Capitulo 63: Noticias y una llamada

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— ¡Estoy cansado! — exclamó el niño de ocho años tirándose en el gran sofá de la sala.

La familia soltó una risa. Hace tan solo unos minutos, la ceremonia de presentación había acabado.

Tal vez los miembros de la familia eran de diferentes personalidades, pero si había algo que tenían en común, era el odio por las fiestas y celebraciones.

Lo creían ostentoso, presumido e innecesario. Sobre todo si estaban repletas de personas codiciosas e interesadas que solo buscaban beneficiarse de ellos.

A toda costa, los alfas más viejos ofrecían a sus hijas, sobrinas e incluso nietas para que se casaran con los miembros de la familia.

Al líder de la mafia negra, le ofrecían jóvenes omegas, con la esperanza de que el alfa decidiera formar su propio harén.

Al hijo mayor, sin importar que estuviera comprometido, le ofrecían jóvenes para que desposara a alguna de ellas y rompiera su compromiso.

Y al último, bueno, el último aprovechaba la oportunidad, disfrutando de las jóvenes esbeltas y hermosas que sonreían seductoramente. Todo un Casanova.

— ¡Estoy agotado! — Jayden tomó asiento al lado de su niño, obligándolo a sentarse.

— No seas quisquilloso — lo reprendió el omega desajustando la corbata del pequeño traje de su hijo.

— No me gustan las fiestas, mamá.

— Tú no eres sobrino mío — Aleksei miró a su tío, Kaiden, que se sentaba en uno de los sillones individuales. — O tal vez sí, eres idéntico a tu padre. — Aleksei entrecerró los ojos, y Aleksander también lo hizo — Solo que tú eres más apuesto. — El niño asintió orgulloso, mientras que su padre puso los ojos en blanco.

— Iré a prepararte un té con galletas, así luego puedes ir a dormir — le dijo Jayden a su hijo poniéndose de pie.

Pero cuando el Omega se levantó y dio unos cuantos pasos, comenzó a tambalearse, su vista se nubló y perdió el equilibrio.

— ¡Jayden! — Aleksander se puso de pie rápidamente sosteniendo a su esposo. — ¿Estás bien? — El omega asintió sosteniendo su cabeza.

— Lo estoy, cariño. Solo fue un mareo — Aleksander lo comenzó a examinar. — Aleksander, estoy bien.

— ¿Habrás comido algo en mal estado? — preguntó Alice.

— Tal vez, no recuerdo — respondió el omega mirando a su suegra.

— ¿Has estado tomando tu medicamento? — preguntó Aleksander acariciando la mejilla de su esposo.

— Sí. No me he saltado ninguna medicación — aclaró, intentando que su esposo no se preocupara.

— Creo que deberías ver a un médico. Tal vez no sea nada de lo que debemos preocuparnos, pero es mejor salir de dudas — habló Kaiden. — Es extraño que hayas tenido un mareo repentino. — Jayden asintió.

— Mañana a primera hora iremos a la clínica.

— Pero...

— No fue una pregunta, mucho menos una sugerencia, simplemente te estoy informando — dijo el alfa serio y Jayden asintió.

— Está bien. Pero iré yo solo — Aleksander frunció el ceño. — Mañana debes viajar a Alemania, tu vuelo sale por la mañana.

— Maldición... Lo había olvidado. — Jayden tomó el rostro de su esposo entre sus manos.

— Está bien, puedo ir yo.

— No quiero que vayas solo...

— Yo lo acompañaré — dijo Alice con esa dulce sonrisa. Aleksander asintió, esta vez más seguro.

Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora