Aclarando el panorama

237 17 0
                                    

Capítulo ciento trece

Melanie salió de vestidor con el vestido de novia, y Alondra y Lena la miraron entusiasmadas, se veía hermosa. Sin embargo, Jana se molestó.

—¿De dónde sacaste ese vestido? Preguntó la mujer.

—Pablo lo eligió para mí. ¿Te parece que me queda mal? —preguntó Melanie a Jana.

—Ese es el vestido que Cielo eligió para casarse con Pablo —dijo Jana y Melanie se sorprendió.

—Ayúdame Lena —Melanie estaba furiosa. ¿Por qué Pablo había escogido ese vestido para ella?

—¿Quién es Cielo? —preguntó Alondra al ver el rostro apagados de todas. Al escuchar el nombre de su hermana se entristeció.

La ex pareja de Pablo —dijo Lena para no decir que era la madre biológica de Melanie.

—¿Por qué elegiría ese vestido? —preguntó Alondra y Melanie se calmó.

—Tienes razón, debe ser idea de alguna de las locas que se quiere casar con Pablo. Menos mal que estabas aquí Jana. Si no hubiera pasado mucha vergüenza el día de la boda —dijo Melanie y una vez que terminó de cambiarse recibió una llamada de Pablo.

—Hola, ¿dónde estás? —preguntó él desde el otro lado de la línea.

—Estamos en tu casa. ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué pelearon con Caín? —preguntó Melanie preocupada.

—Estamos llegando. Quédate tranquila, ¿sí? —Pablo trataba de no preocupar a Melanie.

—Las chicas me están acompañando. Han hecho de todo para tratar de que me distraiga, pero hasta no verte no estaré tranquila —dijo Melanie y Lena apoyó su mano en el hombro de su amiga.

—En poco estaremos ahí. Dile a Lena que vea su móvil. Leo está tratando de comunicarse con ella desde hace un rato —dijo Pablo y Lena comenzó a buscar.

—No tengo mi móvil, es posible que lo perdiera cuando fui a verlos —dijo Lena.

—Ella no tiene el móvil, dile a Leo que la deje respirar un poco —Melanie estaba feliz de que su amiga saliera con leo al fin.

—Te amo pequeña —dijo Pablo más tranquilo.

—También te amo —ella se sonrojó y luego colgó—. Debemos hacer desaparecer este vestido. No quiero que Pablo lo vea.

—¿Y ahora qué te pondrás? —preguntó Jana.

—No lo sé, cualquier cosa que me entre —Melanie estaba decepcionada.

—No te preocupes, encontraremos algo mejor. Aún hay tiempo —dijo Alondra y Melanie sonrió.

—Gracias por la ayuda —dijo Melanie sonriendo y antes de darse cuenta se desmayó.

Habían estado toda la noche en vela, Melanie no había dicho nada hasta ahora, pero lo que ocurría con Pablo la tenía muy nerviosa. Después de saber que él se encontraba bien fue tanto el alivio que perdió todas sus fuerzas. Al despertar, Melanie se encontró con Pablo.

—Estás bien, qué alegría —dijo ella y lo abrazó.

—Cálmate, eres tú la que se desmayó. El médico dijo que debes descansar, nuestro bebé necesita que mamá se tome un respiro —dijo Pablo sonriendo—. Aún no puedo creer que vayamos a ser padres. ¿Qué piensas si...?

—¿Si qué? —preguntó Melanie.

—Nada, solo descansa. Tengo un par de problemas con el trabajo, así que debo dejarte un ratito, pero estaré en el primer piso por si me necesitas. Escríbeme y vendré —dijo Pablo y besó a su prometida en la frente.

Melanie se sentía extraña, más allá de haberse desmayado por el cansancio. Su prima entró y le trajo algo para que tomara.

—En la fiesta no bebiste ni comiste nada. Tal vez eso ayudó a que te sientas mal —le comentó Alondra.

—Gracias, te extrañé mucho todos estos años —dijo Melanie sonriendo.

—Escuché que María estuvo haciéndote pasar un mal rato. Aún no entiendo que tiene esa niña en tu contra. Supongo que al ser la última que nació fue demasiado consentida. Sobre todo, porque mi mamá estaba muy triste tras la muerte de Cielo y mi padre —dijo Alondra y luego se dio cuenta de que Melanie podía sentirse mal, por lo que trató de cambiar de tema—. ¿Qué pasa con el hermano de Leonardo? ¿Le molestan las chicas? ¿A caso es de esos gais medio resentidos con la belleza de las mujeres? Me mira como si fuera un demonio.

Melanie no sabía si contarle a Alondra la verdad sobre su padre. Ella era la que había acompañado más a su madre tras la pérdida, incluso en un primer momento había rechazado una beca para estudiar en el extranjero por quedarse al lado de su familia.

—Creo que deberías hablar con María. Estuvo diciendo cosas —dijo Melanie.

—¿Qué clase de cosas? —preguntó Alondra.

—Según ella, tu padre está vivo —Melanie lo dijo al fin, no quería engañar a su prima.

—¿De qué estás hablando? Ambas estuvimos en el velorio de mi padre y mi hermana. ¿Cómo se atreve a decir esa estupidez? Ya verá cuando la tenga en frente, le daré tantas nalgadas en el trasero que no podrá caminar en semanas.

—Alondra, espera. ¿Tú recuerdas cómo se veía tu padre? —preguntó Melanie.

—Claro que sí. Tengo una foto suya en mi móvil donde estamos todos juntos —dijo Alondra —Mira.

Melanie suspiró.

—Existe la posibilidad de que María no estuviera tan loca —dijo Melanie al final.

—¿De qué estás hablando? —preguntó Alondra.

—No sé cómo decirte esto —Melanie tomó su móvil de la mesa de luz—. El padre de Rafael es parecido a mi tío.

—Mel, ¿de qué hablas? Ya me habías asustado. Hay muchas personas parecidas —dijo Alondra, más tranquila hasta que vio la foto de los Dinamo—. ¿Qué es esto?

—ese hombre se contactó con María, o ella con él, y al parecer dijo que era su padre —Melanie vio el rostro de su prima transformarse.

—¿Dónde está ese maldito desgraciado? —preguntó Alondra.

—Por favor, debes esperar a saber todo antes de actuar. Sé que es difícil de procesar.

Alondra salió sin escuchar a Melanie.

—¿Dónde estás? Rafael —dijo ella y al verlo en el living se paró frente a él—. Escucha lo que voy a decirte.

Rafael miró molesto a la chica frente a él.

—Ese hombre que aparece en tus fotos familiares puede parecerse a mi padre, pero la verdad es que para mí él murió con mi hermana Cielo en esa estación de servicio. Y si me miras con mala cara porque supones que llevamos la misma sangre, no te preocupes que para mí tú nunca serás más que un desconocido, al igual que al hombre que llamas papá —Alondra inspiró profundo—. Así que o te acostumbras a verme cerca de Melanie y Lena o te vas, porque no estaré soportando a un pelmazo como tú. Que me mira mal solo porque nací en una familia disfuncional. De ese modo deberías mirar al maldito que dice ser tu padre, que ni los huevos para dejar una de sus dos familias tuvo.

—¿Qué pasa aquí? —preguntó Leonardo.

—Solo aclaraba algunas cosas —dijo Alondra y se fue de nuevo al cuarto de Melanie.

Rafael sonrió, si esa chica no fuera su hermana le pediría que saliera con él. Nunca nadie le había hablado de ese modo. 

Autora: Osaku

Ponle la firmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora