Primero antes que nada una gran disculpa por no haber actualizado el sabado y los días siguientes pero la Uní me consume lentamente y sí, tuve muchisimos trabajos, exámenes, Dios me odia en pocas palabras, pero bueno estoy desde la universidad en una hora libre subiéndoles capitulo, así seco, sin imagen ni palabritas de amor por que bueno...EL INTERNET ES UNA BASURA sí, mi universidad me absorbe dinero como vampiro pero no puede actualizar su red, anyway los amo
XoXo.
La parvada de aves voló en dirección al valle, Thranduil lo único que pudo hacer fue unir su espada con los enanos y hombres para llegar hasta su amada Muirgen. Un trasgo derrumbaba las pesadas paredes que resguardaban la ciudadela, como pequeñas hormigas atacando a su presa casi muerta los orcos entraron arrasando con todo a su paso, Bartram entró asustado para sacar a Muirgen de ahí, pero ésta ya estaba guardando un sin fin de navajas en cada unos de los espacios reservados en su traje de guerra.
— Por tu padre. Muirgen, ¿qué crees que haces?— pronunció Bartram con los ojos muy abiertos, la princesa sólo le dedicó un vistazo azulino por la esquina de sus hermosos y grandes ojos. Incrustó la espada que su abuelo le había regalado en el más gran de los ojales de aquel cinturón de cuero con hilos de oro puro.
— No voy a quedarme aquí a que alguno de ustedes venga a protegerme, no soy una damisela inútil— lo pasó de largo para salir a dar ordenes a los elfos que hacían un cerco alrededor de la tienda como si la misma piedra del rey estuviese ahí.
— Telir yrch, Metho i vagledh— dijo con el Sindarin más fluido que pudo sacar, de verdad era bueno, inclusive los elfos se sorprendieron de lo bien que lo habló.
— híril nín Ben iest dhîn — dijo el que estaba al mando inclinándose un poco ante la princesa, pero antes de que se fuera nuevamente en la lengua de los elfos del bosque Muirgen habló.
— ¡Daro!, dago din— apretó los labios despues de decir eso. Bartram se quedó un tanto petrificado por las palabras de Muirgen, siempre había sido una chica inteligente y capaz, desde que le enseñó como defenderse, o más aun cuando su madre le mostraba la forma correcta de tomar una espada, de enterrar el filo brillante de éste en la carne de cualquiera que se interpusiera en su camino, Ravenna misma había creado al ser que iba a destruirla, inclusive le había suministrado los conocimientos necesarios para matarla.
Su cabello dorado simplemente ondeo imponente entre las personas que corrían para alejarse lo más rápido que podían de los puntos dónde los orcos se encontraban, pero por el contrario, ella se acercaba para matarlos, desollarlos, ya no había esa chispa de inocencia y curiosidad de su niñez que la hubiese llevado al menos a perdonarle la vida a uno de ellos para redimirlo, ya no era esa niña, ahora era una mujer, una que podía matar, amar y odiar al mismo tiempo.
El filo de su espada se deslizó velozmente sobre el cuello grisáceo de uno de los orcos que se disponía a atacarla, la sangre oscura resbaló por su mejilla blanca haciendo un contraste extraño entre los colores —¡Por Eru! Son demasiados— dijo bufando por lo bajo mientras se pagaba a una columna que le daba vista al tumulto de escorias que se agrupaban en la plaza principal, Bartram estaba unos pasos de ella con la espada en mano también.
— Podemos tratar algo— viró la mirada hacia su amigo quien sonreía a pesar de tener una herida en el brazo izquierdo que hacía unos minutos un orco le había propiciado con su flecha, pero no había nada de que preocuparse, las flechas de Mordor no tenían efecto en él.
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Forbidden Love [Thranduil] || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓN
FanfictionWATTYS LONGLIST 2018 La reina Ravenna tiene una hija con el valar Ulmo, pues años atrás un romance clandestino con el Rey Elfo del Bosque Negro la llevó un tanto más a la locura y desolación. Sin esperanza Ravenna decide casarse con un ser humano, u...