Alyra se miro al espejo. Los moretones en su rostro habían desaparecido, al igual que las marcas en su cuerpo. Solo podía verse la marca de su labio partido, y un leve moretón en su pómulo izquierdo.
Finalmente todo había acabado. De alguna manera, se sentía extraña. Estar en su hogar, sin recibir algún tipo de golpe o humillación era extraño. Su mirada bajo hacia su brazo. Podía moverlo, la bala no había causado un daño irremediable en su brazo.
Alyra se acomodo su ropa, peino su cabello y salió de su habitación. Deseaba hablar de un tema importante con su madre.
La busco en su habitación, pero Alice no se encontraba allí. Así que fue hacia la cocina, su madre adoraba permanecer en la cocina.
— Mamá — la mujer se volteo y una sonrisa iluminó su rostro al ver a su hija.
— Mi niña, ¿Te sientes bien? — Alyra asintió y tomo asiento en una de las banquetas frente a la encimera.
— ¿Que haces? ¿Que estás cocinando? — pregunta curiosa, Alice sonrió.
— Rollos de canela. — Alyra sonrió.
— Mis favoritos — la mujer asíntio. Alice vio como su hija se quedó en silencio, mirando en silencio como ella ponía los rollos de canela en la fuente.
La mujer hizo la fuente a un lado, y se recargo sobre la mesada. Alyra la miro.
— Algo pasa por esa cabecita tuya, cariño. — Alyra mordió su labio. — Dime. Sabes que te escucharé.
Alyra suspiro.
— Deseo irme a España. — Alice frunció el ceño.
— ¿España? Es decir...¿Irte de Rusia? ¿Lejos? — la albina asintió.
— Soy consiente de que no quieres separarte de mí. A fin de cuentas, tú y yo siempre hemos sido unidas. — Alyra tomo las manos de su madre — Quiero abrir una galería en España. Una galería de arte, sabes que amo el arte.
— ¿Quieres comenzar de cero? — ella asíntio. — ¿Dónde planeas quedarte? Tenemos varias propiedades en España, puedes elegir una de ellas — Alyra nego.
— No deseó eso, madre. Deseo comenzar de cero. Abrir una galería, un pequeño estudio de arte, tal vez hasta de Ballet. No deseo vivir en una de las propiedades que tiene la familia. — explicó — Deseo comprar una casa pequeña, lo suficientemente grande y acogedora para mí y mi bebé.
La mujer permaneció en silencio cuando cayó en cuenta de las palabras de su hija. Alyra vio como su madre permaneció en silencio.
— ¿Mamá...?
— ¿Estás... embarazada?— Alyra asintió.
— Si. Lo estoy. — los ojos de Alice se llenaron de lágrimas. Alice rodeo la mesada y se acerco a su hija abrazándola.
— Oh, mi dulce niña. — acarició su cabello — Lamento que hayas tenido que pasar por todo esto. — Alice se apartó de ella y tomó su rostro entre sus manos. — ¿Es de Colin? — Alyra nego y Alice suspiro aliviada.
— Es de Ares, mama. Estoy esperando un hijo de Ares. — confesó la joven.
— Bien. Te apoyaré en lo que desees. Ahora comprendo porque deseas irte a España. Estarás mejor allí que aquí. Es un buen lugar para comenzar de nuevo — la mujer acarició la mejilla de su hija.
— ¿Estás de acuerdo? — ella asintió.
— He sido culpable, querida. No pude salvarte de las decisiones de tu padre, tampoco de las garras de Victoria y su familia. — puso un mechón de cabello detrás de la oreja de la albina. — He fallado como madre, al no saber cómo protegerte.
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...