Forbidden Love [Thranduil] || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓN

Ever Dream of me

— Estas loca Ithil— dijo Caleb desplomándose en su cama, pero su hermana le golpeó la cabeza una vez más con el pesado libro de leyendas que tenía en las manos. 

—Ya sé que no eres para nada inteligente hermano, pero lo que te dijo nuestra malvada y querida abuela puede que tenga sentido— le mostró unos cuantos papiros llenos de anotaciones extrañas con símbolos, de nuevo se lamentaba no prestar atención a las clases de su madre. 

—No estoy enamorado de nuestra madre, sabes cuando desagradable es siquiera pronunciarlo— Ithil le lanzó un volumen de hierbas curativas en la medicina elfa que estaba a la mano pero su hermano detuvo el trayecto del libro que iba a dar directo a su cabeza.

—Es a lo que me refiero, sabemos que adoras a madre, pero nada más, tal vez eso que dijo Ravenna es "Lo" que la quiera—. Habían pasado semanas investigando todo sobre las palabras de Ravenna, sus insinuaciones y cosas por el estilo, aunque lo mantenían en secreto cuando su padre o madre iban a visitarlos. 

—Deberías volver a hablar con ella— Caleb negó rotundamente bufando por lo bajo, fue entonces cuando su hermana se sentó a su lado abrazándolo de la cintura. 

—Tal vez por una cosa pueda odiarla. Por habernos dado una maldita abuela loca— Ithil no contuvo la risa, aunque era una disfrazada, si hacia el recuento, desde que estaban en el vientre de su madre habían estado amenazados, todo lo malo les pasaba a ellos. 

—Es una sorpresa encontrarlos así— dijo Bartram quitándose las cortinas de seda que se habían enredado en sus ropas, Ithil dejó los brazos de su hermano para correr hacía él y abrazarlo. 

—También los extrañé— vociferó mientras Ithil lo soltaba para que pudiese respirar. —Pero necesito hablar con su abuelo, vuelvo enseguida— apretó la mejilla de Ithil y le guiñó el ojo a Caleb quien simplemente lo abrazó de una forma varonil, a Bartram le sorprendía lo rápido que habían crecido, un día estaba consolando a su madre por enterarse de que los haría pasar por hijos de Legolas y ahora ya estaban hechos todos unos jóvenes vitales, llenos de conocimiento. 

Salió de la habitación acomodándose el cabello que a esas fechas ya le había crecido unos centímetros. Un libro se estampó en el frente de Ithil mientras le sacaba de sus pensamientos, era como algo de costumbre, golpearse con lo que estuviese a la mano. 

— Te gusta— le recriminó su hermano antes de echarse a reír, su hermana se había puesto de mil colores negando de forma rotunda mientras recogía su libro. 

— No puedes mentirme, ¡Su cabello luce tan hermosos!— se tomó las manos tratando de imitar el rostro de su hermana, Ithil casi lo asesina con la mirada pero su hermano tenía razón, Bartram le resultaba de alguna forma atractivo, imposible de negar que su aroma a madera y frutos no se colaba en su alcoba más de una vez cuando los visitaba, o que esos ojos completamente negros eran el misterio más grande que quería descubrir.

 —¡Vaya hermanita! Quien lo diría— volvió la mirada a su hermano el cual seguía acechándola con los ojos, seguramente leyendo cada parte de los pensamientos que tuvo. 

— Cállate, no sabes nada— le recriminó volviendo al tema de Ravenna pero Caleb no iba a dejar de molestarla por un largo rato con eso. Su hermano muchas veces era insoportable, tanto que cuestionaba su parentesco. 

Caleb la dejó sola por un momento ya que su ceja se había hundido lo suficiente como advertencia de que iba a maldecirlo si seguía molestándola como de costumbre. 

La joven se desplomó en su cama con la cabeza llena de dudas, el amor de verdad era una de las cosas que menos comprendía de ese mundo, era algo tan complejo, inclusive verlo a diario en aquellos que eran sus padres no bastaba para deducirlo por completo.