Capitulo 55: Testigo

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Divorcio.

Eso era de lo único que hablaban los sirvientes cuando sus amos no los oian.

Alice los había regañado varías veces, recordandoles que hablar mál de sus amos estaba mal. Pero por más que la mujer ponía límites, era prácticamente imposible acallar los comentarios.

Alice miro a su familia reunida. Estaba feliz de que su niña estuviera a su lado, pero también estaba triste. Se había encariñado tanto con aquel joven omega de ojos verdes, que si realmente seguían con esa absurda decisión de querer divorciarse sabia que causaría un dolor irremediable en su familia.

Jayden se mantenía en silencio jugando con su comida. Aleksander simplemente lo miraba, rogando que su Omega también lo mirara.

Un sirviente entro al comedor, llamando la atención e interrumpiendo la cena de la familia. Todos siguieron con la mirada al sirviente, el cual se acerco a Aleksander y susurro algo en su oído.

— Dígale que lo veo en el estudio. — el sirviente asintió y salió del comedor.

— ¿Que sucede, mi niño? — Aleksander miro a su madre y luego a su Omega.

— El abogado llegó. — tras esas palabras Jayden levanto su mirada — Trae consigo los papeles de divorcio.

El corazón del Omega se encogió ante las palabras de Aleksander. El albino lo miro por unos breves minutos, antes de mirar a su madre.

— Me disculpó, iré a atender al abogado. — Alice simplemente asintió.

Aleksander se puso de pie y salió del comedor. Jayden cerro sus ojos por unos segundos, asimilando lo que había oído.

— Jayden, tal vez aún puedan...— el Omega negó ante las palabras de Kaiden.

— Lo lamento — la familia lo miro — Mi divorcio con él. Será lo mejor para todos...

— ¿Y que hay con los niños? ¿Que hay con tus hijos?

— No lo sé — susurro con los ojos cristalizados — Si me disculpan, me retiro. He perdido el apetito. — el Omega se puso de pie y salió del comedor.

Su intención principal era dirigirse a su habitación. Pero aun así, su curiosidad fue más fuerte, y se desvío de su camino. En vez de subir las escaleras, camino por el pasillo hasta llegar al estudio.

— Divorciarme de él ¿Traería consecuencias? — escucha la voz de su esposo al otro lado de la puerta.

— No. La familia Borges ha caído. — le recuerda el abogado — Legalmente, Jayden es dueño de todo, tanto riquezas como tierras y propiedades. Sin contar, que Roan Borges huyó. — Aleksander miro al abogado — Si decides separarte de él, podrían a un acuerdo, podrían dividir los bienes, cada uno tendría un cincuenta por cierto. Llegan cinco años casados, creo que es lo justo.

— ¿Y mis hijos? — Jayden puso toda su atención en las palabras del abogado .

— Biológicamente, Cassandra Romanova no es tu hija. Legalmente si lo es. Pero si ambos van a juicio, Jayden efectivamente ganará.

— Porqué es la hija de su primo. — el abogado asintió. — ¿Entonces tendría que dar la custodia de mi hija por perdida?

— No del todo. Puedes apelar, Aleksander. Puedes decirle a la corte que el Omega es inestablemente incapaz de cuidar a una niña. — Aleksander nego — Según su historial médico, él está enfermo. Debe medicarse para que su salud no se deteriore. Puedes usarlo en su contra, decir que los medicamentos son una mala para la niña.

— ¿Y perjudicarlo? Es la madre de mis hijos, y quiera o no, también es mi omega. — el abogado negó.

— Me has dicho que él quería divorciarse. Dale la mitad de tus bienes, y la custodia compartida. Eso será más que suficiente. — Jayden llegó sus manos hacia su boca ahogando sus sollozos.

Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora