Un mes.
Ese había sido el tiempo transcurrido desde que llegaron los mellizos, desde que las cosas iban de mal en peor.
Emma se había recuperado rápidamente, ella y Ethan permanecían con Cassandra y Aleksei, los niños eran muy sobreprotectores con sus hermanos. Además, Cassandra se había vuelto apegada a Ethan, y Aleksei a Emma.
La mayor seguía a sus hermanos a todos lados, no los dejaba solos en ningún momento.
Solamente se apartaba por un momento cuando Alyra llegaba con el pequeño Dante, o cuando Alice los cuidaba mientras Cassandra debía entrenar.
Justo como lo estaba haciendo en esos momentos.
— ¡Joder! — Demian soltó un quejido cuando la castaña lo derribó. — Es solo entrenamiento, bruja.
— Por eso mismo. — Cassandra le proporcionó un puñetazo, pero Demian lo esquivó al voltear el rostro e incorporándose rápidamente.
— ¿Qué te sucede, bruja? — inquirió Demian poniéndose en posición.
— Nada. — el pelinegro blanqueó los ojos.
— Mentirosa.
— Idiota. — Demian sonrió y la tomó de los brazos, golpeando su pie izquierdo y haciéndola caer.
Demian retrocedió, a lo que la castaña se reincorporó volviendo a su posición.
— Otra vez. — ordenó Cassandra.
Demian lanzó un golpe que ella esquivó fácilmente, contraatacando con una patada baja que el pelinegro bloqueó a duras penas.
— Estás más agresiva de lo usual. — comentó Demian mientras esquivaba otro golpe de Cassandra.
— ¿Así lo crees? — replicó ella, lanzando una serie de puñetazos y patadas que obligaron a Demian a retroceder.
— Definitivamente. — dijo él, atrapando uno de sus puños y girándola para inmovilizarla. — Algo te preocupa.
— Es mi padre. — dijo finalmente, tratando de liberarse.
— ¿Qué sucede con tu padre? — cuestionó el pelinegro, esquivando uno de los golpes de la ojimiel.
— Apenas y lo vemos. Ya casi no llega a dormir. — Demián la tomó del brazo, acercándola a él. Cassandra se volteó y le proporcionó un codazo en el pecho, pero el pelinegro no la soltó; al contrario, la tiró al suelo.
Ella respiraba agitadamente. Demian soltó un suspiro al ver que la castaña no estaba realmente enfocada y se acercó a la castaña, extendiendo su mano.
— Creo que por hoy es suficiente. — habló el pelinegro, y Cassandra asintió, tomando la mano del alemán y poniéndose de pie.
— ¿Volverás mañana? — preguntó Cassandra comenzando a caminar. Demian se encogió de hombros.
— Tal vez, no lo sé... — murmuró — No quiero abusar de la generosidad de tu familia.
— Vienes a mi casa desde hace cinco meses. Creo que nos hemos acostumbrado a tu presencia. — Demian asintió.
— ¿Qué harás con tu padre? — Cassandra se encogió de hombros. — ¿Hablarás con él?
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...