Forbidden Love [Thranduil] || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓN

I will let you die right there in darkness

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- perdón, es que es simplemente magnifico, ¿es por eso que la puesta se abrió sola?- la hechicera asintió con una gran sonrisa, siguieron hablando sobre el reino, pero en la mente de Tauriel aun seguía la sorpresa de cuanto podía hacer su rey con tal de conservar su poder y mejorar su especie, pero dejo eso de lado al escuchar las grandes historias de Muirgen, se encontró a ella misma sumida en una felicidad que antes no había experimentando, por fin estaba sintiendo aquello que de niña buscaba desesperadamente, pero jamás encontró en una de su raza, la confianza, se sentía completamente cómoda hablando con aquella chica recién llegada, sentía que podía contarle su vida en ese mismo instante y que ella jamás la traicionaría, ahí estaba ella una elfa Silvana, entablando conversación con la hechicera; por fin había encontrado una amiga, una amiga de verdad.

El rey caminaba lentamente por sus aposentos, el recuerdo aun lo hacia dudar de su acción, aceptar que una hechicera se casara con su hijo, no fue a caso él quien se negó a unir su vida a la hija del propio Saruman, no fue él quien rompió el corazón de la joven Ravenna, claro, pero todo esto no tenía un fin concreto el día en que decidió abandonar la aventura que vivió con la ahora reina; siguió caminando por su alcoba lentamente dándole vueltas al asunto como si no hubiese prisa.

"La voz de Ravenna resopló con una saludo cordial hacia su persona y con algo de mofa de trasfondo - El Gran rey Thranduil, soberano de Mirkwood- se levantó tomando su vestido elegantemente para bajar de su trono en tonos grisáceos, él rey se acercó a ella inclinando la cabeza en señal de respeto.

-Reina Ravenna- musitó con lo tenue pero poderoso de su voz, la soberana ofreció su mano y el rey elfo la tomó depositando un beso en ella.

- Puedo saber el motivo de su tan ansiosa invitación- la reina retornó a su tabernáculo para poder ver al rey desde la posición que quería, ambos ojos azulados se incrustaron como el diamante se incrusta en el metal, ambos soberanos con las mismas intensiones, la naturaleza no hubiese permitido que dos entes de sentimientos tan iguales estuviesen juntos.

- Thranduil- la reina lo llamó por su nombre y el gobernante sólo pudo abrir los ojos ante tal osadía por parte de Ravenna, frunció el ceño para hacerle saber que su acción no había sido tomada a bien, la Reina movió la mano para que la mayoría de los guardias saliera, sólo un chico de cabellos negros se quedo al lado del trono como una pequeña ave al acecho, su mirada oscura podía penetrar la piel de cualquiera, su destrozada alma había dejado cicatriz en parte de su rostro que podía deducirse tuvo belleza; Thranduil ordenó lo mismo a los elfos que lo acompañaban, sólo estaban la reina y él.

- Ravenna- espetó el rey elfo casi escupiendo el nombre de la soberana, quien emitió una risa bastante satisfactoria al ver que había logrado su cometido .

- sé que tu reino está siendo carcomido por las hijas de Shelob- el rostro del rey se tensó recordando como el bosque hundió en las sombras y devastación, recordó el hecho mas trágico cuando las arañas llegaron, y sintió que la rabia lo inundaba de nuevo, pero se contuvo pues no estaba a solas para pode descargar su saña con alguien, la reina lo observó y supo que pasaba por su mente.

- ¿quieres saber tu futuro?, Thranduil- preguntó la reina con la sonrisa de satisfacción en el rostro, ¿Destino?, Thranduil sabía que el destino nunca le preparaba algo bueno, conocía sus efectos, había dejado marcas imborrables en su cuerpo y alma, dejó un trono vació hace ya varias lunas, tantas que son imposibles de contar.

- No, dime de una buena vez que es lo que deseas de mí- la reina se tomó el pecho con un rostro de aflicción bastante mal actuado.

- yo sólo quiero ayudarte Thranduil, es por eso que te he llamado- el rey estaba llegando al limite de la paciencia, pero sabía de lo que Ravenna era capaz y era mejor no tentarla.