Forbidden Love [Thranduil] || WATTYS LONGLIST 2018|| PROCESO DE CORRECIÓN

Playing with your Mind

Hice un Pequeño cambio, la versión Joven de Rowanna/ Anna será Barbara Palvin (checar la imagen) además que el Fanfic se estará tornando algo oscuro, no sé si me logro explicar, sino bueno ya leerán los cambios radicales.

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Aquella noche Muirgen bajó hasta el lugar de sanación con algo de dudas en los ojos, pidió que la dejaran sola con aquella joven mujer que no tenía ni una pista de quien se trataba, desde unas esquina pudo observar los golpes que desaparecían gracias a los ungüentos de los elfos y algunas otras plantas colocadas, además de que la herida en su costado ya no sangraba.

— ¿quién eres?— le susurró haciendo que unos ojos verdes se clavaran en los de ella como si fuesen las ramas de un roble antiguo, aunque después cambió su mirada por una más dócil, inclusive asustada.

— yo...— murmuró desconcertada, pero Muirgen puso sus manos cerca de su pecho para buscar algún signo de magia en aquella joven, pero nada, sólo era un cuerpo muerto, sin sentimientos, tal vez arrancados por algún pasado turbio.

— Te quedaras hasta que sanes y cuando eso pase te largaras de aquí— le dio la espalda aunque pudo sentí las cuchillas de sus pupilas clavándose en su nuca, algo más había en esa niña disfrazada de aldeana, sólo faltaba descubrir qué.

— Madre— le llamó Caleb desde lejos pero no detuvo el paso, es más apresuro cada uno de estos para alejarse de su hijo, aun estaba demasiado dolida por lo que había pasado.

— Madre por favor— la tomó del brazo bruscamente y ella se soltó de la misma manera, inclusive tubo que alejarse unos cuantos pasos, ¿desde cuando aquel niño que corría a esconderse tras su vestido había crecido tanto?, ¿cuándo fue que ya no alzaba la mirada para hablarle sino ahora la agachaba?.

— Sígueme— ordenó tomándose el camino hacia la biblioteca, lugar que sólo Ithil ocupaba pero ahora tenía prohibido por el castigo. Ofreció una de las butacas para que se sentara cerca de ella, en un chasquido de dedos prendió las velas, ahora aquella piedra oscura tenía tonos amarillentos y naranjas que la hacían ver más cálida. 

— Expresa tu sentir hijo mío— vociferó como toda una reina, inclusive cruzando la pierna de forma elegante y posando su rostro en una de sus manos, la flama más cercana iluminaba el hermosos rostro de su madre, y mientras más la observaba se preguntaba como e que su padre supo que la amaba más allá de esa belleza plasmada en su piel, cómo comprendió que sin ella no podía respirar.

— Madre perdóname por lo que paso, jamás me atrevería...yo te amo demasiado madre, soy capaz de dar la vida por ti— en un movimiento rápido se hincó ante ella tomando sus piernas y casi besando sus pies pero ella lo detuvo mientras se ponía de pie.

— Lo sé— acarició su rostro dándole un pequeño beso en la mejilla — pero hay algo que tu hermana y tú deben entender— alzó la mirada.— no seré capaz de ayudarles si ustedes no me dicen todo, la magia es un arte extraño, no podemos hacer nada sin que alguien acceda— aunque si había una forma, pero aquella no debería explorarse, un día estuvo inmersa en esa clase de hechicería, una marca que no iba abandonarle nunca, tal vez como se lo dijeron, sería la perdición de muchos. 

 — No comprendo madre— comentó sosteniendo su cuerpo de una mesa de roca firme, pero antes de que pudiese decir algo Thranduil entró con los ojos algo crispados o tal vez temerosos.

— ¿Por qué no me lo dijiste?— avanzó hasta su amada Muirgen con las manos apretadas cerca de su túnica, fue entonces cuando Caleb se interpuso pues el tono que su padre había usado no le pareció el correcto.