Jayden cargo la bañera con agua caliente. El omega metió sus manos y sonrió al sentir el agua, pero el omega estaba tan ido en sus pensamientos que no noto la mirada de su esposo en él. Aleksander sonrió apenas, al ver la sonrisa en los labios de su omega, Jayden a veces era como un niño .
El omega miro a su esposo y lo vio luchando para poder desvestirse.
— ¿Sabes que pedir ayuda sería más fácil? — inquiere el omega acercándose al alfa ayudándolo a quitarse la venda en el brazo.
— No quería molestarte.
— Eres mi esposo, mi alfa. No serias molestia para mí — el alfa se sorprendió ante las palabras del omega y se quedó en silencio.
Jayden lo obligó a sentarse en uno de los bancos que había en el baño y le saco los pantalones. Obligó a su esposo a que se metiera en la bañera y el alfa sintió sus músculos relajarse al sentir el agua tocar su cuerpo.
El omega cargo un tazón con agua y comenzó a tirarla por la espalda del alfa, quien se estremeció ante el tacto del omega, pero tampoco hacia algo para alejarse de su omega.
El alfa cerro sus ojos cuando el omega enredo sus dedos en su cabello platinado, las manos de su esposo eran mágicas, el alfa disfrutaba de ese tacto, de esa sensación que le produce la caricia de su omega.
— Tu...¿lo mataste? — aquella pregunta hizo al alfa abrir los ojos.
— No. Aunque me hubiese gustado hacerlo, para mi terrible suerte, no fui capaz de matarlo, eso lo hizo Gael. — mascullo el alfa.
Jayden apartó las manos del cabello de su esposo, y frunció el ceño antes de mirarlo. Aleksander estuvo a punto de quejarse pero giro su rostro para mirar a su omega.
— ¿Estas loco? — pregunto el omega
— No.
— Aleksander, querías matarlo. Estas así por mi culpa, y te arrepientes de no matarlo ¿De encerio? — pregunto el omega incrédulo — ¿Matarias por mi? — pregunto sarcástico.
— Si.
El alfa ni siquiera vaciló por un segundo al responder. Esa respuesta lo había sorprendido.
— ¿Que...? — preguntó sin creer lo que escuchó.
El alfa se acercó a su omega y tiro de su muñeca, Jayden cayó en la tina, mojando su blanco camisón de encaje y cayendo en las piernas del alfa. Aleksander se acercó al oído de su esposo y susurró.
— Si. — susurró con la voz ronca — mataría a todo aquel, que te hiciera daño. Destruirá el mundo si eso te hiciera sonreír — el alfa comenzo a repartir besos por el delicado cuello de su esposo.
Jayde estaba completamente sorprendido por las palabras de su esposo.
Aleksander... El realmente mataría por él.
Él... Estaba loco.
Cuando el alfa lo volteo de golpe, el omega soltó un gemido de sorpresa, sobre todo al ver la facilidad con la que el alfa lo volteo y lo acercó a pesar de tener el brazo herido.
— Alek...tu brazo... — se quejó el omega pero el alfa atrapó sus labios con lujuria.
El castaño se quedó quieto unos segundos. Parpadeó un par de veces, sorprendido por el gesto. Dudó. Pensó por un momento en alejarse pero no notó ni un rastro de dominancia en Aleksander. No era un beso para callarlo o hacerle saber que era superior. Era... diferente. Algo que era ajeno y al mismo tiempo solo Aleksander podría hacer.
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
Roman d'amourSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...