ella.
- Retírate- le dijo al hombre con la armadura desgastada, era Dalibor, el capitán de todo su ejercito, un hombre leal que había tomado bajo su mando después de que su aldea fue masacrada por una horda de Orcos, se retiró del lugar haciendo una reverencia, tomó a la primera chica viendo como las lagrimas se abrían paso en sus mejillas sucias, absorbió lo que había de vida en ella dejando un cuerpo anciano en el piso, repitió el proceso con las demás hasta verse de joven de nuevo, abrió una reja dejando salir a donde hermosos chitas ataviados con diamante como collares.
- coman mis hermosos- ordenó dejando ver a los cuerpos inconscientes, los elegantes felinos obedecieron la orden de su ama y comenzaron a desgarrar los cuerpo de la chicas quienes al sentir los afilados dientes de las vestían comenzó a gritar del dolor, la reina sólo observaba el espectáculo, aquellos animales le recordaban su mejor época, dónde no todo era desgracia, dónde Alena aun vivía, recordó que cierto día entre sus arrebatos de juventud decidió ir a verla a Mirkwood, aunque en sus adentros lo único que quería era ver a Thranduil, el bosque estaba en su esplendor, podías ver el sol atravesar el verde follaje de los árboles, sentir el viento fresco correr a tus lados, Alena tenía el don muy extraño entre los elfos, podía escuchar y sentir a las personas aunque estuviese muy lejos, así que antes de llegar a las puertas azules de Mirkwood salió con un hermosos vestido de seda morada con su corona de brillantes, se veía hermosa inclusive estuviese viéndola con odio.
- ¿qué haces aquí?- ni si quiera ella tenía la respuesta para aquello, simplemente era una necesidad extraña de ver lo que perdió, como cuando vas a la tumba de alguien, simplemente por el recuerdo.
- Hola, vieja amiga- le saludo con una sonrisa llena de hilaridad aunque por dentro aquella mirada de Alena le hubiese herido tanto como una daga.
- no tienes nada que hacer aquí, ¡Vete!- le gritó apuntándole firmemente con una espada elfa bien labrada, Ravenna comenzó a enojarse por tal osadía por parte de su amiga.
- tanto miedo tienes a que tu hermoso esposo me vea- comenzó a reírse haciendo que Alena crispara de enojo también se acercó un poco más sin siquiera bajar un poco la espada, Ravenna sin previo avisó se acercó haciendo que el filo del arma atravesara un poco de su estomago, la mano de Alena temblaba ante la sangre que brotada del cuerpo de su amiga.
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Forbidden Love [Thranduil] || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓN
FanficWATTYS LONGLIST 2018 La reina Ravenna tiene una hija con el valar Ulmo, pues años atrás un romance clandestino con el Rey Elfo del Bosque Negro la llevó un tanto más a la locura y desolación. Sin esperanza Ravenna decide casarse con un ser humano, u...