Trip Of Darkness

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- vamos a tener dos hijos, ¿lo puedes creer?- Thranduil asintió dándole un enorme beso y pasando sus manos por su delicada espalda, ni el mismo creía que iba a tener dos hermosos hijos con aquella mujer que lo hacía brillar con solo verlo a los ojos.

- Te amo- le dijo volviéndola a besar dulcemente.




Dos meses más habían pasado, las hojas de los árboles se volvían amarillentas, pronto con la llegada del otoño dentro de un mes comenzarían a caerse dando paso al hermoso blanco que la nieve pondría en las ramas sin gota de color verdoso por sus hojas, Ravenna observaba dubitativa aquel panorama desde la torre que fungía como su habitación, habían pasados largos meses para poder romper el hechizo de Muirgen, ahora estaba casi listo, la fina capa que cubría al orco se rompería y sólo necesitaba como decía el libro cubierta de piel de dragón con hojas amarillentas , "una pizca de decepción", enredó sus finos dedos cubiertos de joyas en un collar hermoso que su amiga Alena le había regalado, tenía una gran gema blanca en forma triangular, la observó sigilosamente.

- Fuiste una tonta- reprimió arrancando el collar haciendo que las pequeñas uniones de oro salieran volando por toda la habitación, el odio la consumía poco y eso podía notarse en las pequeñas arrugas que se hacían debajo de sus ojos, fue entonces cuando vio el regalo de su nueva aliada Deluthiel, un frasco redondo de cristal azulino con un contenido carmesí "La sangre de elfo es pura, así podrás conservar tu belleza" la bebió de un solo tajo sintiendo como aquella energía surcaba su cuerpo como cuando un rayo parte el tronco más firme.

-¡Bartram!- gritó sosteniéndose de su escritorio, el joven entró un tanto temeroso por la escena, era sabido que la reina bebía constantemente y muchas veces tuvo que levantarla de los corredores antes de que alguien la viese en ese estado.

- Dígame señora- sus ojos azules eran como pedazos de hielo macizo, las largas pestañas que los adornaban sólo cumplían la función de hacerlos aun más temerosos.

- llévame a mi cama- la tomó entre sus brazos fuertes para alzarla y así llevarla directo a la cama con doseles dorados y crema, la reina se aferró al blanquecino cuello de la criatura, pegando sus labios rosados al oído del joven.

- destitutione incipit (empieza la decepción)- Bartram parpadeó un sin fin de veces al sentir el siseo recorrer su canal auditivo como si de una serpiente dirigiéndose a su presa se tratase, la arropó como era debido y salió de ahí aun perturbado por aquellas palabras tan extrañas por parte de la reina.

-¿Padre?- escuchó que decía la reina, tal vez estaba alucinando por la bebida, Saruman sólo estaba en el castillo cuando su bella nieta vivía ahí.

- Mírate Ravenna, cada día estas más demacrada, ahora comprendes las consecuencias de la magia negra- Bartram iba a irse de ahí, no debía escuchar las conversaciones de su reina, mucho menos cuando Saruman podía sentir su presencia oscura como le decía muchas veces a Muirgen en Quenya.

- Pero vine a hablar de algo más serio, la criatura que Muirgen creó, Bartram- se quedó petrificado al escuchar su nombre en los delgados labios de Saruman, jamás lo había llamado por éste aunque Muirgen le corregía cada vez que lo llamaba "criatura" o "cosa".

- Padre, prometimos guardar ese secreto, además tu preciosa nieta lo tiene controlado con un hechizo, no es tan tonta, hace meses que no la ve- pronunció la reina, fue entonces cuando se transformó en ave y surcó el castillo para posarse en el balcón de la reina y no ser visto, ahí estaba la túnica de Saruman, tan blanca como la misma luz de la luna, su barba larga un tanto amarillenta, su cabello hasta la espalda lleno de canas.

Forbidden Love [Thranduil]  || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora