Aleksander dejo un beso sobre la frente de su esposo, y sonrió cuando sintió los movimientos del bebé.
Su cachorro era energético, siempre daba pataditas. Y a pesar de que para Jayden era doloroso, el omega solo sonreía felizmente al sentir los movimientos de su bebé.
— ¿Alfa? — pregunta adormilado y el albino sonrió — ¿A donde vas? ¿Que hora es? — pregunta soltando un bostezo.
— Son las seis de la mañana, cariño. Descansa. Debo resolver unos asuntos — volvió a dejar un beso sobre la frente de su omega y este asintió antes de volver a cerrar sus ojos.
Aleksander se puso de pie y fue al baño para tomar una duña. Una vez aseado, se vistió con sus habituales colores, pantalon negro, camisa negra, y zapatos negros. Antes de ir hacia el estudio y terminar de firmar unos papeles, fue hacia la habitación de Cassandra.
Al entrar, la niña estaba durmiendo plácidamente en la cama —cuna— que había para su seguridad. Ella abrazaba uno de sus tantos peluches que había en la habitación. Un tigre de un metro.
Aquello hizo que le diera una idea. Ya sabía que le regalaría a su niña por su cumpleaños, el cual se acercaba en unas semanas.
Camino hacia ella y dejó un beso sobre su frente. Ella se removió un poco, pero aún así no abrió sus ojos, solo sonrió dormida. La cubrió bien con las mantas y salió del dormitorio para ir hacia el estudio.
Cuando estaba acercándose, vio como la puerta de su estudio estaba abierta. Mataría a las sirvientas por dejar la puerta del estudio abierta. Cuando entró, se sorprendió al ver una cabellera albina, sentada en uno de los asientos que daba a la ventana.
— ¿Lastochka? —la albina levanta su cabeza de sus brazos y mira a su hermano — ¿Estas bien? — Aleksander cierra la puerta del estudio y se acerca a su hermana. Arrodillandose a la altura de la albina.
— Horas — susurra y él frunce el ceño. — Solo faltan horas para que sirvientas entren a mi habitación y me vistan de novia — explica la joven volviendo a recostar su cabeza en sus brazos, mirando por la ventana.
— Aly...
— ¿Recuerdas cuando éramos niños, Alek? Cuando fuimos a la vida de una de las hijas de un socio de papa — su vos se rompe — Recuerdo haberle preguntando a nuestro padre, mientras veía como la muchacha se casaba, si él también me obligaría a casarme — sus ojos se llenaron de lágrimas — ¿Sabes lo que me dijo? — él nego. — Que él no era un monstruo. Que jamás me forzaría a hacer algo que yo no siquiera.
Aleksander lo recuerda. Cuando el tenía once años y ella siete, habían asistido a la boda de una de las hija de un socio de su padre. La joven había sido forzada a casarse para mantener el cincuenta por cierto de las acciones en una empresa, la cual quedó en la quiebra un año después.
Recuerda, como le había desagradado esa fiesta y como le había dicho a su madre, que no quería que Alyra sufriera lo mismo. Recuerda como su madre había dicho que ella se encargaría de que eso no sucediera. Pero su madre solo tenía veintisiete años, y su padre en ese momento la adoraba.
— Lo siento — Alyra lo miro. Aleksander jamás pedia perdón. — Soy el heredero de la mafia, pero solo es un título. No tengo el poder que me gustaría tener para evitar esto. Los miembros de la Organización, sin alfas viejos que dan órdenes y apoyan a nuestro padre. ¿Que puede hacer un adolescente como yo? — el toma las manos de la albina — No sabes cuanto deseo, romper ese compromiso. Evitar que vivas infeliz mente con un hombre como Colin. Deseo verte abrir tus alas y volar lejos. Donde seas feliz.
Ella sonrió tristemente y agarro el rostro de su hermano entre sus manos.
— He vivido en mi cajita de cristal por mucho tiempo. Pero a través del cristal he visto como tú y nuestros hermanos han asumido toda responsabilidad.
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Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1
RomanceSus familias se odian desde siempre. Incluso ellos debian odiarse por los problemas del pasado, pero cuando un operativo sale mal, Vlad Románov y Victoria Ivanov, llegan a un acuerdo. En un intento de unir ambas mafias y familias, ambos líderes, co...