La tensión se podía sentir en el aire. Todos los hombres que habían estado en la reunión en contra de Victoria estaban de pie frente al heredó de los Románov, mientras que Jayden observaba a su esposo desde su asiento.
— El operativo de hoy será cancelado — todos miraron al heredero del Imperio Románov cuando este se puso de pie, apoyando sus manos sobre el escritorio — Todos pueden volver a sus respectivos trabajos. Más tarde tendremos otra reunión — los hombres asintieron, hicieron una breve inclinación y salieron del estudio.
Aleksander camino hacia la ventana y miro a través de ella. Perdiéndose en sus pensamientos.
El omega se puso de pie, Aleksander miro por el rabillo de su ojo, como tenía dificultad en pararse. Aquella imagen solo le causó dolor, y lo peor, era que él se lo había provocado.
— Es mejor que vuelvas al dormitorio, Jayden.
El castaño se detuvo al oir las palabras de su esposo.
— ¿Que? — Aleksander lo miro
— Es mejor que te vayas. — Jayden nego — No quiero verte ahora. Vete
Antes de poder responder, el omega hizo una mueca al sentir los movimientos de su bebé. Las pataditas que estaba dando le dolían, pero aún así le sacaban una sonrisa.
Era hermosamente doloroso.
— Te esta haciendo daño. — murmura el alfa — Te esta matando.
— No. No lo está haciendo. Se está moviendo, y es lo más hermoso — Jayden se acercó a él. — Sientelo.
— No lo haré.
— Aleksander...
— ¿Quieres que ponga la mano en tu vientre y sienta los movimientos de eso que esta matando?
— Eso, tiene un nombre. Y es un bebé, nuestro bebé. — el alfa negó y retrocedió.
— Vete. No quiero verte, no quiero hablarte. Vete, Jayden.
— No me iré. — respondió.
— Obedece. — ordenó, y el omega dio un paso hacia él. — Jayden — advirtió.
— No lo haré. No puedes pedirme que me vaya — afirmó el omega con firmeza.
— ¡Vete! — gritó el alfa perdiendo los estribos, su voz llena de rabia y dolor.
— ¡No lo haré! — el omega se acercó más a él, desafiante y con lágrimas en sus ojos — ¡Quiero quedarme aquí! ¡Quiero estar cerca de ti, pase lo que pase, aunque me rechaces!
— Jayden, por favor vete — suplicó el alfa, su voz quebrándose.
— Me has pedido tiempo. Me has dicho que no quieres verme, que no quieres hablar conmigo. Pero en ningún momento, me has dicho que me odias, que odias a este bebé, y que no sientes amor por ninguno de los dos — el omega tragó saliva, su rostro lleno de dolor y decepción, mientras que el alfa apretó su mandíbula.
— Por favor...
— Mirame a los ojos y dilo — el alfa nego — Hazlo. — pidió.
— Jayden, vete. — el omega tomó el rostro de su alfa entre sus manos.
— Dime que no me amas, dime que odias al bebé que llegó en vientre y me iré. — el alfa apartó las manos de su omega
— No entiendes. Necesito que te vayas. — volvió a pedir.
— Aleksander — susurro
— Jayden, vete. — ordenó
— ¿Me amas? — aquella pregunta lo tomó por sorpresa
ESTÁS LEYENDO
Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...