Hubo muchas ocasiones en las que se consideró inservible.
La primera vez, fue cuando quería jugar con sus hermanos, cuando quería que su madre lo mirara de la misma forma en que los veía a ellos. Aun recuerda cuando le pregunto si lo quería, y ella solo le respondió que era un idiota.
La segunda vez, fue cuando abusaron de él. Insinuando que los bastardos solo debían abrir sus piernas y, el no poder defenderse solo lo hizo sentir inservible.
La tercera vez, fue cuando lo llamaron bastardo, y cuando busco el apoyo de su madre, esta solo miro hacia otro lado.
Y ahora, volvía a sentirse inservible solo por no poder cumplir con lo que era su deber. Ni siquiera fue capaz de complacer a su esposo, muchos menos de hacer lo único que tenia que hacer; Dar un heredero.
Aun recuerda como luego de haber tenido relaciones con Aleksander, el se olvido de tomar el te, y fue así como dos semanas atrás, sintió fuertes dolores en su estomago, luego de haberse levantado asustado, soltó un grito al ver la sangre manchar su camisón y las sabanas, recuerda como Alice entro a la habitación, y rápidamente lo abrazo, diciéndole que no fue su culpa, pero eso, solo lo hizo sentir mas inservible.
Y ahora se encontraba solo en aquella fría y gigantesca habitación, con el corazón agitado y los ojos llenos de lagrimas. Las palabras que había intercambiado con su esposo aun resonaban en su mente. Se sentía perdido y confundido, pero a la vez dolido sin saber como arreglar las cosas.
De repente, unos golpes en la puerta de la habitación interrumpieron sus pensamientos. Jayden se levanto de la cama y camino hacia la puerta limpiándose las lagrimas. Al abrir la puerta, el omega sonrió al ver esa pequeña cabellera rubia.
— ¡Alaric! — exclamo feliz, cuando el niño se abalanzo sobre el con una gran sonrisa en su rostro.
— ¡Feliz cumpleaños, Jay-Jay! Tengo algo para ti — exclamo el niño entusiasmado, sacando el regalo envuelto en papel de colores brillantes. Jayden sonrió y abrazo a su hermanito con ternura.
— Gracias, pequeño. Eres el mejor hermanito del mundo — Alaric sonrió orgullo y Jayden dejo un beso en su frente.
En ese momento, Colin, apareció detrás de Alaric, y sin esperar invitación se unió al abrazo de sus dos hermanitos. Alaric se zafó del abrazo y se adentro a la habitación de su hermano explorando con curiosidad.
— Feliz cumpleaños, Jay — El omega sonrió y Colin le correspondió.
— ¿Mama...? — la pregunta del omega quedo incompleta cuando Colin negó.
— Tiene mucho trabajo, Jayden. Ella quiso venir pero...
— El trabajo es primero, lo se — El omega intento sonreír pero fallo.
— No te sientas triste — Jayden volteo a ver a Alaric quien estaba saltando en la cama, provocando una risilla de Jayden, y obteniendo una mirada reprochadora por parte de Colin — Hay alguien mas que vino a verte — Jayden frunció el ceño.
Alaric sonrió y se bajo de la cama para ir hacia su hermano y tomarlo de la mano arrastrándolo fuera de la habitación, Colin sonrió divertido al ver como el omega intentaba seguirle el paso al niño mas pequeño.
— ¿Papa?
El alfa mayor, en compañía de la familia Romanov, desvió su mirada y atención de la conversación que estaba teniendo, mirando hacia la planta alta, justo bajando los primeros escalones de la escalera de arriba estaba Jayden, el omega y niño a quien quería como suyo.
— En carne y huesos, pequeño.
— ¡Papa! — Jayden salto a los brazos de Danil cuando llego a los últimos tres escalones de la escalera — ¡Papa, te extrañe!
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...