— Alice... — la joven omega de dieciséis miro su derecha y sonrió al ver al alfa de cabello chocolate. — Te ves preciosa, mi bella dama — la elogió el alfa mirando a la joven parado frente a él.
— Mi padre fue el que me lo regalo ¿Me queda bien? — pregunto con una sonrisa.
— Te queda hermoso. — ella sonrió y se acercó al alfa quien extendió su mano, ella aceptó gustosa — ¿Lista para ser mi acompañante esta noche? — le preguntó sonriente y ella asintió.
Ella y Danil bajaron a la primera planta donde se llevaria a cabo la fiesta de cumpleaños número veinte del alfa. Cuando bajaron las escaleras, la pareja recibió aplausos y sonrisas, pues todos estaban acostumbrados a ver a la pareja pegados unos a otros. A pesar de que ellos afirmaban que no eran nada. Varios podían asegurar que el amor y la atracción existía en ambos, pues aquellas miradas dulces, tiernas. Aquellos roces discretos, esas risas y sonrisas compartidas, no pasaban por desapercibidas para nadie.
Danil saludo a todos los invitados en aquel gran salón, acompañado de Alice quien saludaba cortesmente y con una pequeña y dulce sonrisa en labios, mientras reía con Danil sobre las cosas que el alfa que le susurraba al oído.
Fue entonces, cuando en la distancia, una joven omega de veinte años, sentía envidia y celos de aquella omega de cabello negro como el carbón y ojos oscuros como la noche. Sobre todo envidiaba aún más la cercanía que tenía aquella omega con aquel alfa.
La omega de cabello rubio acomodo su vestido, y su cabello, para caminar con elegancia y seducción hacia el alfa y la omega. Danil y Alice dejaron de reír y charlar cuando se percataron de la presencia de la rubia.
— Danil — la omega sonrió — Felicidades — ella plantó un beso en la mejilla del alfa, un beso que para Alice fue eterno.
— Señorita Borges, gracias por haber asistido esta noche — respondió el alfa serio, mientras tomaba de la cintura a Alice y la acercaba a él cuando sintió que la omega retrocedía.
— Me ha costado llegar hasta aquí — sonrió ella — Pero, usted puede recompensar por mis esfuerzos — Danil frunció el ceño.
— ¿Disculpe? — Victoria sonrió con seducción y se acercó a Danil mientras ponía sus manos sobre su pecho, ignorando por completo a la pelinegra que tenía en brazos el alfa.
— Baile conmigo. — respondió y dejó un beso cerca de su comisura — Deme el placer de tener el primer baile de esta noche. — pidió en un tono suplicante y seductor algo que no le gusto al alfa.
Danil se apartó de Victoria y tomó la mano de Alice.
— Lo siento, señorita Borges. Pero el primer baile de esta noche, y todos los que le siguen se los he prometido a mi acompañante — respondió serio antes de mirar a Alice y llevar su mano hasta sus labios y plantar un beso en el dorso de la mano de la omega que se sonrojo y sonrió tímidamente.
Victoria miro a Alice y la miro de pies a cabeza con desagradó. Algo que al alfa le molesto, pues, nadie tenía razón para mirar a su omega de tan desagradable manera.
Danil agarro de la mano a Alice y la arrastró al centro del Salón dando por inicio el primer baile de la noche. El alfa puso una mano en la cintura de la omega acercandola a él.
— Ella es bonita — susurro Alice sin mirarlo. Danil soltó una pequeña risa divertido y mientras bailaban en una pausa de la música le dio un beso en la frente a la omega.
— Pero no más bonita que tú — sonrió — Ella no es mi tipo — Alice lo miro a los ojos.
Danil la hizo dar vueltas lo que la hizo soltar una pequeña risa.
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...