Aleksander acarició la mano de su Omega con suavidad, mientras Jayden sollozaba por miedo a perder a su bebé.
Su embarazo no era estable, al menos no todavía. Debía esperar hasta que llegar a los tres meses para que su embarazo fuera estable, pero solo entraría al primer mes dentro de una semana.
— No quiero perderlo, alfa — sollozo el Omega mirando al alfa. Aleksander dejó un beso en su frente y lo abrazo, por dentro su lobo amenazaba con destruir a todo aquel que se había atrevido a intentar ponerle una mano encima a su omega.
Quería asesinarlos, destruirlos. Sobre todo porque habían tocado a su omega, y no sólo lo habían herido, sino que también habían herido a su cachorro.
¿Como se atrevian a hacerlo?
Jayden sollozaba mientras el médico lo revisaba, tenía miedo, mucho miedo. No quería perder a su bebé, no después de todo lo que habían sufrido. Ese bebé había llegado para darles tranquilidad, alegría, paz, todos estaban ansiosos por la llegada de ese bebé, y eso que ni siquiera había comenzando a notarse.
— Tuvo un riesgo de aborto — La pareja miro al médico — Con absoluto reposo, estarás bien. Pero debes tener mucho cuidado, no debes hacer ningun esfuerzo ¿Entendido? — Jayden asintió ante las palabras del doctor. — Los dejaré solos — Aleksander le dio las gracias y el médico salió de la habitación.
— Quiero irme de aquí, alfa — pidió el omega comenzando a sentirse nervioso al estar en el hospital.
Si había algo que odia, eran los hospitales. Dejaron de gustarle desde que era un niño. Aun recuerda todas las veces que lo internaban por su mala condicion, tanto física como la salud de su cuerpo. Golpes, moretones, sangrados, dolores, enfermedades, eran muchas cosas por las que lo metían al hospital y comenzó a odiar esas cosas al igual que comenzó a odiar al hospital.
— ¿No quieres esperar un poco más? — pregunto Aleksander y Jayden negó.
— Le pediré a Gael que traiga el coche, los veré afuera — Aleksander asintió ante las palabras de su madre.
— Gracias mamá — Alice asintió y les dio una pequeña sonrisa a los dos, antes de salir de la habitación.
Cuando Alice salió de la habitación, comenzó a buscar a su hijo, pero Gael no estaba en ninguna parte. Así que decidió que lo mejor era salir, y hablar con uno de los guardaespaldas que los acompañaron. Pero en su caminó hacia la salida, la dama negra se cruzó con Danil. Ambos detuvieron sus pasos, mirándose fijamente pero quedando a metros de distancia, uno del otro.
— Alice... — intento hablar el alfa pero fue interrumpido por aquella voz que le traía calma.
— Mantén a tu esposa y a tus hijos, alejados de Jayden y de mis hijos. ¿Quedo claro? — Danil asintió ante el tono frío y cortante de la mujer. — Jayden esta en cinta, carga al bebe de mi hijo. Carga a mi nieto, y al futuro líder de la mafia negra. — el alfa intento dar un paso pero la mujer retrocedió — Desde que Victoria, lo vendio a mi esposo, y renunció a sus derechos de madre sobre él, Jayden se volvió un miembro de mi familia. Es la futura Luna de la Organización Negra y Villa Bogdan, es esposo y omega de mi hijo, el heredero. — aclaró firme — Si Victoria, o alguien de tu organización se atreve a hacerle daño a Jayden, al bebé que lleva en vientre o a algún miembro de mi familia, puedo jurar Danil Ivanov, las cabezas de tu familia rodarán por el suelo de Villa Belov.
— ¿Me estas amenazando?
— Te estoy advirtiendo. — respondió.
La dama roja siguió su camino, pero cuando paso por al lado del alfa, este sostuvo su muñeca.
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...