Capítulo 44: No puedo

80 9 1
                                    

Embarazada.

Es de Aleksander Románov.

Aquellas palabras hicieron eco en su mente. Los ojos del omega se llenaron de lágrimas ante eso, y entonces retrocedió. Aquella noticia había sido demasiado fuerte para él.

Inconscientemente, llevo una mano a su aún plano vientre. Como si quisiera proteger a su bebe, como si deseara que no hubiese escuchado eso.

— ¿Qué has dicho? — Dijo Alice poniéndose de pie. — Aleksander, ¿Es eso cierto? ¿Conoces a esta mujer?

Al oír el nombre de su alfa, el omega salió de su shock y entonces miro hacia el umbral de la puerta. Donde su esposo estaba quieto como una estatua, el alfa no creía las palabras que habían salido de la boca de aquella mujer.

Cuando la reunión termino, el único pensamiento que tenía era ver a su omega, pues desde la mañana se sentía inquieto, pues, había sentido a través del vínculo cierto nerviosismo y ansiedad, los que después se convirtieron en una alegría increíble. Una que él no había sentido desde hace tiempo. Solo que jamás espero, que al acabar su reunión y al ir en busca de su omega se encontrará con una mujer diciendo que espera un hijo suyo.

Toda esa alegría, que estaba sintiendo a través del vínculo hasta solo unos minutos antes, se había vuelto en amargura y dolor. O al menos, eso era lo que podía sentir.

— ¿Desde cuándo? — susurra el omega y la mujer lo miro — ¿De cuántos meses estás? — pregunta mirándola.

— Aún no estoy segura, pero creo que tengo una semana.

Jayden cerro los ojos con fuerza. Entonces los abrió, y miro a su esposo.

No.

Aleksander sería incapaz de eso.
Él sería incapaz de engañarlo.

Ya habían pasado por lo mismo. Lianna también estaba embarazada y su esposo había asumido la culpa, diciéndole que el bebe era de él, pero no era cierto.

Dioses. No era cierto... ¿O sí?

— Jay... — el albino intento acercarse, pero al ver a su omega retroceder, decidió detenerse.

— Jayden... — el omega miro a Alice — Debes calmarte. Piensa en tus hijos — sus ojos verdes se desviaron hacia su bebe. Él estaba soltando inconscientemente sus feromonas sin tener en cuenta el daño que eso le podría hacer a su bebé.

Alice acurrucó a su nieto en brazos, y rápidamente se lo dio a una vieja sirvienta para que esta llevara al bebe de regreso al cuarto.

— ¡Zinnia! — grito el omega llamando a su doncella. Cuando la joven apareció en el salón, Jayden dijo algo que nadie se esperaba.

— ¿Sí, señor?

— Prepara una habitación para nuestra invitada — ordeno con dificultad. La mujer de cabello negro sonrió victoriosa — Y también llama a Arwen. — la doncella asintió antes de irse.

Jayden miro a su esposo.

— Tú y yo necesitamos hablar. — fue lo único que dijo el omega antes de darle una última mirada a la mujer e ir hacia la habitación, escuchando los pasos de Aleksander detrás de él.

Cuando entraron a la habitación, Jayden se giró para encararlo.

— Embarazada — musito el omega.

— Amor...

— ¿La conoces? — el alfa guardó silencio — Vuelvo a preguntártelo, ¿la conoces? — el albino asintió. — ¿De dónde?

Un Voto De Honor Y Sangre | Duologia Dulce Condena #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora