Capitulo 89: Vendetta

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— Este edificio cuenta con diez pisos y ciento diez oficinas —comenzó el agente inmobiliario, mientras hacían un recorrido por el primer piso. Su voz resonaba en el amplio vestíbulo, donde la luz natural se filtraba a través de grandes ventanales. Las paredes estaban pintadas de un suave color beige que contrastaba con el suelo de mármol pulido—. También hay dos salas de conferencias, tres salas bastante amplias que pueden ser utilizadas como oficinas si así lo prefiere, seis baños, tres de ellos en las salas, dos para empleados y uno cerca de la sala de conferencias. Además, hay un almacén que ocupa casi la mitad de un piso y un cuarto de limpieza.

Jayden asintió, su mente ya visualizando cómo podría transformar cada espacio. Había despertado esa mañana con un propósito claro: buscar un edificio que no solo albergara su nueva fundación, sino que también sirviera como base para un centro médico que había soñado durante años. Se sentía emocionado por la posibilidad de hacer una diferencia en la vida de muchas personas.

— ¿Y el precio sigue siendo el mismo? —preguntó, con una mezcla de curiosidad y escepticismo, mientras recorría el primer piso. Sus ojos se movían de un lado a otro, absorbiendo cada detalle, desde el diseño de los pasillos hasta las posibilidades de los espacios vacíos.

— Sí, diez mil millones —respondió el agente, sonriendo con confianza—. Es un precio bastante competitivoo para una propiedad de este tamaño y ubicación. Antes era una antigua sede de una empresa local, y usted sabe lo que eso significa: muchas posibilidades de renovación y personalización.

Jayden se detuvo frente a un gran ventanal que daba a la ciudad. La vista era espectacular; los edificios brillaban bajo el sol, y se podía ver el bullicio de la vida urbana. Su corazón latía con fuerza al imaginar cómo sería tener su oficina principal allí, rodeado de un equipo que compartía su visión de ayudar a los demás.

— Lo quiero —dijo finalmente, sin dudar. Su voz sonó firme, decidida. Se giró hacia el agente, que lo miraba con sorpresa—. Esta oficina será el corazón de mi fundación. Quiero que cada rincón de este lugar inspire a quienes entren.

— Eso es genial, señor Jayden —respondió el agente, conteniendo una sonrisa—. Pero recuerde que la compra de un edificio requiere un proceso. Necesitaremos hacer una oferta formal y luego esperar a que la propiedad sea evaluada.

— Lo entiendo —dijo Jayden, y su mirada se perdió nuevamente en el horizonte—. Pero no puedo evitar sentir que este lugar está destinado a ser más que solo un edificio. Es una oportunidad para crear algo significativo.

— Estoy seguro de que será un éxito —dijo el agente, con un tono alentador—. Con su visión y determinación, este espacio puede convertirse en un verdadero faro de esperanza para la comunidad.

Jayden se sintió impulsado por esas palabras. Mientras seguían explorando el edificio, no podía dejar de pensar en cómo cada sala podría transformarse en un lugar de apoyo, sanación y crecimiento. Había encontrado más que un inmueble; había descubierto el inicio de su sueño. Y estaba decidido a hacerlo realidad, aunque tuviera poco tiempo.

— Bueno. Entonces dejo todo en sus manos —sonrió, mirando al vendedor con una mezcla de alivio y determinación—. Cuando tenga los papeles listos, por favor comuníquese con mi abogada.

— Por supuesto, señor Jayden. Como usted ordene —respondió el vendedor con una sonrisa profesional, mientras Jayden le devolvía la cortesía.

Se despidió del vendedor, descendió del edificio y se dirigió a su coche. Tenía un último asunto que resolver en la ciudad antes de regresar a su hogar. Mientras encendía el motor, su teléfono comenzó a sonar.

— ¿Qué sucede, cariño? —preguntó, activando el altavoz mientras giraba a la izquierda.

Mamá, ¿ya vienes? —la voz de su hija sonaba ansiosa del otro lado de la línea.

Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora