The truth beneath the light

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– es imposible, si eso fuera posible ya te hubiera sacado de mi oscuro corazón- volvió a besar su frente y antes de que la princesa pronunciara algo desapareció en forma de ave, Muirgen era una chica fuerte, pero todo esto había sobrepasado todo lo que podía soportar en un día, tomó la delicada almohada de plumas y mitigó su llanto en ella, se sentía como la peor de las criaturas, había caído ya en el pecado, y de ese pantano no podría escapar.

Antes que nada les recomiendo la canción que puse... es una de mis favoritas

 

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La princesa llevaba dos días encerrada en su habitación, la puerta llevaba un encantamiento que nadie podía romper, todos en el reino estaba consternados por el comportamiento de la hechicera, se escuchaban muchos ruidos dentro de la habitación y después silencio, tan penetrante que hacia que el viento dentro de la cueva silbara como la muerte, Legolas solía temer lo peor.

- padre, debemos llamar a su madre-  espetó Legolas con  la preocupación escondida en sus finas cejas – Ravenna no podrá hacer nada, sólo queda una opción-  el rey no se había acercado a los aposentos pues tenía miedo de que todo el reino se percatara de los sentimientos que comenzaba a profesarle a la princesa –tendré que pedirle que me deje entrar- Legolas no pudo ocultar el asombró en su rostro, su padre estaba también preocupado, podía notarlo detrás de lo grisáceo de su mirada, el rey se adelantó hacia el gran pasillo que llevaba a las recamaras principales,  tocó la puerta tres veces – Princesa Muirgen, sería tan amable de abrir la puerta- Legolas observaba  desde unos pasillos más arriba, no esperaba que la puerta se abriese, y después de eso aunque su padre no lo permitiese iría a buscar a la reina Ravenna, pero ante la sorpresa del elfo la puerta se abrió dejando que su padre entrara y cerrándose violentamente, tendría que esperar pues no estaba seguro de si ésta volvería a abrirse enseguida.

La recamara parecía normal y Muirgen estaba sentaba en una esquina leyendo con un rostro de calma - ¿necesita algo?- preguntó  la princesa dejando el libro sobre la mesilla – No más ilusiones Muirgen- espetó el rey tomándose la manos pues el miedo lo invadía al no saber que se iba a encontrar, el espejismo desapareció poco a poco hasta  mostrar a Muirgen con los ojos rojos, despeinada  y con sangre en las manos, llevaba el mismo vestido del festival, Thranduil se acercó a ella tomándola entre sus brazos –¿qué sucede?- le pregunto sentándose en junto a ella sin soltarla – alguna vez sintió que todo el mundo se le viene encima- la acercó a su pecho acariciando su cabello – sí- ella abrazó su cintura – eso siento, hubo una lluvia de estrellas, aquella noche, es hermoso, pero trae malas noticias- le levantó el rostro para poderla ver a los ojos – Muirgen, de que estas hablando- se escondió entre su cuello, el rey olía a miel, sus ropas estaban impregnadas de un aroma a flores  contrastando perfectamente con el aroma de su piel. – él me ama, yo, lo amo a usted y bueno…- lo miró a los ojos de nuevo – no sé lo que siente por mí o si sólo me beso por haberle traído a la reina una vez más-  le mostró una sonrisa sincera, esa que brillaba como la perlas bajo el mar –deja de hablarme con tanta propiedad Muirgen, soy Thranduil, nada más, ni rey, ni lord, nada, sólo soy yo, déjame contarte una historia- la acomodó en su pecho y él se recargó de la columna de piedra que sostenía la habitación – Un rey en lo más recóndito de un bosque maldito, cerró las puerta de su corazón desde que la tragedia llegó a su vida, creyó que jamás volvería a ver la luz de la felicidad de nuevo, la muerte consumió su sonrisa, sus sentimientos, pero un día, recibió una invitación de cierta mujer, nada grata para él, después de una extraña proposición una chica apareció, con el cabello igual al trigo bajo el sol, tan revuelto como el follaje de los árboles, pero tan sedoso como las nubes, la piel tan blanca como la luz de estrella, toda esa belleza impacto tanto al rey que un rayo de esperanza surcó su corazón, cada vez que la veía sentía que la oscuridad en él iba desapareciendo, gracias a aquella chica con el océano en la mirada-  Muirgen estaba llorando de nuevo, lo abrazó aun más fuerte, - pero los elfos sólo pueden amar una vez- dijo entre el llanto – esa es una mentira, si eso fuese cierto, no estaría aquí, no hubiese querido derribar esa puerta desde el primer momento,  no hubiese admitido que te amo-  esas ultimas palabras hicieron eco en la cabeza de la princesa, “te amo”, ella no sabía nada sobre el amor, sólo lo que leía en los libros,  ¿así se sentía el amor?, como si la brisa del mar te tocase el rostro por primera vez, como la primera vez que tu piel siente el frio, eso era el amor, golpeándote denodadamente como el viento de otoño, en sus brazos el mundo era un lugar mejor, nada podía derribarla ahora, no, después de haber oído a Thranduil decir, “Te amo”, tan fácilmente, tan ágil como el galope de un caballo,  eso era el amor, aquel goce inexplicable, aquella alegría que no cabe en todo tu ser.

Forbidden Love [Thranduil]  || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora