Capítulo 12: Su omega, su droga

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— Oh, mi niño. Creí que te perdería — Alice abrazo a su hijo y dejó un beso en su frente.

— Estoy bien, mamá. -— Aleksander intento tranquilizar a su madre.

Alice apenas había escuchado que su niño estaba despierto, fue corriendo hacia las habitaciones. No estaba de más decir, que la mujer lloro de alegría al ver a su hijo. Alice lo habria abrazo y besado todo el rostro, la mujer jamás se había sentido tan feliz como en ese momento al ver a su hijo vivo.

— Nos preocupaste mucho — Dijo Gael mirando a su hermano menor mientras ponía una mano en el hombro de su madre.

— ¿Duele? — pregunto Alyra mirando a su hermano mayor.

— No, ya no me duele — la joven sonrió. Y Aleksander hizo lo mismo, acariciando el cabello de su hermana.

— Iré a preparar algo para que comas — Aleksander miro a su omega, el cual se había quedado en silencio hasta ese momento.

Jayden salió de la habitación y Aleksander frunció el ceño.

— ¿Durmió toda la noche en la otra habitación? — pregunto Aleksander en un susurró mirando la puerta.

— ¿Habitacion? ¿Que habitación? — pregunto Alice mirando confundida a su hijo.

— ¿Como que, cual habitación? Jayden me dijo que durmió en la otra habitación mientras estaba inconsciente, ¿durmió allí anoche, no es así?  — Alice miro a su hijo mayor, ambos compartieron una mirada antes de volver a mirarlo.

— mi niño, Jayden no durmió en la otra habitación, durmió aquí. — respondió Alice.

— ¿Toda la noche? — vuelve a preguntar.

— Querrás decir, todas las noches. — lo corrigió Gael — Llevas inconsciente una semana, Aleksander. — el alfa lo miro sorprendido.

— ¿Que acabas de decir? — pregunta sin creerlo.

— Cuando volvimos a la mansión esa noche, Jayden fue el que te cuido. Le dijo a mamá que no se preocupara, que él se encargaría de tí — Gael dio una pausa antes de continuar — Jamás durmió en la otra habitación, por más que mamá intento que se apartara de tí, para que descansará, no lo hizo. Él limpio tus heridas, y estuvo en vela cuidandote, ni siquiera quería comer, a pesar de su salud ¿Loco, no? — Gael sonrió divertido — Arwen lo regaño más de cinco veces, incluso Roan, lo hizo. Pero él aún así no quiso, no quería apartarse de tu lado, al parecer su cuerpo no soportó y se quedó dormido.

Aleksander estaba sorprendido. Su omega realmente se había quedado a su lado, siendo ese el caso, el alfa no podía entender porque su omega no le había dicho la verdad.

Las puertas de la habitación fueron abiertas nuevamente, y Jayden entró con una bandeja de comida en manos.

— Es la primera vez que cocino uno de tus platos favoritos, así que por favor, si no te gusta solo dime — comentó el omega y miro a los presentes en la habitación, todos tenían su mirada puesta en él, por lo que el rubor subió a sus mejillas.

Gael sonrió divertido, Alice también sonrió al ver al niño con una bandeja con comida, al parecer Jayden se había olvidado por completo que aún había gente en la habitación, el niño se había olvidado por completo de aquello y solo había dicho lo primero que vino a su cabeza.

Jayden se acercó al alfa y dejó la bandeja con comida sobre la mesita de noche, el omega saco el medicamento de su esposo y lleno un vaso con agua, todo bajo la atenta mirada del alfa sobre él.

Gael apretó suavemente el hombro de su madre. Alice entendió, así que la mujer se puso de pie de la caña y dejó un beso en la frente de su hijo.

— Descansa, cariño — susurro la mujer dejando un beso sobre la frente de su hijo y fue hacia la puerta.

Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora